Iker Bravo irrumpe con fuerza en la Sub-21 en el debut de Bellingham en España: "El parecido es tremendo"

La Selección española sub-21 de Santi Denia empató a nada frente a Inglaterra. El partido partía con el morbo inicial de jugarse muy cerca del peñón de Gibraltar y contra Inglaterra, tras toda la polémica del verano y los cánticos de 'Gibraltar es español', pero la grada estuvo casi vacía. En un partido sin goles y con nada en juego al ser un amistoso, quedaba fijarse en actuaciones individuales y ahí sí hubo dos nombres propios a destacar.

El primero, Bellingham, que hacía su debut con Inglaterra sub-21 precisamente en el país que juega su hermano Jude. Jobe, en este caso, no pudo brillar en exceso pero su parecido sobre el terreno de juego era tal que hasta el propio comentarista de Teledeporte, Fermín Suárez, lo afirmaba perplejo: "En cuanto al físico, la zancada y momento de ejecutar el pase el parecido es tremendo, es increíble", comentaba. Ciertamente, en todos esos aspectos el parecido se apreciaba, no tanto en el factor decisivo porque realmente Jobe tampoco hizo demasiado. El otro incentivo eran los debutantes con la selección y ahí Iker Bravo se llevó la palma. El exmadridista entró desde el banquillo y aportó mucha mordiente al ataque, aunque no pudo ver puerta.

El partido arrancó con la selección apretando arriba. Denia daba oportunidades a jugadores que hasta la fecha han tenido un rol secundario en el equipo, pero que con el cambio generacional están llamados a dar un paso al frente, de ahí que los Diego López, Robert Navarro o Mateo Joseph (los tres habituales convocados pero no titulares), se mostraran con mucha hambre. El valencianista tuvo un remate peligroso desde la frontal, a Joseph se le escapó un pase de gol entre las piernas cuando iba a rematar de tacón y Robert hacía virguerías en la izquierda junto a Javi López.

Inglaterra, si algo bueno tiene, es que tanto la absoluta como la Sub-21 juegan igual: a absolutamente nada. El ritmo plomizo de los británicos terminó por hacer que el final de la primera parte no tuviera historia más allá de un intento de remate de cabeza que se marchó fuera. Solo el pequeño de los Bellingham intentaba salir de la cueva pero estaba muy poco acompañado.

En la segunda parte fue más bien al contrario, el ritmo plomizo de los ingleses imperó desde un inicio pero los de Santi Denia poco a poco fueron saliendo del letargo. La entrada de Pablo Torre, Bajcetic, Iker Bravo y Hugo Bueno dio más vida a los españoles en el partido.

De hecho, fue Iker Bravo quien más peligro llevó a la meta rival. Primero, estrelló un balón en el palo en un buen remate dentro del área y, posteriormente, giró sobre sí mismo con el cuero mientras un central le presionaba para generarse espacio y rematar, pero cuando el portero había hecho la estatua el disparo se marchó fuera. Cuando el partido agonizaba, Hugo Bueno estrelló un balón en la cruceta tras rebotar el mismo en un rival.

España: Iturbe; Pubill (Kike Salas, 85'), Mosquera (Rafa Marí, 71'), Huijsen (Juanlu, 85'), Javi López (Hugo Bueno, 63'); Pablo Barrios (Bajcetic, 45'), Javi Guerra (Sotelo, 85'), Gabri Veiga (Pablo Torre, 63'); Diego López (Moleiro, 71'), Robert Navarro (Moro, 45') y Mateo Joseph (Íker Bravo, 63').

Inglaterra: Beadle; Humphreys, Cresswell, Morton, Dibling (Rak, 69'); Mcatee, Bellingham (Milley, 69'), Gray, Philogene (Earthy, 78'); Delap (Scarlett, 69') y Iling (Mengi, 78').

Árbitro: Cláudio Pereira (Portugal). Amonestó con amarilla a: Javi Guerra, Delap y Scarlett.