Los árbitros de Salamanca ya no pueden más y van a la huelga: los detonantes, un cabezazo y amenazas de muerte

La vergüenza vivida el pasado fin de semana en el fútbol salmantino no fue puntual, desgraciadamente. El deporte base charro lleva meses con lamentables incidentes de forma frecuente y los árbitros han dicho basta e irán a la huelga este fin de semana. Como no podía ser de otra manera. El detonante definitivo que ha llevado al parón se dio en dos campos diferentes. En el partido entre el Cadete C de Unionistas con el Béjar Industrial, el técnico de los primeros agarró al colegiado de la camiseta, se lanzó a por él y trató de propinarle un cabezazo. Un gran ejemplo para los niños. Su club le rescindió de inmediato. Menos mal.

Horas más tarde, en Regional de Aficionados, el Peñaranda de Bracamonte y el Villa de Simancas dieron una nueva ración de bochorno. Alberto Pérez Manjón dijo a los colegiados: "No tenéis ni puta idea, panda de inútiles, hijos de puta". Mientras, derribó una valla. Pablo Gómez Valverde, del Peñaranda, señaló al colegiado a centímetros de su cara: "¿Cuánto le vas a echar como me echaste a mí hace dos años, gilipollas? Que sepas que eres mal árbitro y peor persona". Recordando una expulsión de dos años atrás, así son las cosas.

La agresividad de los protagonistas fue a más en la grada: "De aquí no vas a salir vivo hijo de puta. Puto línea, que eres un mierda". Los primeros seguidores en sobrepasar los límites fueron desalojados del estadio y, mientras se marchaban, uno apuntó: "Aunque nos eches no vas a salir vivo de aquí, hijo de puta, luego te esperamos a la salida". No echaron a todos los radicales porque solo cinco minutos después ocurrió lo siguiente: "Sois unos hijos de la gran puta, ojalá os matéis en el coche, os voy a partir las piernas a los tres. No tenéis ni puta idea, panda de hijos de puta. Siempre que vienes aquí nos la lías, te espero fuera que te van a recoger en ambulancia".

Tuvo que intervenir la Guardia Civil para garantizar la seguridad de los colegiados. Cabe recordar que estamos hablando de la categoría Regional de Aficionados. Hasta este punto hemos llegado.

La situación ha sido tal que el Comité de Árbitros se ha plantado y ha acordado suspender toda la jornada del fin de semana en el fútbol base. De este modo, no se disputará en Salamanca los partidos provinciales ni ninguna categoría inferior. Tampoco dirigirán partidos de Tercera Federación, con la diferencia de que los encuentros asignados a colegiados charros se dejarán en manos de otros.

La gravedad de lo acontecido ha llegado a los colegiados a tomar una decisión drástica en la que todos salen perdiendo. Una decisión que, por otro lado, puede ser un punto de inflexión para todos aquellos que van al fútbol a desahogarse y pagar sus frustraciones con los árbitros. Si les dejan sin fútbol, quizás se lo replanteen la próxima vez.

Quién sabe si en un futuro esta huelga podrá extenderse a escala nacional ante incidentes que no deberían volver a ocurrir. De momento, Salamanca vivirá una semana sin fútbol.