HOFFENHEIM 1 - BAYER LEVERKUSEN 4

Boniface lidera la victoria del Leverkusen de Xabi Alonso y celebra sus goles... ¡con una bajada de pantalones!

El delantero del Bayer Leverkusen festejó su doblete ante el Hoffenheim de una manera peculiar pocas veces vista en un campo de fútbol.

Boniface celebró los dos tantos de la victoria del Bayer Leverkusen bajándose los pantalones. /REUTERS
Boniface celebró los dos tantos de la victoria del Bayer Leverkusen bajándose los pantalones. REUTERS
Mateo López de Prado

Mateo López de Prado

Las celebraciones de los jugadores se caracterizan por su originalidad y descaro, cada año se sacan un nuevo truco de la manga, pero Boniface, delantero del Bayer Leverkusen, alcanzó un nivel pocas veces visto sobre un terreno de juego. Festejó los dos goles que le endosó al Hoffenheim en la tercera jornada de la Bundesliga bajándose los pantalones hasta la altura de la rodilla. El nigeriano sorprendió a sus compañeros y rivales, nadie tenía ninguna explicación para lo que estaban viendo sus ojos. El árbitro, por su parte, ni se inmuto y no le profirió ninguna sanción, lo dejó pasar como quién ve una nube en el cielo.

Los jugadores del Xabi Alonso se dieron cita en Rhein-Neckar-Arena después del parón de selecciones para volver al ruedo y a la rutina de la liga alemana antes de hacerle frente a la Liga de Campeones la próxima semana. Una prueba de fuego para probar el nivel de su proyecto. Invictos durante la temporada pasada, este año a las primeras de cambio ya habían sufrido una derrota ante el RB Leipzig y los peores presagios se cernían sobre los discípulos del tolosarra. Nada que ver, el Hoffenheim fue víctima de la maquinaria perfectamente engrasada de los campeones de la Bundesliga 23/24.

Y el líder del triunfo fue el protagonista de la anécdota del partido. Boniface, con dos goles y una asistencia, se convirtió en el principal argumento del ataque para volver a la senda de la victoria. La potencia al espacio del nigeriano marcó las diferencias con pases constantes de sus compañeros a las espaldas de la defensa rival. El suicidio del Hoffenheim se produjo al permitir contragolpear a los vigentes campeones de la liga aprovechando los huecos y el buen pie de centrocampistas como Granit Xhaka. Nada pudieron hacer ante esas acometidas, en media hora iban dos a cero abajo.

El encuentro se desarrollaba con normalidad. El nigeriano asistía a Terrier para inaugurar el marcador e iniciar la fiesta goleadora. Minutos más tarde, se estrenaba en el partido el delantero y sin comerlo, ni beberlo, se dirigía a las gradas, se detenía ante un estadio entero observándole y se bajaba los pantalones. Atónitos ante lo sucedido por la excentricidad de la celebración, el árbitro calló, otorgó y decidió no amonestar al jugador del Leverkusen. No lo vería sancionable.

El partido seguía su camino sin exaltos. Anotaba el Hoffenheim intentando hacer la machada, nada más lejos de la realidad. El Leverkusen prosiguió con su apisonadora y alcanzó el 4-1 con un tanto de Wirtz y el segundo gol de Boniface. Y, nada más transformar el doblete se dispuso a realizar la segunda celebración con los pantalones prácticamente por los suelos. Lo había realizado dos veces. Quitarse la camiseta sería amarilla, en cambio el joven africano de 23 años tuvo manga ancha y no tuvo represalia ninguna por parte del colegiado.