Dos décadas después de las cuatro medallas de Atenas, España se queda sin pista
La presencia rojigualda en el velódromo se reduce al mínimo: sólo Albert Torres y Sebastián Mora competirán en París 2024.
Este lunes comenzaron las competiciones de ciclismo en pista de París 2024 en el velódromo de Saint-Quentin-en-Yvelines, a las afueras de la capital francesa. En estas primeras jornadas de competición se han vivido ya logros extraordinarios, como la media docena de ocasiones en que se batió el récord del mundo de velocidad por equipos femenina en la primera velada o cómo la cuarteta australiana rebajó contra sus propios pronósticos la plusmarca de persecución por equipos masculina.
Todos estos logros llegan a la delegación española como ecos lejanos. Muy lejos del esplendor y la numerosa representación nacional en ciclos pasados, esta vez sólo habrá dos corredores rojigualda en el velódromo. Se trata de los veteranos Albert Torres y Sebastián Mora, que ya fueron olímpicos en Londres y Tokio. El jueves, Torres disputará en solitario el ómnium, un combinado de cuatro pruebas de fondo; el sábado, competirán juntos en la americana, en la cual han sido tres veces campeones de Europa. No les acompaña nadie más, tras quedarse al filo de la clasificación la fondista Eukene Larrarte y la velocista Helena Casas.
Desde que José Manuel Moreno Periñán consiguiera un oro histórico en el kilómetro de Barcelona 92, España encaró una época de idilio con los velódromos. El mallorquín Joan Llaneras, con nada menos que cuatro medallas (incluidos dos oros en la Puntuación de Sydney 2000 y Pekín 2008), fue la principal figura sobre la pista en los tres Juegos Olímpicos consecutivos en que los ciclistas españoles aportaron un total de ocho metales a la cuenta nacional. Cuatro de ellas llegaron en Atenas 2004, en unos Juegos que fueron la sublimación de la pista española gracias por lo coral de la actuación.
José Manuel Moreno Periñán repasa las luces y sombras de una vida dedicada al deporte y recuerda en @Relevo la que fue la primera medalla de oro para España en Barcelona '92. pic.twitter.com/LavGCFGiWT
— Relevo (@relevo) July 27, 2022
En tanto que entrenador y seleccionador nacional, Jaume Mas (1962, Barcelona) fue uno de los máximos responsables de aquella exhibición en suelo griego, y sin embargo le dejó un recuerdo agridulce. "Fue una de las peores épocas de mi vida", evoca. "Mi cuerpo técnico y yo debíamos luchar cada día contra los elementos, incluso dentro de la propia federación. De hecho, rechazamos la renovación cuando nos la ofrecieron antes de Atenas".
Mas llegó a su cargo en 2001 tras una vasta experiencia en el seno de la federación catalana; en principio, para encargarse de las pruebas de fondo. Su receta para dar un salto de calidad al panorama nacional consistió en crear un bloque potente en persecución por equipos, una prueba en la que se compite con cuatro corredores que deben armonizar al máximo sus motores y su técnica para un resultado óptimo. "Con eso se genera un ecosistema que eleva el nivel medio también en las pruebas individuales", indica.
A dos años vista de Atenas 2004, Mas definió el bloque disputaría la 'cuarteta', con Sergi Escobar, Carlos Castaño, Asier Maeztu, Guillermo Ferrer y David Muntaner. Este último hubo de ser reemplazado por Carles Torrent unos meses antes de la gran cita. "Ése fue nuestro principal éxito: trabajar con mucho tiempo. Lo único que hicimos con ellos fue darles herramientas. Entrenamientos, concentraciones, competiciones… Y, por supuesto, confianza. Porque, cuando confías en las personas y cumples tu palabra, las personas responden".
👥 Un 𝗘𝗤𝗨𝗜𝗣𝗢 con mayúsculas 🥉
— Comité Olímpico Español (@COE_es) June 6, 2023
▪️ Carlos Castaño ▪️ Sergi Escobar ▪️ Asier Maeztu ▪️ Carlos Torrent ▪️
🚴 @RFECiclismo pic.twitter.com/dJ75eoKWVE
Unas brillantes prestaciones en las citas previas alentaban las esperanzas de medalla. Escobar, en efecto, se colgó el bronce en la persecución individual tras haber sido segundo en las clasificatorias; y la 'cuarteta' hizo lo propio en la cita por equipos. Mas recuerda una anécdota reveladora del espíritu de aquella selección: "Cuando nos recibieron las autoridades para celebrar las medallas, lo primero que hicimos fue solicitarles que concedieran una beca olímpica también a Guillermo Ferrer, que no había competido porque se había quedado relegado al rol de reserva pero la merecía tanto como los demás. Ese equipo sigue en contacto a día de hoy, con un grupo de Whatsapp y así. Fueron excelentes compañeros y forjaron un bello nexo de unión".
En las otras dos medallas, Mas rehúsa con sus palabras asumir una gran cuota de responsabilidad. Admite que en su relación con Joan Llaneras hubo más "altibajos" que complicidad, lo cual no le impedía reconocer que el mallorquín era "uno de los mejores corredores del mundo" y por ende merecía un estatus protegido al cual respondió con una plata en la puntuación.
La otra plata se la colgó el catalán José Antonio Escuredo en la modalidad de keirin, un sprint salvaje entre seis velocistas donde la suerte y la experiencia juegan un papel tan importante como las piernas. "En realidad, con los velocistas sólo trabajamos en la recta final de la participación. Apenas les cambiamos unos pocos conceptos de entrenamiento y en la estrategia de las pruebas por equipos".
Y hubo otras tres medallas que se quedaron por el camino. "No entrar en la fase final de la prueba de velocidad por equipos que disputamos con Escuredo, José Antonio Villanueva y Salvador Meliá fue una sorpresa. Simplemente, la serie decisiva no nos salió bien". En la americana, una puntuación por parejas, hubo controversia: la federación impuso a Joan Llaneras competir con Miquel Alzamora en lugar de con Isaac Gálvez, y concluyeron 6º. "Y Gema Pascual, 7ª en la puntuación, también podría haber hecho más si no le hubieran robado las bicicletas dos días antes de viajar a Australia".
#Paris2024 | Mañana se estrenará el #TeamESPciclismo 🇪🇸 en las pruebas de ciclismo en pista de los Juegos Olímpicos 🤩
— Real Federación Española de Ciclismo (@RFECiclismo) August 7, 2024
👉 Albert Torres disputará el Omnium a partir de las 17:00 h.
👉 El sábado 10 de agosto, Albert Torres y Sebastián Mora competirán desde las 18:00 h en la… pic.twitter.com/Tx3yqA1Eds
"No fue un milagro ni una casualidad, sino una consecuencia del talento y de mucho trabajo e innovación en todos los aspectos del rendimiento, desde el entrenamiento hasta el material", resume Mas. "La mejor muestra de lo que conseguimos en Atenas fue que los doce miembros de la selección se fueron del velódromo con un diploma olímpico, como mínimo. Luego ya, que fueran cuatro medallas en lugar de dos o seis responde a una cuestión de detalles o de pura suerte".
La cosecha, sin embargo, no convenció a Mas para continuar trabajando con la federación en condiciones muy similares ni a la federación para ofrecer a Mas unas condiciones de trabajo diferentes que le convencieran de continuar. España volvió a rubricar una muy buena actuación en Pekín 2008, con tres medallas. A partir de ahí, un declive tan pronunciado como prolongado hasta llegar a París, con la familia de la pista dividiéndose y diezmándose paulantinamente.
"Creo que, hoy por hoy, somos una potencia mundial guardada en un garaje", concluye su análisis Mas. "Hemos perdido el respeto que nos habíamos ganado en décadas anteriores. Trabajando bien, podríamos volver a estar arriba en dos ciclos olímpicos. Contamos con las infraestructuras, con el talento y con el conocimiento: sólo nos falta el trabajo". Hoy día, la pista española arroja resultados prometedores a nivel juvenil y sub23, casi siempre en pruebas no olímpicas. En lo más alto, sólo Torres y Mora enarbolan la bandera rojigualda.