Torres y Mora, diploma a la caída más ingrata: "El golpe es más moral que físico"

El deporte, maldito deporte, se comporta a veces como si fuera un juego de suma cero en el que las lágrimas de uno fueran inherentes a la felicidad del otro. Elia Viviani se derrumba tras verse desbancado del primer cajón del podio de la Madison de París 2024 por mor de una caída mientras relevaba con su compañero Simone Consonni, errando un gesto técnico que habrán hecho más de las 10.000 veces que requieren el virtuosismo. Sólo con los italianos sollozando por su plata pueden regocijarse de su oro los portugueses Rui Oliveira y Iuri Leitao, que ha recompensado con dos metales a Caja Rural-Seguros RGA por su paciente apuesta.

Mientras los daneses Niklas Larsen y Michael Morkov respiran aliviados por haber salido bien librados del caótico final de esta prueba de puntuación por parejas, el menorquín Albert Torres (1990, Ciutadella) se crispa discutiendo con los jueces y los servicios médicos de la Unión Ciclista Internacional. Son ellos quienes le han impedido volver a la carrera después de sufrir una durísima caída dentro de las 30 vueltas finales: la particular 'zona Cesarini' en la que Torres y su cómplice Sebastián Mora (1988, Villarreal) suelen sacar lo mejor de sí mismos, y los mejores resultados.

La caída sucede de la manera más azarosa posible. Nada que ver con la temeridad del neerlandés que había mandado al suelo al británico Mark Stewart para comenzar un efecto contagio que plaga de incidentes el cuarto final de una carrera hasta entonces limpia y controlada, con los mejores dúos (España inclusive) colocándose con puntos en los sprints de cara a ganar vueltas en la parte final, cuando todos están cansados y los mejores motores se imponen. Los neerlandeses terminaron descalificados, lo que llevó a los españoles a la octava posición.

Aquí sólo ocurre que el belga Lindsay de Vylder se despista y topa con un neozelandés en el peralte, cayendo hasta la cuerda por la que rueda lanzado Torres, que está atacando en busca de la medalla. El menorquín vuela por encima del manillar. Rompe el casco, daña la bicicleta. La caída es estremecedora: un golpe en la muñeca, otro muy duro en la cabeza. El médico de la UCI le valora y, rápidamente, concluye que no debe volver a la pista por la probable conmoción cerebral. Mora se queda solo en la pista, pierde vuelta y con ello la década de complicidad del dúo se queda reducida a un octavo puesto por descalificación de la pareja neerlandesa

"Nunca sabremos lo que podría haber pasado en esta Madison", lamenta el seleccionador nacional Félix García Casas. "No obstante, por el nivel de forma física que habían demostrado, por cómo estaban puntuando en la primera parte de la carrera y por cómo se estaban desenvolviendo en la segunda, que es su fuerte, creo que tenían una medalla en las piernas. La estrategia había sido perfecta, puntuando a lo largo de la prueba para después darlo todo en los momentos finales. A priori, no parece que Albert [Torres] tenga ninguna lesión extremadamente grave. El golpe es más moral que físico ahora mismo".

Albert Torres había comentado en vísperas de estos Juegos Olímpicos que llegaba en el mejor momento de su vida deportiva, y sus actuaciones en París han dado fe de ello. Este jueves en el Ómnium, evento combinado de cuatro pruebas equivalente a un 'decatlón de la pista', sólo una mala prestación en la azarosa manga de Eliminación le impidió tocar una presea. De hecho, estuvo en disposición de alcanzarla hasta las últimas vueltas, cuando sólo la falta de cooperación del oro Benjamin Thomas y la plata Leitao le privaron de colgarse el bronce en detrimento del belga Fabio Van den Bossche, que había ido a menos con el transcurso del evento.

La dupla Torres-Mora fue la única representación española en el ciclismo en pista de estos Juegos Olímpicos. ¿Llegarán a Los Ángeles? "Ya veremos cómo les afecta este desenlace y si tienen capacidad mental para seguir con esta apuesta", valora a bote pronto García Casas. "Ahora hay que darse un tiempo para estar tranquilos. Sólo os puedo decir que hemos venido aquí y nadie contaba con nosotros, pero Albert Torres ha sido capaz de ilusionar de nuevo a la afición española con su rendimiento y su resultado en el Ómnium. Me queda la rabia de que Sebastián y él no hayan podido demostrar todo lo que tenían en esta Madison".