REAL MADRID - MILAN

Cuando Morata era del Real Madrid: "Después de los partidos iba a los bares con los ultras"

El delantero madrileño regresa al Santiago Bernabéu con el Milan, y le espera un ambiente hostil.

Morata, con el Real Madrid./REAL MADRID
Morata, con el Real Madrid. REAL MADRID
Rodra P

Rodra P

Minuto 92. Luka Modric se acerca con una calma inverosímil al córner derecho del Estadio Da Luz de Lisboa. Centra con la pierna diestra, con tantos corazones encogidos de fondo, y Sergio Ramos se eleva sobre la defensa del Atlético de Madrid para cabecear el cuero a la red, imposible para Courtois. Minuto 93. El madridismo estalla de júbilo. Nadie se olvida: había cambiado la historia de la Champions League.

Nadie se acuerda: en aquella jugada hubo un protagonista más. Aparte de Modric, de Sergio Ramos... y de Thibaut Courtois. Fue Álvaro Morata. El delantero español del Real Madrid era el encargado de hacerle el bloqueo a Diego Godín para que el central merengue rematase liberado en el corazón del área.

Álvaro Morata (1992), héroe en la sombra de La Décima, se vuelve a citar con el Real Madrid en Champions diez años más tarde. Y sabe que le van a pitar. "Espero que me silben y de todo. Es normal", reconoció en The Athletic el ariete ahora del Milan, que partirá de inicio contra los blancos este martes.

Fonseca, sobre Morata.

La figura de Morata es una de las más polémicas de los últimos tiempos en el fútbol español. Un jugador extremadamente sentimental en un deporte tan duro que lo suele penalizar. Morata también ha puesto de su parte: le ha jurado amor a tantos equipos que ya no se sabe de cuál es.

Empezó con el Madrid ("Mi sueño es triunfar en el Madrid"), después con la Juve ("La Juve es donde quería estar"), pasó al Chelsea ("De pequeño me imaginaba en el Chelsea"), se acordó del Atleti ("Cuando tú naces eres de un equipo y puede ser que tu vida dé muchas vueltas, pero soy del Atleti y siempre lo seré") y luego hasta del Getafe ("Me gustaría retirarme en el Getafe").

Las dudas sobre su identidad futbolera ya llegaron en la infancia. Él y su entorno más cercano reconocen que era del Atleti, club en el que inició su carrera, fichando por su academia cuando era un niño. Aunque en el 'Campo de Estrellas' que grabó años más tarde en Real Madrid TV ni él ni su familia dijeron lo mismo. "En los cromos del Madrid se ponía su cara. Raúl y Morientes eran sus ídolos. El Madrid era el equipo de sus sueños, donde ha querido jugar desde pequeñito. Parábamos en el Bernabéu y él decía: yo quiero jugar aquí", contaba su madre.

La historia de Morata con el Real Madrid

Lo cierto es que la historia de Morata con el Real Madrid arrancó en el Atleti. Cuando llegó a la edad de cadete, Álvaro decidió abandonar la cantera colchonera porque apenas jugaba, y se marchó al Getafe. Tras un año espléndido allí, Míchel le firma para La Fábrica. Su siguiente paso sería el Juvenil C del Real Madrid, en el que coincidió con Sarabia y Lucas Vázquez.

Y también con Sergio Piña, su entrenador de aquel equipo. "Álvaro es el chico más extrovertido que he tenido en un vestuario. Un auténtico líder. Le guardo mucho cariño, y además es que ese año remataba hasta una lavadora. Lo remataba todo", narra el técnico de aquel Juvenil C, ahora agente de representación.

Después de su trayecto por el Juvenil C, un ascenso meteórico en Valdebebas. Morata debutó con el primer equipo del Real Madrid de la mano de José Mourinho en Zaragoza, como Raúl, cuando tenía 18 años. Y fue alternando con un Castilla que logró el ascenso a Segunda División, junto a otros canteranos ilustres como Jesé Rodríguez, Nacho o el propio Dani Carvajal.

"Cuando empezaba a subir con el primer equipo, después de los partidos, Morata iba a algunos bares con los ultras", cuentan fuentes del club merengue que estaban en aquella época. Morata exhibía su madridismo, y lo vivió emocionado cuando en el año 2014 ganó la Champions a las órdenes de Carlo Ancelotti, con minutos en la final.

Más tarde, su salida a la Juventus y una experiencia que también le marcó: el gol que anotó en el Bernabéu y eliminó a los blancos en semifinales de Champions. "Hubiera pagado lo que sea por habérselo marcado a otro equipo. Estoy en deuda. Les debo una tarde de gloria", confesó.

En los años posteriores, su regreso al Madrid, sin el protagonismo que demandaba, su venta al Chelsea y su traspaso al Atleti. Hasta este martes, en el que vuelve a la que fue su casa y se prepara ante un ambiente hostil. De cuando la grada del Bernabéu le pedía por delante de Benzema, a los pitos que le esperan esta noche con el Milan.