Qué puede cambiar y qué no tras el 'hype' en Ferrari por la última victoria de Carlos Sainz
El segundo triunfo del español llega en un momento clave para el futuro y tras una temporada ejemplar.
Los aires han cambiado en Ferrari. En Maranello se ha vuelto a saborear una victoria 14 meses después. Se ha vuelto a colgar una bandera roja con el escudo amarillo del cavallino rampante, como manda la tradición. Se ha vuelto a descorchar champán desde lo más alto de un podio de Fórmula 1. La victoria de Carlos Sainz en Singapur es una especie de alivio para una escudería que empezó el año como el cuarto mejor equipo de la parrilla y lejos de siquiera pensar en ganar una carrera. Pero el español puso fin a la racha histórica de Red Bull y Verstappen, y demostró algo más.
Y es que las tomas de decisiones en el seno de la escudería italiana han dado de qué hablar en los últimos tiempos. Lejos de pelear por títulos -algo que no logran desde 2008 en constructores y 2007 en pilotos-, el equipo más exitoso de la categoría ha sufrido para encontrar el rumbo, incluso después de apostar por uno de los jóvenes talentos de su Academia, Charles Leclerc, en 2019. El monegasco superó al tetracampeón del mundo Sebastian Vettel en sus dos años juntos, pero cayó ante Sainz en 2021, su temporada de debut con Ferrari.
Esa fue la primera demostración del español a los directivos de la Scuderia, entre los que aún estaba Mattia Binotto, de que se podía apostar por él. O, al menos, ofrecerle las mismas oportunidades que al 'ojito derecho' del equipo. Aunque en 2022 Leclerc logró el subcampeonato y Sainz se quedó lejos, quinto, Ferrari no se atrevió a nombrar a un piloto número uno, como sí tuvo en los tiempos gloriosos de Michael Schumacher.
La realidad es que en un 2023 donde el monoplaza no nació como se esperaba, Sainz ha logrado mantener la cabeza fría y extraer el máximo posible desde el gris comienzo de año. Incluso cuando el coche no respondía o mostraba un comportamiento aleatorio. Su situación en el Mundial habla por sí sola: 19 puntos más que su compañero y a 38 del top 3.
La salida de Binotto dio lugar a la llegada de Fréderic Vasseur en enero, que ya había intentado fichar al español en sus tiempos en Sauber, pero que también trabajó con Leclerc en las categorías de formación durante varios años. La segunda demostración no ha sido sencilla, pero actuaciones como la de Zandvoort, Monza y Singapur, las tres consecutivas, han supuesto un importante impulso para Sainz, que ha dejado claro que cuando la oportunidad se presenta, por pequeña que sea, es capaz de aprovecharla si tiene las herramientas necesarias y el apoyo del equipo.
No hay dudas de que Ferrari condicionó su estrategia del domingo en Singapur para favorecer las opciones del español, algo nada habitual este 2023 (el undercut de Hungría, sin ir más lejos). Usó a Leclerc como escudero (con neumáticos más blandos) y le llegó a lastrar en la primera detención en boxes. El plan era perfecto: cubrir a Sainz y dejar que el monegasco sellase el doblete. Pero esto último no terminó de cuajarse y el madrileño tuvo que sacarse un as de la manga para el final de la carrera. Leclerc acabó cuarto, tras el abandono de última hora de George Russell.
"Carlos ha estado delante en Monza y aquí; ha ido muy fuerte. Es bueno que esté teniendo tan buen rendimiento porque me aprieta para seguir trabajando e intentar adaptar mi estilo de pilotaje a este coche. No estoy completamente cómodo con el monoplaza, tiene demasiado subviraje para mi gusto y me cuesta pilotarlo. Hay trabajo por hacer. Carlos está cómodo y ahora soy yo el que tiene que acercarse", apuntó Leclerc tras la carrera, consciente de que tiene deberes por hacer.
Uno de 'esos' mensajes
Esta racha de Sainz de rendimiento y resultados después de las vacaciones de verano es un mensaje importante no solo para el equipo en el que pilota, sino también para su futuro. El contrato de los dos pilotos de Ferrari expira a finales de 2024 y Vasseur ha dejado claro que hasta que no acabe esta temporada, no se hablará de renovaciones ni negociaciones. Pero el interés por el madrileño no se limita solo a Maranello -Andreas Seidl, CEO de Sauber, ya aseguró haberle tanteado para el futuro del equipo suizo con Audi-, aunque Sainz ha dejado claro por activa y por pasiva que le gustaría seguir en Ferrari.
"Tenemos tiempo, nos conocemos y no creo que vaya a ser una discusión larga, no estoy preocupado por eso. Carlos lleva así desde Monza, donde fue un test muy especial ante los tifosi, encontrando muy pronto el ritmo, luego usa los libres para incluso mejorar, aunque esté al frente, y es un gran paso adelante", apuntó Vasseur en Singapur en declaraciones a DAZN.
Ahora, pensar que una estructura como Ferrari cambiará de un día para otro según qué tendencias tendría mucho de inocente. En Singapur había que apostar por Sainz, lo demostró desde los libres del viernes, y así fue. Pero si en alguna de las siete citas restantes Leclerc está por delante, recibirá todo el respaldo posible, como se ha demostrado en múltiples ocasiones en los tres últimos años. Para cambiar el rumbo de un transatlántico hacen faltas muchas olas. Pero, ¿y si la marejada no ha hecho más que comenzar?