GIRONA - FEYENOORD

Cuando el Girona era un club amateur, pero secaba el césped con un helicóptero por 480 euros: "La idea salió de la F1"

El equipo catalán debuta como local en competición europea ante el Feyenoord.

Presentación de la Copa Catalunya 2005, con Josep Gusó. /CRDI / Josep Ferrer
Presentación de la Copa Catalunya 2005, con Josep Gusó. CRDI / Josep Ferrer
Marc Mosull

Marc Mosull

Este miércoles por la tarde sonará el himno de la Champions League en Girona por primera vez en su historia. Es el debut continental en el estadio de Montilivi del conjunto catalán, que forma parte del selecto grupo de 36 clubes que disputan la primera edición de la nueva Copa de Europa; toda una hazaña para un equipo que apenas acumula cuatro temporadas completas en la élite nacional. El crecimiento de la entidad ha sido fulgurante, pues no hace tanto ni tan siquiera formaba parte del fútbol profesional español.

A finales de 2005, Josep Gusó, que apenas llevaba unos meses presidiendo a un Girona que vagaba por Tercera División, protagonizó una anécdota que retrata toda una época, la foto de un mandato, que se alargó hasta 2010, de claroscuros económicos, decisiones controvertidas y éxitos deportivos: alquiló un helicóptero para secar el césped del estadio de Montilivi.

El Girona había sido nombrado en 2005 organizador de la Copa Catalunya que se iba a disputar en su estadio con la participación de Espanyol y Lleida, que se enfrentarían en la primera semifinal; y Barça y Nàstic, contendientes en la otra eliminatoria. Estaba previsto que ambos encuentros se jugaran el 15 de noviembre, pero en los días previos llovió a mares en el norte de Cataluña y el césped de Montilivi quedó muy maltrecho, casi impracticable.

"Por la mañana hubo la reunión de seguridad y estaba prácticamente decidido que no se iban a disputar los encuentros. Pero Josep Gusó dijo 'no, no, aquí se juega'. Claro, imagínate los ingresos que suponen para un equipo de Tercera que Barça y Espanyol acudan a tu estadio. Y se le ocurrió contratar un helicóptero para secar el césped; la idea salió de la Fórmula 1, él había visto que cuando llovía mucho en algunos circuitos lo utilizaban y se encargó de todo", desvela a Relevo Josep Sierra, que en aquel momento era el delegado en Girona de la federación catalana, entidad organizadora de la Copa Catalunya.

480 euros, precio amigo

Tras algunas llamadas, en media hora un helicóptero procedente del aeropuerto de Girona, propiedad de la empresa Center Vol, ya estaba sobrevolando a ras de suelo el césped de Montilivi con el objetivo de que el viento producido por el movimiento de sus hélices ayudara a eliminar el agua acumulada sobre el verde. Según desveló El 9 Esportiu en su edición del 16 de octubre, el servicio costó 480. Precio amigo. Lo pagó de su bolsillo el presidente gironí y no la federación catalana. "Gusó era así. Tenía cosas extrañas, pero solían funcionar. Era un genio, se podría escribir un libro sobre él", admite Sierra acerca de la kafkiana decisión del dirigente rojiblanco.

A mediados de los 90, ya el Atlético de Madrid, por recomendación expresa de un Radomir Antic que lo había visto en la Premier League, utilizó el sistema del helicóptero para secar la hierba. "Funcionó. En dos horas el césped de Montilivi estaba secó y se pudieron disputar sin problemas ambas eliminatorias, que fueron televisadas por TV3. Que parara de llover también ayudó", confirma el exempleado de la federación. El Espanyol goleó al Lleida y el Barça, al Nàstic, para citarse ambos clubes barceloneses en la final del 5 de octubre, que ganaron los pericos con un gol de Corominas.

Josep Gusó, en el palco de Montilivi.  El Punt / Eudald Picas
Josep Gusó, en el palco de Montilivi. El Punt / Eudald Picas

El gol de Migue que lo cambió todo

La gestión de Gusó, que tomó las riendas de un club que acababa de descender de Segunda B a Tercera y que tenía "un estadio que se caía a trozos" fue de lo más ambiciosa, a menudo gastando mucho más de lo debido para lograr los objetivos. "Era como un jugador de póker", admiten algunos de los que vivieron de cerca aquella etapa.

"El Girona llevaba 50 años sin estar en Segunda División. Muchos lo intentaron, pero no lo lograron. Gusó, cuando el equipo sube de Tercera a Segunda B [en la 2006-07] toma la decisión de ir a por todas y monta un gran equipo para ascender otra vez. Decidió arriesgar. Claro, la diferencia entre Segunda B y Segunda A es abismal, sobre todo en ingresos económicos. Y le fue bien porque se ascendió", explica Josep Sierra, que desde 2007 fue vicepresidente de Josep Gusó en la entidad catalana.

El gol de Migue ante el Ceuta, que es para sus aficionados "como el de Koeman en Wembley", fue el que devolvió al Girona a Segunda División más de medio siglo después. "En muchos momentos se ha dicho 'si no se hubiese marcado ese gol' el club habría desaparecido. En ese ascenso concreto, si no se hubiera subido igual se habría encontrado dinero para seguir en Segunda B o se habría descendido dos categorías y, más adelante, hubiéramos remontado", cuenta Sierra.

Celebración del Girona por su ascenso a Segunda en 2008.  CRDI
Celebración del Girona por su ascenso a Segunda en 2008. CRDI

"Desaparecer es complicado, pero claro, no hay que olvidar que en aquel momento y, aunque estuviésemos en Segunda B, éramos un club totalmente amateur. Lo que está claro es que ese gol nos llevó al fútbol profesional y de allí el Girona ya nunca más se ha ido. Ese ascenso ayudó mucho a estar donde está ahora el club", lo cierra Sierra, que abandonó la entidad en 2010 cuando Gusó vendió su paquete de acciones a Josep Delgado -cuya rocambolesca historia ya explicamos en Relevo-, tras ser testigo y parte de una de las etapas más trascendentales de la historia del Girona, sintetizada en la idea de su presidente de secar con un helicóptero el campo de un equipo que entonces andaba muy lejos de la élite y en el cual este miércoles sonará por primera vez el himno de la Champions League.