Los siete pasos para crear el asiento de Fernando Alonso en Aston Martin
El proceso de fabricación de una de las piezas más importantes de un Fórmula 1 es menos sencillo de lo que pueda parecer.
Es uno de los primeros pasos que todo piloto tiene que completar cuando está a punto de probar un nuevo monoplaza. Fue el caso de Fernando Alonso el pasado 22 de noviembre, en los test post GP de Abu Dhabi, donde el asturiano se subió al Aston Martin AMR22. El lunes previo, el bicampeón del mundo de Fórmula 1 completó la tarea de crear un asiento ajustado a sus contornos, pero no todo fue perfecto. Así es esta compleja tarea que el español ha repetido estos días en la fábrica de Silverstone.
El diseño del asiento donde cada piloto se acopla a la hora de pilotar un monoplaza de Fórmula 1 es uno de los procesos clave y en los que cualquier milímetro de diferencia puede suponer un auténtico dolor de cabeza (y de otras partes) para los protagonistas del Gran Circo. Este fue el caso de Alonso hace dos meses en sus primeros 506 km con el vehículo color verde intenso. El español dejó claro que había sufrido dolor en la parte izquierda del cuerpo durante toda la jornada y que el asiento sería una de las cosas que tendrían muy en cuenta de cara a la temporada 2023.
"Primero en el asiento, porque ahora estoy un poco dolorido del lado izquierdo. Y, obviamente, hicimos 97 vueltas en una sola mañana, así que estuvo bastante al límite. Pero tendremos que sentarnos y hablar, tengo que concretar ahora todo lo que sentí. Hay cosas pequeñas, y la mayoría de ellas están relacionadas con la comodidad, no es el equilibrio en sí o el comportamiento del coche", apuntó el asturiano.
Así, durante la semana pasada, en la fábrica de Aston Martin F1 en Silverstone (Gran Bretaña), el español y su nuevo compañero, Lance Stroll, dedicaron varias horas a configurar cada milímetro de su asiento de competición. Este podrá ser modificado antes de la primera carrera en Baréin (5 de marzo), pero la clave es llegar a los test de pretemporada en el circuito de Sakhir (23-25 de febrero) con todo en su sitio.
El primer paso es que el piloto, vestido con un mono y botines de competición, se meta en una maqueta del cockpit del vehículo (habitáculo donde se sientan) o el propio chasis propiamente dicho sobre una bolsa rellena de espuma expansible. Según se va colocando sobre ella, esta va tomando forma a su alrededor, adaptándose a los contornos de cada centímetro de su cuerpo y a la propia forma interna del habitáculo.
El segundo es que el piloto realice movimientos como los que ejecuta cuando conduce (por ejemplo, girar el volante) para lograr que también sus extremidades estén adecuadas en todo momento. Aquí llega un punto clave del proceso, no todos los pilotos se sienten cómodos de la misma manera. Así, algunos prefieren estar más encajados en el coche, sin apenas movimiento, mientras que otros prefieren tener un poco más de manga ancha.
A continuación, se extrae el molde de espuma, con la forma que ha dejado el piloto, y se escanea electrónicamente en un software CAD para crear un modelo en tres dimensiones. Este se utilizará para fabricar un nuevo molde sobre el que, ya sí, se aplicarán capas de fibra de carbono que finalmente se meterán en el autoclave (recipiente hermético que con alta presión y temperaturas fija los materiales) para crear el asiento definitivo.
First day in green. 💚
— Aston Martin Aramco Cognizant F1 Team (@AstonMartinF1) January 27, 2023
Earlier this week, @alo_oficial made his debut at AMF1 HQ - meeting the team, spending time in the sim and having a seat fit. pic.twitter.com/myiuMu1gho
En la versión final se abrirán los huecos para los dispositivos de seguridad, como los cinturones, de seis anclajes, o el dispositivos HANS (elemento de sujeción de cabeza y cuello). Será entonces cuando el piloto vuelva a intervenir en el proceso, ofreciendo nuevas informaciones de detalles que haya que ajustar o retocar.
Ahora toca medir meticulosamente la posición del piloto para garantizar que cumple con las dimensiones y distancias mínimas que se especifican en el reglamento en cuanto a la altura de la posición de conducción, la distancia hasta los pedales y el volante, etc. Aquí también entra en juego el reparto de pesos del coche, ya que un piloto en posición más baja ayuda a bajar el centro de gravedad del mismo, pero sin excederse, ya que debe tener un mínimo de visibilidad.
Aún faltan dos pasos más. El primero es que se puede llegar a aplicar algún acolchado para mejorar la comodidad del piloto, siempre sin obviar el peso general del asiento. Hay que recordar que los F1 actuales tienen un mínimo de 798 kg y que todos los equipos buscan acercarse al mismo lo máximo posible. Además, los equipos pueden usar materiales como el oro en la parte trasera del asiento para proteger al piloto del calor que procede de la zona del motor (detrás de la cabina).
Y la última fase del delicado proceso es comprobar que el piloto está 100% cómodo. Para ello, no queda otra, ha de salir a pista y completar varias vueltas para asegurarse de que podrá completar las carreras sin sentir dolores o molestias. Si el protagonista sigue sin encontrarse a gusto, se pueden realizar más cambios o, en última instancia, repetir todo el proceso. La pretemporada o alguno de los días de filmación que se pueden realizar antes de la misma serán el escenario perfecto para que Fernando Alonso, Lance Stroll, Carlos Sainz y el resto de los 20 pilotos terminen de afinar estos detalles.