FÓRMULA 1

Los secretos de la transformación física de Fernando Alonso desde dentro: "Es como si tuviera de nuevo 22 años"

El bicampeón del mundo de F1 está en una de sus mejores versiones... 20 años después y a punto de cumplir los 42. Estos son los motivos.

Fernando Alonso, durante un entrenamiento físico este 2023. /Conor McDonnell
Fernando Alonso, durante un entrenamiento físico este 2023. Conor McDonnell
Sergio Lillo

Sergio Lillo

El ancho de su cuello quedó sellado a fuego en el imaginario colectivo a mediados de los 2000, cuando Fernando Alonso paralizaba España cada fin de semana de Gran Premio desde la otra esquina del planeta. Las proporciones de los músculos que le permitían sujetar su cabeza al pasar por las curvas más rápidas de la Fórmula 1 atraían las miradas dentro y fuera del paddock. Ahora, 20 años después de su debut con Minardi, a punto de cumplir los 42, vuelve a estar peleando por podios, a la caza de su victoria 33 y en el top 3 de la general del Mundial. Pero su físico se ha transformado y estas son las razones que hay detrás de ello.

El piloto asturiano contaba en aquel entonces con "el tren superior de un boxeador y el inferior de un medio maratoniano", según cuenta a Relevo durante el GP de Mónaco uno de sus dos preparadores físicos de confianza desde el primer año en Renault, Edoardo Bendinelli. "Ahora, quizás, podríamos decir que está como un nadador arriba y un medio maratoniano abajo. Un poco menos fuerte arriba, pero con más resistencia a la fuerza". Y esta es una de las claves de la transformación física de Alonso, que sigue contando con un cuello trabajado, pero no a los niveles de hace 20 años. ¿Los motivos? Son varios.

En primer lugar, la introducción del HANS (dispositivo de sujeción del cuello) en 2003 rebajó en hasta un 75% la tensión que dicha zona del cuerpo sufría en caso de accidente o desaceleración repentina. Por otro lado, la evolución de los coches y el aumento del peso mínimo, también llevó a que los pilotos tengan que limitar su propio peso, "y el músculo son kilos extra", apunta Bendinelli. Y la edad, que disminuye los valores de fuerza máxima que se pueden llegar a alcanzar.

"Fernando se va adaptando a lo que se necesita y debido al cambio de los coches, de cómo se conducen, ya no necesita tener un cuello tan, tan fuerte. Además, la presencia del HANS ayuda en este sentido; ahora se necesitan otras cosas. No hay que perder de vista que el músculo son kilos extra. Hemos tenido que ir sacrificando una cosa, y potenciando otras. Al mismo tiempo, estás más fino, pero aun así fuerte y resistente. Nos adaptamos a lo que pide el deporte de ahora", explica el italiano, también fisioterapeuta y osteópata.

"El hecho de que tuviera aquel cuello era porque con poco que se entrenase, sus músculos reaccionaban muy rápido a los estímulos. Con el tiempo, esta capacidad fisiológica se va perdiendo para todo el mundo. Pero a veces se pierde una cualidad y te quedas menos fuerte, pero en otras, se pierde una cosa y se gana otras y Fernando es este último caso. Perdió un poco de fuerza reactiva, de explosividad, pero ganó en resistencia, en capacidad de soportar cargas de entrenamiento o de esfuerzo durante más tiempo".

"No hay que olvidar que los años pasan para todos, por eso hay que cuidar todo lo que se puede cuidar. Y por ello estos dos últimos años, hemos puesto un poco más de atención a la alimentación, cuidando todo un poco más y sincronizándolo con el entrenamiento y la hidratación. Lo que tiene ahora más que en el pasado reciente con el nuevo equipo es un nuevo entusiasmo, una energía y unas ganas de hacer cosas que es impresionante; como de un niño maduro; de un joven, pero con el conocimiento de su edad y sus experiencias".

El preparador italiano, que reconoce que todavía se sorprende cuando "alguien reconoce a Fernando por la calle, porque lleva una vida súper normal", destaca del piloto de Aston Martin que "siempre se pone a prueba y nunca dice que no a nada" y que tiene una característica física especial que le ayuda por encima de otros compañeros de parrilla.

"Su capacidad de adaptación física es absolutamente extraordinaria, en comparación con otros deportistas: él se entrena y en poco tiempo ya está en forma; hay gente que tiene que trabajar mucho más y seguir a ese ritmo para mantener el mismo nivel que él. Si tiene una época que no puede entrenar mucho, empezamos luego a retomar rutinas y en poco tiempo vuelve a estar a tope", puntualiza.

Fernando Alonso, entrenando con Edoardo Bendinelli.
Fernando Alonso, entrenando con Edoardo Bendinelli.

"Él es curioso, le gustan las cosas nuevas, le gusta estar a la última y dar ese paso adelante. Como le pasó con el Dakar, con un ambiente diferente, reglas diferentes… al principio estaba como pez fuera del agua y unas semanas después, a toda hostia. Así es él. Y esto no solo lo aplica en el motorsport, sino en todo lo demás. Le gusta ponerse en forma, se cuida mucho y tiene un conocimiento de sí mismo muy alto".

Los 40 son los nuevos 20 para Fernando Alonso

Otro de los detalles que tiene sorprendidos a Bendinelli y a su compañero, Fabrizio Bora, son los valores físicos del asturiano 20 años después de su debut y tras haber pasado la barrera de los 40. Ambos le han analizado al milímetro y a la centésima desde principios de los 2000, "como si fuese la telemetría de un coche", y los resultados que sigue arrojando el asturiano en los test son "impresionantes".

"Es como si tuviera de nuevo 22 años a nivel físico, pero con la experiencia y las vivencias de los 41", subraya el italiano. "Ahora es mucho más resistente, soporta el esfuerzo y el trabajo más tiempo. Fernando fuera del mundo del motorsport es un deportista de fuerza y velocidad por naturaleza; también él mismo es un coche rápido en este sentido".

A todo esto hay que añadirle la particularidad del ajetreo de una vida en aviones, de un gran premio a otro, con dobletes e incluso tripletes, para completar un calendario de más de 20 fines de semana de actividad. "Quizás desde fuera no se puede entender. Pero lo más complicado de trabajar con él es su vida: cambio de huso horario, muchos aviones, muchas horas de viaje, cada gran premio duermes en camas diferentes, no es fácil fuera del equipo encontrar la misma comida, la misma temperatura… son cosas que afectan mucho. También nosotros tenemos que tener ese poco de energía para poder compartirla y dársela a Fernando, y si tienes un momento un poco más bajo, tienes que sacarla igualmente. Pero tenemos mucha confianza y las cosas salen bastante fácil", acepta Bendinelli.

La dieta, un 'must' reciente

¿Y qué come un piloto de Fórmula 1? En el caso de Fernando Alonso no es fácil convencerle de que pruebe cosas nuevas y es que, para él, no hay nada que supere a la cocina asturiana, la que ha saboreado desde niño en Oviedo y a la que vuelve cada vez que puede. Pero sus preparadores físicos han conseguido convencerle en las últimas temporadas de que es clave una alimentación equilibrada y planificada, y le presentaron un plan que no duda en seguir.

"Fernando come muy poco a veces. Le gusta mucho la comida de su casa, pero no es tan fácil encontrar comida de Asturias fuera de Asturias, y fuera de España, ni te cuento. A veces hay que buscar cosas que le puedan gustar y que tengan un valor nutricional importante, así que hubo un momento que le dije 'Bueno, Fer, tenemos que preparar un plan'; teníamos que mirar las calorías, los alimentos, sus necesidades y hablar con el equipo. Costó bastante buscar todo, pero logramos combinar lo que a él le gusta y ahora tenemos un plan que cada semana vamos comunicando al equipo y ellos hacen la compra para ello", explica Bendinelli.

"Son cosas sencillas… lo siento pero no te puedo decir hay que comer esto o aquello para ponerse súper fuerte. No hay un secreto particular, pero hay que tener una justa proporción entre las cosas, poniendo más alimento que otro en función de cómo va a ser el día o si hay carrera. Comer bien y poco es lo mejor, siempre".

-¿Hay alguna línea roja para él?

-La Nutella (risas). Le encanta, pero muy de vez en cuando. Y la tortilla de patatas, que le gusta mucho. A veces tiene que comerla. Y el pan, que le encanta, hay que medírselo mucho. Pero con lo demás es fácil, va comiendo lo que le vamos diciendo. No come de todo, todo, pero como cualquiera. Por suerte, come poco y ahora le gusta mucho comer pensando que está haciendo una cosa sana, no toma nada de alcohol, poco café, y eso ya marca una base buena. Lo ve como parte del entrenamiento y de una vida sana.

Cada pequeño detalle marca la diferencia y Fernando Alonso no está dispuesto a dejar nada al azar en su nueva aventura en busca de la 33, el tercer Mundial o lo que los hados del destino le tengan preparado.