¿Qué hacer cuando ya has sido campeón olímpico? La nueva vida (deportiva) de Benjamin Thomas
El ciclista galo, oro en el ómnium de París y ganador de una etapa en el Giro con Cofidis, busca retos tanto en los velódromos como en la carretera.
Nos encontramos con él en el marco de la UCI Track Champions League, la Liga de Campeones de ciclismo en pista impulsada por Warner Bros. Discovery que comenzó este sábado en el olímpico velódromo de Saint Quentin-en-Yvelines, a las afueras de París. "Es un evento que está haciendo crecer al ciclismo en pista aportándonos, sobre todo, visibilidad", elogia. "El seguimiento en redes sociales y la difusión en televisión alcanza prácticamente a todos los países del mundo. Cada año se incrementa el nivel de los participantes. En las pruebas de velocidad, de hecho, están los mejores; en el fondo, en cambio, es un poco más complicado cuadrar el calendario". Él mismo no estaba vestido de lycra, sino con un elegante suéter beige de cuello alto; no iba a competir, sino a ejercer de comentarista para Eurosport.
El pasado 8 de agosto, en este mismo lugar, Benjamin Thomas (1995, Lavaur) tocó el cielo durante los pasados Juegos Olímpicos. Medalla de oro, en casa y en el ómnium, el 'decatlón' de la pista; además, superando una caída en la última carrera para añadir épica a su actuación. La guinda para una vida deportiva. También un hito para Cofidis, el equipo WorldTour que le emplea y con el cual se prodiga en la carretera: de hecho, en el mes de mayo se alzó con una bella victoria en el Giro de Italia. No obstante, el foco del ciclista galo estaba fijado en el velódromo.
Una vez saboreada la máxima gloria posible, ¿cuál es el siguiente paso? "Pues lo he pensado muchísimo", cuenta Thomas a Relevo. "Sigo enamorado del ciclismo en pista. Hace una semana, por ejemplo, disfruté muchísimo corriendo y ganando una prueba mítica como los Seis Días de Gante. En adelante, me gustaría probar en otras disciplinas más allá del ómnium o la americana, como la persecución individual, el scratch o la persecución por equipos, donde Francia ha sido subcampeona del mundo pero nunca campeona… Así que sí, me quedan todavía desafíos que superar en la pista".
La inquietud por la persecución individual, en particular, es una oportunidad de encontrar nuevas cotas en su rendimiento. Se trata de una prueba de 16 vueltas, cuatro kilómetros, que los mejores del mundo (como los italianos Jonathan Milan y Filippo Ganna) son capaces de completar en menos de cuatro minutos: esto es, a más de 60 km/h. "Es un tipo de esfuerzo complementario a los del resto de disciplinas", ilustra el interesado. "Me ayudará a ganar en velocidad y en aerodinámica". Para esta transición cuenta con un sensei particular: el técnico alemán Lars Teutenberg, su guía también en la recta final del camino hacia el oro olímpico.
La dedicación de Thomas a la pista es bienvenida en Cofidis, que lleva tres años ofreciéndole "un calendario a medida" para combinar los velódromos con la carretera y hará otro tanto la próxima campaña. "Es un ciclista con quien da gusto trabajar: cerebral, inteligente, sabe competir, sabe estar, profesional de los pies a la cabeza", describe un técnico del conjunto francés. "A personas así no se les puede poner pegas: sólo facilidades".
La victoria de etapa obtenida por Thomas en el Giro, rematando una fuga en Lucca frente a Michael Valgren, Andrea Pietrobon y Enzo Paleni, supuso el tardío primer triunfo de Cofidis en la temporada 2024, que cerró con sólo cinco laureles en su casillero: un balance exiguo que ha impulsado cambios profundos en el seno del equipo. De cara a la próxima campaña, el galo aspira a regresar al Tour de Francia tras su discreto debut de hace tres años. "La segunda semana se celebra entera en mi tierra, Occitania", sonríe. "Sería espectacular poder correr un Tour en las carreteras que conozco desde que nací".
A largo plazo, tanto equipo como ciclista coinciden en el perfil que puede desarrollar en la carretera: "Un ciclista batallador, habitual en las escapadas, de los que toma la iniciativa y aprovecha sus oportunidades", describe el propio Thomas. "Si miramos mi palmarés, puedo ganar cualquier carrera que no incluya alta montaña: llanas, quebradas, con finales complicados… Y sé que tengo 'punch', aunque no el necesario para competir con los mejores del mundo en los finales en cuesta". La visión táctica y el liderazgo completan el abanico de cualidades de un corredor que, piedra sobre piedra, ha construido una hoja de servicios envidiable… y tiene años ante sí para ampliarla.