FÓRMULA 1

Fernando Alonso... o cuando la F1 es tu oxígeno y tu única forma de vida

El asturiano antepone su carrera deportiva a su deseo de formar una familia y presume de longevidad: quiere ayudar a Aston Martin en proyectos fuera del Gran Circo cuando roce los 50 años.

Fernando Alonso, pensativo dentro de su Aston Martin. /AFP
Fernando Alonso, pensativo dentro de su Aston Martin. AFP
Jorge Peiró

Jorge Peiró

El motor de la vida son las metas. Tener ambiciosos objetivos y apasionantes ilusiones mueven al ser humano. Cada uno con lo suyo: desde labrarse un ascenso en el trabajo hasta conseguir formar una familia pasando por ganar un Mundial de Fórmula 1 con 45 años. A veces, todo no se puede y hay que priorizar. Sopesar en una balanza qué es más importante y qué opción hay que dejar atrás, lo que se conoce en economía como coste de oportunidad.

Fernando Alonso Díaz es una persona con las ideas muy claras. Siempre sabe lo que quiere (y lo que no quiere). Siempre ha antepuesto su carrera deportiva en Fórmula 1 a todo lo demás, es lo que tiene ser un obsesionado con ser el mejor y no pensar en otra cosa. "Me gusta demasiado pilotar, no puedo parar ahora, los sacrificios que hago valen la pena, respiro F1, vivo para la F1, me entreno para estar en forma para la F1, como para estar en forma para la F1", reconoció el español tras renovar con Aston Martin hasta 2026.

Ganar carreras y conquistar algún Mundial o formar una familia y tener hijos. Esa es la cuestión. En este momento, Alonso no está, desgraciadamente, en disposición de pelear por ninguna de las dos primeras. Ni de lejos. Y las dos segundas también están lejos. Aun así, sigue primando su pasión por el automovilismo y la adrenalina de subirse a un coche de carreras antes que lo personal. "Me gusta este estilo de vida, no sería feliz ahora mismo estando en el sofá de casa, mi mayor preocupación ahora mismo sería no estar pilotando".

A pesar de sus decisiones, sus palabras dicen otra cosa: desde hace años no ha escondido sus deseos e ilusiones de tener hijos en una relación estable. Tiene 42 años, pilotará hasta los 45, como pronto, y los planes de vida que confesaba hace tres años, se le complican: "Cambian las cosas con 38 años, donde ya pides estabilidad, tener un compañero de viaje en la vida.... Tener hijos se me ha pasado por la cabeza y la verdad que pronto llegarán".

Ese "pronto", según reconoció a El Transistor de Onda Cero en 2021, se va alargando. Han pasado casi cuatro años y lo único que ha cambiado en su vida es la escudería para la que pilota, ya que pasó de Renault a Aston Martin, y su corte de pelo, pues está probando de todo últimamente, hasta crestas.

Lo que sí se ha intensificado durante todo este tiempo es su deseo de formar una familia. Fue muy contundente cuando charló con el New York Times en mayo del año pasado: "Quiero tener una familia. Ese es el mayor sueño de mi vida. Todavía no he tenido éxito con eso por mi modo de vida. Eso es algo en lo que, cuando deje de correr, encontraré la felicidad".

Un obstáculo para ser padre

No es fácil formar una familia y mantener una relación estable para un piloto de Fórmula 1. O al menos si no sales con alguien de dentro del paddock que viaje contigo cada fin de semana. 24 carreras cada temporada con cinco días por semana fuera de tu casa viajando por ahí es sinónimo de muy poco tiempo en tu hogar.

Las cuentas no salen porque, en este contexto, pasas un tiempo mínimo e insuficiente con tu pareja aunque. "En este momento de mi vida, pensé que ya tendría una familia e hijos, todo ese tipo de cosas, y me encuentro a los 42 años sin hijos todavía", apuntó hace poco. Lo de ser padre le viene de lejos al asturiano, que siempre lo ha soñado. "Siempre lo he pensado desde niño. Se está alargando mi carrera, es cierto, pero sigo creyendo que algún día llegará y tampoco me queda tanto", insistió el pasado mes de noviembre ante GQ.

Sin embargo, Alonso es feliz compitiendo y, de ahí su decisión a comprometerse un par de años más. "Al mismo tiempo, estoy haciendo lo que amo hacer, hago lo que mejor se me da y nunca he probado nada más que el automovilismo", aseguró hace unos meses en declaraciones a Aston Martin. Parte del éxito del asturiano viene de su obsesión enfermiza por el deporte.

El ovetense respira, huele, saborea y piensa en F1. "Nada lo comparo con subirme a un coche y conducir. No he hecho otra cosa en mi vida, no me ha gustado otra cosa ni me he sentido tan cómodo en otra cosa. Ahí es donde soy yo, donde me encuentro bien y donde hago lo que mejor sé". Así abría el piloto el documental de DAZN 'Revelado'. Cuesta entender desde fuera su pasión por los coches de carreras: "Siempre que no estoy en un coche, estoy esperando para estar en un coche".

'Hipotecar' su vida vestido de verde

"Siempre quiero ver ganar a Aston Martin y creo que les puedo ayudar en otras categorías. Estamos construyendo algo". Alonso quiere Aston Martin para rato. Tras renovar, les declaró su lealtad y amor incondicional. Para él, el proyecto va más allá de la F1 y se extenderá por varios años. "No puedo predecir cuando dejaré de pilotar. Al menos, dos años. No sé cuántos, serán muchos años con Aston Martin para progresar en todas las áreas".

Sabe que hay trabajo por delante y quiere estar ahí con unas condiciones económicas, presumiblemente, generosas. "No es sólo 2026, para mí es un proyecto de por vida. He firmado el contrato más largo de mi carrera. Algo que me mantendrá ligado a Aston durante muchos, muchos años". El asturiano, de hecho, reconoció tras el anuncio de renovación de ayer que está abierto a correr en Le Mans con el Valkyrie de Aston Martin en el futuro.

Un coche que cualquiera querría manejar. Es decir, si el español decide seguir vinculado al equipo británico más allá de 2026, algo que no parece descabellado viendo sus intenciones, seguiría en activo cerca de los 50 años. Hay Fernando Alonso para rato, lo que no se sabe es hasta cuándo.