LA VUELTA

La extraña lesión que ha convertido a Juan Ayuso en "más fuerte"

Un pinzamiento en el nervio sural trajo por la calle de la amargura a la promesa española de UAE Team Emirates, que afronta La Vuelta con la ambición de mejorar su podio del año pasado.

Juan Ayuso, tras firmar una victoria de etapa en la Vuelta a Suiza 2023. /EFE / GIAN EHRENZELL
Juan Ayuso, tras firmar una victoria de etapa en la Vuelta a Suiza 2023. EFE / GIAN EHRENZELL
Fran Reyes

Fran Reyes

Barcelona. - Con sólo 20 años, Juan Ayuso es uno de los grandes favoritos a la victoria en esta inminente Vuelta a España, a cuyo podio final se encaramó el año pasado para culminar su primera temporada completa como profesional. Comparte la jefatura de filas de UAE Team Emirates con el portugués João Almeida, tercero del pasado Giro de Italia, y acude en una línea ascendente tras superar una lesión que, por extraña y complicada de diagnosticar, le tuvo en el dique seco más de dos meses… y según, él mismo dice, le ha hecho "más fuerte".

Fue un 29 de enero que el UAE comunicó una "pequeña tendinitis" en el tendón de Aquiles del pie derecho de Juan Ayuso (2002, Barcelona; residente en Jávea, Alicante, y Andorra). En aquel momento, ése era el diagnóstico para una incesante molestia en el talón que hizo saltar las alarmas. Entre algodones, alternó ejercicios de rehabilitación con prudentes entrenamientos. Bien entrado el mes de marzo, sin embargo, la lesión no evolucionaba.

"Y se dice pronto, pero en esos dos meses Juan lo pasó muy mal, sin competir y con la angustia de no saber qué le pasaba". Quien tercia es Iñigo San Millán, director de rendimiento de UAE Team Emirates y entrenador de Tadej Pogacar y el propio Ayuso. Fue de la mano del doctor Mikel Sánchez y su equipo, establecido en Vitoria, que se halló la clave. "Un pinzamiento en el nervio sural, a la altura del calcáneo". Esto es: en el hueso del talón. "El sural es un nervio muy superficial. Provoca molestia, pero no problemas musculares. La cuestión era dar con el problema, y lo hallamos".

El tratamiento consistió en sesiones de radiofrecuencia pulsada para desmielinizar el nervio; esto es: despojar a los nervios de su mielina para que sean menos efectivos a la hora de conducir el dolor. Y funcionó. El 25 de abril, todavía con ligeras molestias en el talón, Juan Ayuso regresó a la competición en el prólogo del Tour de Romandía. Tres días después se imponía en la contrarreloj larga.

"Cuando gane se acordará de toda la mierda que ha vivido estos meses viendo carreras por televisión sin poder entrenar", vaticinaba Matxin, máximo responsable deportivo de UAE Team Emirates. "Será una motivación para disfrutar más de los momentos buenos cuando lleguen", apuntaba. "Con lo que me ha pasado a principio de año, me siento mucho más fuerte de cabeza y con más confianza que en 2022", consideraba el alicantino. "Un aprendizaje que no buscábamos", concluye San Millán.

Bajo la tutela de San Millán, Juan Ayuso ha preparado esta Vuelta con mimo. Después de ganar dos etapas en la Vuelta a Suiza, se tomó una semana de vacaciones antes de afrontar el primero de dos bloques de tres semanas de entrenamiento en altitud interrumpidos por una semana de competición en el País Vasco. "Ambos bloques los hizo en Andorra, pero no en su casa, sino en un hotel situado un poco más arriba, a 2.200 metros de altitud sobre el nivel del mar". Cada metro cuenta.

El sabor de boca de la competición estuvo amargado por las caídas sufridas en la Clásica de Ordizia y el Circuito de Getxo. En la primera, cuando se disponía a pelear la victoria con Oier Lazkano; en la segunda, al principio de la carrera. La caída de Ordizia le afectó en la Clásica de San Sebastián (11º); la de Getxo, en cambio, le aconsejó retirarse de la carrera pero no dejó mayores consecuencias en su cuerpo. "La continuidad de mi preparación ha sido casi perfecta", confirma el interesado; "ningún inconveniente me ha lastrado entrenando".

A diferencia de favoritos como Primoz Roglic o Aleksandr Vlasov, Ayuso optó por no participar en la reciente Vuelta a Burgos. "Principalmente, por dos factores", indica San Millán. "El primero, apurar al máximo la exposición a la altitud. El segundo, que en altitud se pueden ejecutar entrenamientos bastante intensos, muy próximos a la competición. Las carreras aportan ritmo a las piernas, pero… cada maestrillo tiene su librillo". Y es que en la preparación física hay siempre un pequeño hueco para el insondable.

Juan Ayuso, en la presentación de La Vuelta 23.  EFE / MANUEL BRUQUE
Juan Ayuso, en la presentación de La Vuelta 23. EFE / MANUEL BRUQUE

Con estos mimbres afronta Ayuso esta Vuelta a España. "Más tranquilo y más maduro, tanto en lo físico como en lo psicológico, que el año pasado", según San Millán. "Al 100%", según el propio Ayuso. "Ganar La Vuelta sería lo máximo. El podio del año pasado me da pie a soñar con llegar un poco más alto. Para eso corremos, y entrenamos. Pero esta carrera será diferente a la de 2022; más difícil. Hay equipos muy fuertes y ciclistas como Roglic, Vingegaard o Remco que pueden ser más fuertes que João y yo en el mano a mano. Pero, corriendo bien y jugando nuestras bazas, alguno de los dos puede acabar por encima de ellos". Alea jacta est.