Camavinga se pide el '6'

Eduardo Camavinga (21 años) jugará mañana su primera final de Champions como titular. La baja de Tchouameni le abre un hueco que se ha ganado por derecho propio y que parte del madridismo pedía desde hace tiempo. Servirá de confirmación para él, por si todavía había alguna duda de su talento. Junto a Kroos y Valverde comandará el centro del campo blanco en el partido más importante del año. Pero, aunque esta oportunidad llegue ahora, hay pocas dudas de que será uno de los líderes del futuro del Real Madrid.

Así lo cree el club y lo demostró con una renovación a la altura firmada hace sólo unos meses. El francés quedó vinculado a la entidad hasta 2029 con una notable subida de salario. Una evidencia de cariño y confianza en toda regla. Pero la cosa no queda ahí, y la próxima puede ser el dorsal. Según ha podido saber Relevo, en caso de que se confirme la marcha de Nacho, el francés heredará su dorsal.

Se trata de un tema comentado en el vestuario y que el propio futbolista ha motivado. No es casualidad que Francia, que dio a conocer ayer los dorsales para la Eurocopa, también se lo otorgara. Le gusta el número y está dispuesto a portarlo después de que Nacho lo haya hecho durante los últimos ocho años. Dos leyendas como Manolo Sanchís o Fernando Hierro lo lucieron en su época, mientras que antes del canterano se lo enfundaron Khedira, Adebayor, Lassana Diarra y Mahamadou Diarra.

Todos en Valdebebas ven en Camavinga a uno de los hombres del futuro del Madrid. Entre ellos, Florentino Pérez, enamorado de su forma de jugar. Nadie duda de que acabará haciéndose un hueco en el equipo tarde o temprano, y el dorsal 6 es la demostración de que no tardará en estar entre los indiscutibles del once. Él, que no siempre ha jugado con regularidad, cuenta con la confianza de Ancelotti y del cuerpo técnico y a partir de la temporada que viene, con la marcha de Kroos, se le verá mucho más seguido. Dentro del vestuario creen que será él quien más aprovechará la marcha del alemán.

Hace diez años Camavinga tenía apenas 11 años. Por aquel entonces, mientras él jugaba en las categorías inferiores del Drapeau-Fougères, el Madrid levantaba su décima Champions. En esta década ha visto cómo los blancos conseguían otras tres seguidas y él mismo levantaba una cuarta en 2022. En apenas dos años de blanco lleva dos finales, demostrándose como un ganador más en otra generación que promete ser histórica.

El mediocampista, nacido en Angola, brilla con luz propia. "Todo el mundo quiere acercarse a él", comentan personas cercanas al vestuario que conviven con un futbolista excepcional en lo deportivo y en lo humano. Heredará un dorsal de peso con el que escribir su historia en el Real Madrid. La misma, si nada se tuerce, anticipa muchos éxitos con Camavinga como una de las estrellas.