CHAMPIONS LEAGUE

Está caótica nueva Champions tiene paradojas: ¡quedar 24º suena mejor que ser 15º!

Estudiar el cuadro antes de empezar la competición y también ahora encuentra algún debate nada convencional.

Haaland, en un partido con el City./EP
Haaland, en un partido con el City. EP
Jonás Pérez

Jonás Pérez

Ya todos conocemos que la nueva Champions tiene una fase de liga, más partidos, más emoción y una última jornada espectacular que albergará 18 partidos simultáneos por terminar de cerrar las posiciones restantes. A partir de aquí, llega el segundo cuatrimestre y es momento de estudiar cómo funciona exactamente ese cuadro diabólico tan desconocido y nunca antes visto en el fútbol europeo, cómo va lo de los sorteos...

Pues si ya es difícil de entender de antemano, hemos de decir que este nuevo formato de Champions tiene importantes paradojas que parten de teorías como que es mejor quedar 24º que quedar 15º. Obviamente es a priori, ya que nadie sabe si el líder será un club más asequible y de repente en la 14ª posición puede llegar un Real Madrid o un Bayern de Múnich que conviertan tu aventura europea en una auténtica pesadilla.

De hecho, Manchester City y Paris Saint Germain se jugarán en esta última jornada la clasificación para la fase de repesca, conocida oficialmente como playoff o popularmente como dieciseisavos de final. Un escenario que, desde luego, no sospechaban. Pero se guardan un gran as bajo la manga: aunque su posición sea pobre, que lo será, no es tan desastrosa como parece. Y cuidado si logran una 21ª o 22ª posición, que incluso les da más privilegios.

Vamos a plantear escenarios que dejen la duda en el aire:

Qué pasa si... quedas 15º

  • En dieciseisavos en casa contra 17º o 18º
  • En octavos fuera de casa contra 1º o 2º

Qué pasa si... quedas 24º

  • En dieciseisavos fuera de casa contra 9º o 10º
  • En octavos fuera de casa contra 7º o 8º

Qué pasa si... quedas 22º

  • En dieciseisavos fuera de casa contra 11º o 12º
  • En octavos fuera de casa contra 5º o 6º
  • En cuartos no sé sabe si en casa o fuera de casa contra 3º o 4º en el 'peor' de los casos

Vistos los casos en cuestión, realmente parece que es peor ser 15º, en especial si eres un grande europeo capaz de eliminar a cualquiera como City, PSG o incluso Real Madrid, ya clasificado, pero con poco más margen que estos. El cruce de dieciseisavos será relativamente similar, ya que lo más natural es que entre el 9º y el 20º apenas haya un punto de diferencia, nada significativo viendo la enorme igualdad de la competición. Ahora, por supuesto que el 9º puede ser un Bayern de Múnich y el 20º un Brest. ¡O viceversa! Pero no es el tema a tratar, ya que es imposible de dilucidar a estas alturas de la película.

Retomemos: un 15º de repente se enfrenta a un líder o un segundo en octavos de final y como visitantes en el partido de vuelta. En esa eliminatoria, a buen seguro, no partirán como favoritos, sea cual sea su nombre. Enfrente tendrán a otro gigante, que encima ha demostrado estar por encima de todos en estos primeros meses de competición. Si de primeras, antes de que comenzara el torneo, ya lo podía pensar cualquiera que se parara a analizarlo, cómo no lo vas a hacer ahora viendo el nivel excelso del Liverpool de Slot.

Pero de repente si quedas 24º te mides a un noveno o décimo, que no será sencillo, pero sí accesible en dieciseisavos. Y de repente en octavos, pese a haber estado a milímetros de caer eliminado, te viene un séptimo u octavo, también a priori de nivel, pero batible. ¿Pues no suena tan mal, no? En cuartos, ya sí, viene el primero o segundo, pero sin tener asegurado el factor campo.

Y ahora el último caso: ser 22º. En dieciseisavos, un 11º o 12º. No hay favoritismo previo, pero sí una gran capacidad para vencer. En octavos, llegar el quinto o el sexto, exactamente igual: un gran equipo, como siempre ocurre en esta competición, pero que ya ha demostrado tener alguna flaqueza. Para cerrar, en cuartos de final incluso sigues evitando a los líderes y te ves las caras con tercero o cuarto en el peor de los casos, si estos han logrado avanzar. Es decir, eres el tercer peor clasificado para dieciseisavos y evitas a los dos mejores hasta semifinales.

Un 'problema' sin solución

Vistos estos tres supuestos, cuanto menos invita a pensar que no hay una diferencia significativa entre quedar 15º o quedar 24º, lo que ya de por sí es una paradoja enorme. ¿En qué competición es posible que antes de empezar un equipo prefiera quedar 22º que quedar 15º? Por imposible que parezca, es un escenario de lo más común entre los participantes de este nuevo formato.

Pero claro, tampoco es que pueda solucionarse. Imaginemos que colocamos al 23-24º con el 9-10º en dieciseisavos (ya sucede) y después en octavos contra 1-2º (no sucede). ¿Quién querría ser noveno entonces? Impensable. Un recurso alternativo será mantener el cuadro de repesca tal y como está y después reconfigurarlo hasta el punto de que los líderes se enfrenten a los peores y así sucesivamente. De tal modo, siempre se primaría la mejor posición en fase de liga. Esto tiene otro toque de injusticia: un 24º que ha logrado dar la sorpresa tampoco merece ser condenado a darla una y otra vez.

Así es el fútbol, así es la nueva Champions y será cuestión de tiempo que todos nos acostumbremos a vivir con estas reglas. Pese a ello, no está de más rascar dentro del formato y encontrar alguna que otra rareza.