FÓRMULA 1

La nueva Fórmula 1 entierra la tradición europea de Imola y Spa pero encumbra a Miami

FOM renueva la presencia de la cita estadounidense hasta 2041 mientras quita peso a las carreras del Viejo Continente.

La nueva Fórmula 1 entierra la tradición europea de Imola y Spa pero encumbra a Miami
Jorge Peiró
Darío Ojeda

Jorge Peiró y Darío Ojeda

La Fórmula 1 ha entrado en una nueva era. Sí a las fiestas, conciertos y VIP y no a la tradición y la costumbre. En los orígenes de la competición, cuatro de cada cinco carreras se celebraban en Europa. El año que viene, solo un tercio (ocho de 24) del calendario se disputará en el Viejo Continente. Y esa es la idea de los que mandan de cara al futuro.

La primera edición del mundial, en 1950, solo incluía un gran premio fuera de este territorio, el de Indianápolis. El primero en Asia, por cierto, fue en 1976, con el Gran Premio de Japón celebrado en el circuito de Fuji.

EUROPA HA DEJADO DE SER EL CENTRO DE LA F1

Poco a poco, la proporción de carreras fuera de Europa fue aumentando, pero en los 90 seguían siendo un tercio. El gran cambio se produjo en la primera década de este siglo, con el estreno de Malasia, China, Baréin y más tarde Abu Dabi, la mayoría para quedarse. De hecho, Baréin ha ejercido de primer plato de la temporada cuatro años seguidos (2021-2024) y ha sido lugar de acogida de los test de pretemporada. Parece un lugar blindado, con contrato firmado hasta 2036.

Su presencia en el calendario ha cogido peso y se ha asentado como referente, aunque en la última pretemporada no dejó demasiadas buenas sensaciones. Yas Marina, el trazado de Abu Dabi, también es un estandarte del calendario de los últimos 16 años, desde que ingresó en 2009. Desde entonces, ha acogido la última y casi siempre emocionante carrera final desde 2014 y lo hará hasta, por lo menos, el año 2030, último año firmado. Dice mucho del poder de los petrodólares y de su impacto en el gran circo en los últimos tiempos.

En 2007, el único título de Kimi Raikkonen, hubo por primera vez más grandes premios fuera de Europa que dentro. Aquel curso inició una tendencia que solo ha crecido desde entonces y que parece no volverá a cambiar nunca. Solo en 2020 y 2021, cuando las restricciones por la pandemia recortaron el calendario, los circuitos europeos volvieron a tener más peso. Quitando aquella excepción, su rol está condenado y ahora están heridos de muerte.

Prueba de ello son Zandvoort (Países Bajos), Spa (Bélgica) o Imola (Italia), donde se compite este fin de semana. Barcelona también tiene algo que decir. La presencia de todos ellos en el calendario, algunos clásicos de la competición, pende de un hilo o, directamente, es inexistente porque no ofrecen esos festejos y espectáculo que Formula One Management (FOM) exige hoy en día.

EL CONTRATO MÁS LARGO DE LA ACTUAL F1 ES EL DE MIAMI

Miami, recién renovado hasta el año 2041, o Las Vegas, sí satisfacen sus caprichos. De hecho, se ajustan como anillo al dedo a lo que pide la nueva Fórmula 1. Imola apunta a desaparecer del calendario el año que viene. No habrá, salvo sorpresa, Gran Premio de la Emilia Romagna en 2026. Será el último año de Zandvoort y el de Spa con continuidad anual, pues rotará. Tal vez con Barcelona, cuyo contrato expira a finales de este año y su renovación ya empieza a alargarse. Lo único seguro a día de hoy es que la prueba belga estará en el calendario en 2026, 2027, 2029 y 2031.

Aquella frase de Stefano Domenicali, CEO de la Fórmula 1, dejando claro que sería complicado que dos grandes premios convivieran en un mismo país fue lapidaria. Imola se va, pero Monza se mantiene en Italia, protegida hasta 2031. Madrid entrará el año que viene y convivirá con Montmeló, pero con un gran interrogante a partir de 2026. Sin embargo, Austin, Las Vegas (contrato hasta 2032) y Miami son vecinos que disfrutan de la mano en Estados Unidos.

La apuesta de Liberty por EEUU

A modo de viaje, como se puede ver en el mapa, la Fórmula 1 empezó teniendo su centro de gravedad en Europa y se fue desplazando hacia el este con las carreras asiáticas. Pero justo en la última década se ha movido hacia el oeste coincidiendo con la compra por parte de Liberty en 2016. La empresa estadounidense ha mantenido la apuesta por Asia, pero sobre todo ha relanzado el producto en Estados Unidos, de ahí ese desplazamiento. Dos de los últimos grandes premios en entrar en el Mundial se celebran en Estados Unidos: Miami (estrenado en 2022) y Las Vegas (2023).

Guillermo Villar
Guillermo Villar

Estas pruebas representan a la perfección lo que quiere la Fórmula 1: un paddock lleno de personalidades y celebridades, lleno de actores, futbolistas e influencers. El de Miami, sin ir más lejos, es el imponente estadio de los Miami Dolphins. Solo Mónaco, un clásico europeo, las iguala. Las carreras estadounidenses parecen la casa de Liberty Media, muy satisfecha con el modelo implantado en ellas basado en el show y muy centrado en el público general, no en el aficionado más purista.

No busca agradar a un espectador de nicho. Que la carrera ofrezca poca acción y no demasiados adelantamientos pasa a un segundo plano. La prioridad es ofrecer un espectáculo durante toda la semana de gran premio, no solo durante las tres jornadas en las que hay monoplazas en pista, a través de un menú de conciertos, eventos y celebraciones, como ocurrió en el estreno del Gran Premio de Las Vegas. La presentación de los pilotos, en un escenario y por todo lo alto, indignó a Max Verstappen: "Me he sentido un payaso estando ahí parado, te lo puedes ahorrar".