Lamine Yamal es la esperanza de Quaresma para mantener el legado de su trivela: "Estará muchos años luchando por el Balón de Oro"

Hay gestos técnicos en el mundo del fútbol que conducen irremediablemente hacia algunos de sus protagonistas. El golpeo con el exterior, de tres dedos o trivela, en el fútbol contemporáneo puede llevarle a uno a Ricardo Quaresma. También a Luka Modric. Desde hace un tiempo, quien mantiene vivo uno de los recursos más estéticos es Lamine Yamal. El delantero catalán ya ha dejado asistencias golpeando de esta manera el balón y cada vez le sale de manera más natural. En Villarreal y Mallorca dejó dos obras museísticas, dos postales para la historia de LaLiga.

Cuando Quaresma fichó por el Barcelona, Lamine todavía no había nacido. El portugués se retiró hace ya más de tres años, tras pasar por clubes como Oporto, Besiktas, Inter, Sporting o el propio Barça. En su legado siempre quedará la trivela. "He explicado varias veces cómo empecé a usarlo. Me acostumbré a golpear así. A lo largo de los años fui perfeccionando el remate con trabajo", cuenta el exfutbolista en Relevo.

Al preguntarle por Lamine, Quaresma no duda en ponerlo entre los mejores futbolistas del planeta. ¿Por qué se le da tan bien al de Rocafonda golpear con el exterior? "Porque es un crack. Lo tiene todo para triunfar y para estar muchos años en la lucha por el Balón de Oro", responde el portugués, que jugó con su selección cerca de 80 partidos. Cuando piensa en la trivela, Lamine no es el único que le viene a la cabeza. "También Modric, por los vídeos que aparecen. Modric prueba con la trivela, como Lamine, pero sinceramente somos todos diferentes", comenta.

Lamine ha tomado el relevo de Quaresma. "Lo hago desde alevín. Es un recurso que es mejor que darle con la derecha. Me está saliendo muy bien", expuso recientemente. En La Masia recuerdan que Lamine utiliza el recurso desde pequeño, pero a medida que ha ido creciendo la ha ido perfeccionando. "Siempre ha tenido mucha variedad de recursos. De pequeño no usaba tanto el exterior porque no tenía tanta fuerza, como es normal. Es un superficie que requiere de fuerza, pero a medida que ha ido creciendo la ha ido usando más".

"Lamine tiene mucho repertorio de movimientos. Tiene variantes y su capacidad física le permite hacer más cosas que al resto", cuenta Alejandro Bayo, podólogo especializado en biomecánica que trabaja con varios deportistas de la élite. A pesar de la facilidad con la que lo explota, para Lamine es más difícil golpear de trivela. Aunque pueda parecer poco, saca cinco centímetros a Quaresma y ocho a Modric. Tiene el centro de gravedad más alto.

Un aspecto que potencia el recurso es la cadera. "Arma superrápido y vemos cómo imprime esa potencia generando un ángulo de rotación interna de cadera espectacular. El giro de pie hacia dentro lo provoca la rotación de cadera. Es un gesto técnico espectacular", reconoce Bayo. Biomecánicamente, defiende el podólogo, por cadencia y golpeo Lamine se asemeja más a Neymar -su ídolo- que a Leo Messi.

Desde la banda, el atacante blaugrana levanta la grada de la forma que quiso hacerlo Quaresma. El paso del portugués por el Camp Nou se limitó a únicamente 28 partidos, pero aquella temporada le marcó para siempre. "Siempre soñé con jugar en el Barça. Tengo la pena de no haber triunfado por varios motivos, también era muy joven. Fue en el club que más placer me hizo jugar porque era mi sueño desde niño. Entrar al estadio del Barça, verlo lleno, vestir la camiseta… es lo que siempre. Me da pena no haber tenido el éxito que hubiera querido", reconoce.

Este martes, Lamine jugará en Portugal por segunda vez en su carrera profesional. Lo hizo el curso pasado en Do Dragao, donde Quaresma llegó un año después de que el Oporto de José Mourinho levantara la Champions, y ahora lo hará en Da Luz. Quaresma no tiene dudas sobre quién tiene más números de ganar. "Si el Barça tiene a todos los jugadores inspirados y tienen su día, el Benfica tendrá muchos problemas", cierra el portugués.