La caricia de Míchel y el "míratelo 20 veces" que explica el éxito del Girona y la apuesta por un Van de Beek que se planteó "dejarlo todo"
El futbolista neerlandés fue uno de los fichajes más mediáticos de LaLiga el pasado verano.
Existe una regla no escrita en la Champions según la cual el futbolista que acompaña al entrenador de un equipo en la comparecencia de prensa previa a una jornada europea, es titular. Si se cumple, Van de Beek será de la partida en el Girona-Feyenoord, que supondrá el debut europeo de Montilivi. La inclusión en el once del neerlandés, que no ha dispuesto de demasiados minutos hasta el momento, tiene toda la lógica del mundo atendiendo a que Oriol Romeu se lesionó en Balaídos y estará ocho semanas de baja.
Van de Beek fue el referente de una generación brillante en el Ajax -también estaban Onana, De Ligt, Blind, Tagliafico, Mazraoui, De Jong, Ziyech y Dolberg- y en su día estuvo a punto de firmar por el Madrid, pero terminó en el Manchester United por un dineral. Las cosas no le fueron nada bien en Old Trafford y en las cuatro últimas temporadas, con alguna cesión de por medio, jugó poco. Muy poco.
Precisamente, el futbolista de Nijkerkerveen, una pequeña localidad al sur de Ámsterdam, habló desde la nueva sala de prensa del Girona, en la previa del encuentro contra el Feyenoord, sobre su falta de oportunidades en los últimos años: "Fue difícil desde el punto de vista mental, sufrí bastantes reveses". Fue un poco más allá y reconoció que llegó a plantearse abandonar el profesionalismo: "Sí que he pensado en dejarlo todo, pero la familia, mi pareja y mis hijos, me han ayudado a seguir. Me gusta jugar al fútbol y sigo trabajando para ello".
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La caricia de un padre
Mientras Van de Beek respondía, Míchel, que estaba en la silla de al lado, le dio un golpe de apoyo en la espalda y acarició el hombro del exfutbolista del Ajax, como haciendo de padre con su pupilo. El cariño del vallecano, que detectó que la respuesta del neerlandés era profunda y difícil de ejecutar, fue correspondida por Van de Beek, que giró la cabeza y sonrío al entrenador del Girona, que lo está recuperando para su causa.
Cuando a Van de Beek, sentenciado en el United, le restaba apenas un año de contrato, apareció el club rojiblanco para darle una nueva oportunidad. Fue una ganga para la entidad catalana, que apenas pagó medio millón por el que fue uno de los futbolistas más cotizados del mundo hace un lustro, y una tabla de salvación para el jugador de 27 años.
La incorporación de Van de Beek casa a las mil maravillas con la filosofía del Girona y de su 'arquitecto', experto en encontrar agua en el desierto; la de apostar por futbolistas de primer nivel, totalmente recuperables, a los que las cosas no les han ido bien recientemente. Mismo caso que con Eric García, por ejemplo. Y fue todo un éxito, por cierto.
ENTRENAMENT PREVI AL GIRONA FC 🆚 FEYENOORD
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«Voy a fichar a este, ¿te gusta?»
En la previa de Champions, Míchel desveló otro detalle muy trascendental sobre el modus operandi del Girona en el mercado: "Tengo la suerte de que la dirección deportiva me ha consultado todos los fichajes, todos. Yo sé que hay fichajes que ahora no están jugando y necesito decirles a la cara que son muy importantes para mí, porque Quique me decía 'voy a fichar a este, ¿te gusta? Míratelo 20 veces. Si no te gusta no lo fichamos'. La dirección deportiva trabaja así conmigo en este club, con lo cual todos los fichajes que hay aquí son jugadores que yo he pedido".
La declaración del entrenador madrileño revela la estrategia, de Champions, de un Girona que con el tándem formado por Quique Cárcel y Míchel está haciendo historia al pisar suelo europeo por primera vez y confirma que la apuesta por el neerlandés fue consensuada por ambos. El tiempo les dará o les quitará la razón, pero este miércoles Van de Beek liderará al equipo catalán en el día que sonará por primera vez el himno de la Copa de Europa en Montilivi.