Xabi Alonso pretende volver con más fuerza con su Bayer Leverkusen

Tras la resaca del triunfo, volver a empezar nunca es sencillo. Más cuando, a sabiendas de lo logrado, esta nueva temporada 24/25, todas las miradas van a estar en uno de los equipos de moda de la pasada campaña. Los de Xabi Alonso volverán a la competición que conquistaron por vez primera, tras un año para recordar por todos los aficionados del equipo de la aspirina.

Se suele decir que lo complicado es mantenerse. En esa dura prueba estará este nuevo curso el Leverkusen de Alonso, en una Bundesliga en la que todos los gigantes buscarán quitarle el cetro y en la que ya se van conociendo sus tretas para llevarse el gato al agua. Dentro de lo que es un bloque bien armado y ya con muchas de las herramientas que utilizarán, sin duda, durante la 24/25, el Leverkusen tiene ya en su mirada el reto de mantenerse a flote en lo más alto de una Bundesliga de la que aún será, como poco unos meses, vigente campeón.

El equipo entrenado por Xabi Alonso vuelve a la 24/25 tras una temporada histórica en la que consiguió el ansiado título de la Bundesliga, tras un año lleno de méritos y con un amargo postre en la final de la Europa League, en la que cayeron ante la Atalanta. Y el caso es que han empezado pronto a pulir el que será el nuevo equipo para esta temporada, haciendo pocos cambios, pero muy importantes.

Aún con el mercado abierto, el bloque del Leverkusen ganador sigue intacto, a pesar de que se prevé que haya nuevos movimientos que puedan trastocar en algo los planes a corto plazo del equipo alemán. La primera gran llegada provenía de LaLiga, donde un centrocampista como Aleix Garcia y su desempeño en el sorprendente Girona de Míchel acabó optando por la opción de estar a las órdenes de Xabi Alonso de entre varias opciones encima de la mesa. Capaz de sostener con habilidad el centro del campo del equipo alemán, el español se junta a su otro paisano en el club, Alejandro Grimaldo.

Desde la Ligue 1, dos refuerzos del Rennes, Martin Terrier y Belocian, atacante y defensa respectivamente. Ambos vienen a sumar opciones para un equipo que también ha ido declarando bajas que deberán suplir con la capacidad de quienes estuvieron cubriendo las espaldas de los titulares en la 23/24. El primero, Terrier, como posible relevo en cualquiera de las posiciones de ataque. El defensor, Belocian, como un activo importante como central en perfil zurdo o como lateral.

Más allá de la vuelta de cedidos, que pueden ir saliendo poco a poco junto a otros en las semanas que restan, como en el caso de Iker Bravo (ya jugador de Udinese), Fosu-Mensah, libre, o los casos de Pentz, Hlozek y Azmoun, representan las bajas del conjunto alemán. El portero austriaco aprovechará la oportunidad el brillar en el fútbol danés en el Brøndby, el delantero checo refuerza por 18M€ a un rival directo, el Hoffenheim, y el iraní recala en el Shabab Al-Ahli, de los Emiratos Árabes Unidos.

Salvo el delantero checo de 22 años, que incluso tuvo oportunidades de despuntar durante la 23/24, ninguna de las bajas es por el momento motivo de urgencia para poder ir al mercado por necesidad. Podemos esperar, por tanto, un Leverkusen reconocible, pero con matices que puedan funcionar como estímulo para los suyos y algoritmo a resolver por los rivales, que tendrán que buscar respuestas para hallar el camino de la victoria ante los de la Bayer.

En el primer duelo serio de la temporada, en la Supercopa de Alemania disputada en el BayArena el pasado 17 de agosto, Xabi Alonso formó en un sistema casi idéntico a lo que nos tiene acostumbrados, aunque con piezas diferentes a las acostumbradas a jugar partidos clave. Con Hrádecký en portería, Tapsoba, Andrich e Hincapié en línea defensiva, Xhaka y Aleix en el doble pivote, Belocian y Nathan Tella en los carriles izquierdo y derecho respectivamente, Terrier y Adli por detrás del punta y Boniface como referencia atacante. Un dibujo y un comportamiento en el campo que podría ser el de cualquier jornada de la pasada campaña, salvando los futbolistas llegados este mismo verano.

El que tiene como objetivo despertar ante la bestia de Leverkusen es el Bayern München. Romperle la racha de ganador de la Bundesliga más de una década después tiene un mérito increíble, pero no hay nada más peligroso que un equipo como el de Bavaria herido en el orgullo. Tras la salida de Tuchel y la llegada de Kompany, una apuesta arriesgada para el banquillo, el conjunto de Múnich tiene ganas de recuperar el poder absoluto en Alemania. Y recuperar el feudo que ha sido su territorio tanto tiempo está costando debates sociales, fichajes y salidas, a veces, algo incomprensibles.

Para el Leverkusen no será sencillo, además, hacer ver que sigue con hambre, aunque una buena muestra siempre es empezar ganando. Algo que han hecho en Leverkusen, en su primera prueba seria. Ante el Stuttgart, jugando con un efectivo menos, remontaron a pocos minutos del final y pudieron conservar el empate hasta la tanda de penaltis, donde los de Alonso se llevaron el premio final.

Un primer gran paso para considerar al Leverkusen el gran rival a batir en el país, incluso sabiendo que el antagonista perfecto ha dormido cada noche de verano con la firme voluntad de volver a reinar. El primer aviso a navegantes, para dar el pistoletazo de salida a una temporada en la que se mirará con lupa el desempeño del equipo y los pasos a dar por el técnico español, al que se le prevé un futuro, como poco, interesante.