Alonso se acerca a un Red Bull centenario en Canadá

Y en Canadá, la 33 de Fernando Alonso tampoco llegó, pero el sabor de boca del asturiano al acabar la octava carrera de la temporada fue dulce, distinto. Por primera vez en lo que va de año en un domingo de condiciones normales, ha sido capaz de acabar la carrera a menos de 10 segundos del Red Bull ganador, impidiéndoles relajarse. Max Verstappen se anotó su 41ª victoria en Fórmula 1 y dio la número 100 al equipo británico, que ya entra en el club de los históricos Williams, McLaren, Mercedes y Ferrari.

El bicampeón del mundo español tuvo que sobreponerse a un supuesto problema en su Aston Martin por el que necesitó ahorrar combustible en las últimas 28 vueltas en Montreal (aunque luego el equipo confirmaría que fue una falsa alarma). Por eso la sonrisa de Alonso brilló más que nunca en el podio del Gilles Villeneuve (con salto y gesto cómico incluidos). Ya está a nueve puntos del segundo Red Bull en el Mundial tras una interesante batalla con un Lewis Hamilton que reconoce que las mejoras de los de verde este fin de semana se han notado.

Carlos Sainz se tuvo que conformar con una jugosa quinta posición que le hace superar a George Russell en el quinto puesto del Mundial, después de demostrar que tenía más ritmo que Charles Leclerc en carrera. Pero el madrileño cumplió las órdenes de equipo de Ferrari y se lo apuntó para la próxima. Quienes van a celebrar más que nadie este domingo son los chicos y chicas de Williams, para quienes Alex Albon (piloto del día) logró su mejor resultado desde 2021 con el séptimo puesto, que les permite salir del fondo de la general.

El piloto neerlandés tiene tanto margen que hasta es capaz de reírse de sí mismo cuando a cinco vueltas del final y con 'solo' ocho segundos de ventaja se fue largo en una de las chicanes y arañó su fondo plano con el piano elevado. En lugar de pedir disculpas, o preocuparse por la diferencia que tenía con Alonso tras el incidente, entró en la radio del equipo para explicar escuetamente el lance y reírse de ello. Logró mantener el tipo ante el empuje de Alonso y Hamilton... pese a llevar el cadáver de un pájaro en uno de sus conductos de freno delanteros. No hay quién le tosa y va camino de escribir su nombre en unos cuantos récords este año junto a un equipo que, a su lado, es imparable.

El asturiano, bicampeón del mundo de F1, no lo tuvo fácil este domingo, pese a lo que resultado -otro segundo puesto, como el de Mónaco- pueda hacer creer. Perdió la posición en la salida con Lewis Hamilton, pero la recuperó en la vuelta 22 (de 70) en la última frenada, después de que el inglés y Mercedes mantuvieran, por centímetros, la posición en la primera parada. Un fallo en su Aston Martin -del que ni él ni el equipo quisieron dar muchas pistas- le obligó ha ahorrar combustible después de su segunda parada, a 28 vueltas del final. Aunque el heptacampeón del mundo se acercó a 1,5 segundos, Alonso apretó en las últimas 10 vueltas y se anotó su sexto podio en ocho carreras. Sabe que este fin de semana tenían opciones de lograr esa ansiada 33, pero sigue logrando resultados que su compañero ni sueña.

El equipo italiano hoy se sacó de la chistera una estrategia que de primeras era impensable, incluso absurda, cuando el coche de seguridad entró en pista en la vuelta 12, después de que George Russell se fuera contra el muro lateralmente. Todos los demás que habían montado los neumáticos medios, la práctica totalidad de la parrilla, pararon a montar los duros, pero ellos mantuvieron en pista a Leclerc y a Sainz. Esto les permitió ir a una parada y rascar un buen puñado de puntos con el cuarto y quinto puesto del monegasco y el español, respectivamente. Eso sí, volvieron a pecar de oficilistas al impedir, por partida doble, que el madrileño le pelease la posición a su compañero de equipo. Sainz tenía más ritmo y lo demostró al rodar a medio segundo de él durante varias vueltas, pero... se tendrá que conformar con superar a Russell en el Mundial de pilotos, de momento.

Lo de los segundos pilotos de Red Bull y Aston Martin, no por designación, sino por méritos propios es para hacérselo mirar. A ambos. El mexicano está en caída libre desde el GP de Azerbaiyán, donde se llevó la victoria, y no levanta cabeza. Pérez está a años luz de Verstappen en pista, constancia y en puntos en el Mundial (ya son 69 los que le separan). Necesita levantar el vuelo... aunque su batalla por el título ya es una quimera. En el caso de Stroll, las lesiones en sus muñecas de principio de temporada ya no son excusa y el canadiense está muy por debajo de los resultados, en clasificación y carrera, de un Fernando Alonso inconmensurable. Si Aston Martin quiere mantener el tipo, necesitan del hijo del jefe cuanto antes.

Nyck de Vries y Kevin Magnussen protagonizaron la imagen de la carrera. El AlphaTauri del primero y el Haas del segundo aparcados en la escapatoria del exterior de la curva 3. El neerlandés intentó pasar al danés por la 13ª posición en la frenada, pero lo hizo demasiado tarde, se tocó con él, no le dejó tomar el vértice a derechas y para evitar un toque mayor, ambos se fueron rectos. La imagen habla por sí sola y aunque tiene algo de cómico, muestra cómo ninguno de los 20 pilotos del Gran Circo no se dejan nada en la pista y aprietan por cada posición, cada curva y cada milésima.