El fiel escudero que comparte penas y alegrías con Luis Enrique está tras la revolución del PSG: "Los dinosaurios se extinguieron y tenían las mejores cualidades"
Rafel Pol ha estado desde 2011 en su staff, en noviembre falleció su mujer y sus ideas revolucionarias casan con las del asturiano.

El fútbol mundial mira con un ojo a París y con el otro a Milán, las ciudades de la moda que ahora mismo están de moda porque sus clubes de fútbol han alcanzando la final de la Champions. Todavía con la eferversencia del Inter-Barça, de las quejas arbitrales del lado azulgrana o de la adrenalina vertida en el Giuseppe Meazza, el miércoles el PSG solventó con menos emoción su encuentro ante el Arsenal. En el primer curso sin Mbappé, Luis Enrique ha conseguido lo que quería, un equipo que juega y corre, que brilla sin estrellas pero que sigue a su líder, y que está a un paso de lograr, por primera vez en su historia, La Orejona. Y detrás de ello hay otros actores, y uno su inseparable escudero.
El éxito de Luis Enrique es también el de Rafel Pol (Mallorca, 1987), que lleva con el entrenador asturiano desde su aventura en la Roma en 2011 y a quien le une una desgracia familiar que ha marcado sus vidas. La del entrenador, la muerte en 2019 de su hija Xana debido a la osteosarcoma, lo que le hizo apartarse de la Selección. La del que es su mano derecha, el fallecimiento el pasado noviembre de su mujer, Raquel, tras una larga enfermedad. Unidos por el dolor, ambos han conseguido ponerse el caparazón del fútbol para dar forma a un equipo made in Luis Enrique.
"Rafa ha sabido estar siempre en su sitio, ha ido variando su rol en el staff. Empezó llevando la preparación física hasta que se encargó de ser asistente, y es la persona en quien más confía. Es una persona con poco afán de protagonismo, con mucha capacidad, conocimiento y siempre ha aceptado los cambios de rol dentro del cuerpo técnico", explican fuentes del club parisino que conocen bien la carrera del entrenador y de su cuerpo técnico.
El momento más duro fue en 2024 por la enfermedad de su mujer. Rafa Pol dejó el PSG y se trasladó a Barcelona para pasar los últimos meses al lado de Raquel. Aunque seguía ligado desde la distancia al club parisino y viajaba cuando podía, su mente estaba centrada en ella. Fue un palo muy duro hasta que, una vez falleció, regresó a París para continuar con la temporada con una profunda cicatriz. "Queremos dedicar esta victoria a una persona muy importante para el staff, la esposa de Rafel, Raquel, quien lamentablemente falleció. Me hago portavoz de todos nosotros en el Paris Saint-Germain. Queremos dedicar esta victoria a Rafel, a su familia y a la familia de Raquel", dijo el propio Luis Enrique el 10 de noviembre.
Sus malos momentos en Barcelona y el click que cambió su vida
Pol nació y creció en Campanet, un pequeño pueblo de Mallorca, pero con apenas 19 años se trasladó a Barcelona para estudiar Ciencias de la Actividad Física y el Deporte. Le costó adaptarse, como él mismo reconoce: "Fue un gran cambio. El primer año fue difícil y fue gracias a la carrera que pude sentir la facultad como mi casa. Tengo un vínculo muy fuerte con ella", explicó en 2022 en una entrevista a Issue.
Y ese click lo dio cuando leyó a Natalia Balagué, que iba a ser su proofesora de Fisiología, quien había escrito un libro titulado 'Teoría de Sistemas Dinámicos en el Entrenamiento'. Esa manera de pensar abrió el tarro de sus pensamientos. "Me cambió la perspectiva. No hay nada más practico que una buena teoría", reflexionó en 2022 en una entrevista en la Universidad Europa, en la que desgranó sus reflexiones alrededor del fútbol y que encajan con las que tiene Luis Enrique.
Rápidamente se convirtió en un alumno aventajado e hizo sus pinitos en el fútbol femenino, como preparado físico del Levante las Planas -actual Levante Badalona-, quien en aquel momento militaba en Segunda División. Y a partir de ahí empezó a desarrollar sus ideas sobre el fútbol: "Los dinosaurios se extiguieron cuando tenían las mejores cualidades. En el fútbol nos hemos centrado en entrenar para mejorar cualidades pero lo realmente importante es poder adaptarse a los cambios. No vi jugar a Pelé, pero Messi, ¿cuánto tiempo fue el mejor? Ha sabido adaptarse a contextos diferentes, clubes, equipos...", reflexionó en esa entrevista, en la que dejó claro que el futbolista es más "artista que robot" y que algunos de sus opiniones han llegado incluso a publicarse en el mundo astronómico.
El libro que le hizo conocer a Robert Moreno y luego a Luis Enrique
Inquieto como pocos, a Pol le dio por plasmar en un libro todas sus reflexiones. La preparación ¿física? en el fútbol era el título y en él se hacía preguntas, en la línea de Paco Seirulo, a quien había tenido de profesor, y cuestionaba la preparación física al uso y descontextualizada. "Todo está mucho más vinculado de lo que parece. No hay una diferencia clara en la preparación física entre lo que es fisiológico, psicológico o sociológico. A menudo, el hecho de que un jugador aumente su rendimiento está más vinculado a la motivación o a la focalización en la tarea que quiere lograr", dijo.
Rafa Pol dio en aquel 2011 con MC Sport, la editorial de Robert Moreno, que ya hacía de analista para Luis Enrique. Y así llegaron, rápidamente, a unir sus caminos. El técnico asturiano, siempre innovador y en busca de un perfil de ayudantes concretos, incluyó a Moreno, que ya hacía de analista, y a Pol en su primera aventura de elite, en la Roma. Y de ahí saltó a Vigo, la Selección española y el PSG, con el conflicto con Moreno cuando este se hizo cargo del equipo nacional por la enfermedad de Xana. Pero Rafa Pol siempre se mantuvo al lado de Luis Enrique.
El preparador asturiano, quien prefiere que todos sus ayudantes mantengan un perfil bajo de puertas hacia fuera, ha encontrado en Pol su mejor compañero de viaje. Ambos entienden el fútbol de manera similar, en la que el equipo está por encima de todo y no hay privilegios, donde, aunque haya un lenguaje común, se mantiene la creatividad de cada jugador para dar cabida a talentos como Dembélé, Kvaratskhelia o incluso Hakimi puede descolgarse para marcar goles. Ahora el PSG no es el de los dinosaurios (Mbappé, Messi o Neymar) sino un animal con 11 patas que funciona al unísono y que se adaptan a cualquier circunstancia.