CHAMPIONS BALONMANO

El Barça repitió la fórmula Szczesny en balonmano y ahora su portero es el gran héroe de la Champions

Vincent Gérard descolgó las botas tras la lesión de Pérez de Vargas y, como su homólogo, está rindiendo a un alto nivel.

Vincent Gérard./EFE
Vincent Gérard. EFE
Jonás Pérez

Jonás Pérez

El Barça de balonmano ha logrado este jueves la clasificación por séptima vez consecutiva a la Final Four de la Champions, tras caer derrotados por 29-30 ante el Pick Szeged, pero haciendo valer el 24-27 de la ida en tierras húngaras. Uno de los grandes héroes del éxito sempiterno blaugrana no fue otro que Vincent Gérard, su guardameta suplente... que repite exactamente la fórmula de Szczesny. Una que no es nada habitual y que se ha dado en un mismo club en dos secciones diferentes y en una misma temporada. Quién sabe si lo que pasó con Ter Stegen influyó a la gestión del balonmano a lanzarse a por ese movimiento tan particular. El caso es que el tiempo le ha vuelto a dar la razón con una actuación salvadora para asegurar el pase a la siguiente fase.

Vincent Gérard es un clásico portero francés que siempre había acompañado a Thierry Omeyer en las listas de la selección. Pese a estar a su sombra, su rendimiento siempre había sido óptimo y gozaba de un gran prestigio en el mundo de balonmano. De hecho, a la retirada de su compatriota, ya se queda como meta titular, de nuevo a un nivel elevado. Qué mejor forma de cerrar su carrera que en los Juegos Olímpicos disputados bajo su país de origen, en París. Y así lo hizo. Colgó las botas, aunque con la mala sensación de haberse quedado con la octava plaza y lejos de la pelea por las medallas.

Quizás se le quedó esa espinita clavada y su cuerpo aún le pedía movimiento. A sus 37 años, aun así, fue firme en su decisión y dejó el balonmano profesional. Sin embargo, el destino le tenía guardada una nueva oportunidad. Gonzalo Pérez de Vargas se rompió el ligamento cruzado y el Barça tuvo que encontrar un portero de forma exprés para no comprometer su temporada. Carlos Ortega y su equipo consideraron que era una gran opción, tocaron a su puerta y el francés olvidó la retirada para enrolarse en el equipo y pelear por todos los títulos. Para la siguiente temporada, como ya ha informado este medio, los caminos se dirigen a incorporar al islandés Viktor Hallgrimson.

El portero francés era consciente de que llegaba para estar a la sombra de Nielsen, uno de los mejores guardametas del mundo, pero aceptó. El Barça, antes de todo ello, quiso forjar a Filip Saric, del filial. Durante dos meses, fue el chaval el que dio relevos al titular, mientras el club trabajaba en soluciones. Como informó La Vanguardia, llamaron a la puerta de Matej Mandic o Torbjorn Bergerud, si bien ambos tenían contratos con sus respectivos clubes, que no les dejaron salir con facilidad. Ya en abril, entendieron ante la dificultad del calendario que era necesario sí o sí encontrar a un nuevo cancerbero.

Dicho lo cual, el escenario desolador llevó al Barça a utilizar el mismo recurso que ya hicieron con el equipo de fútbol y Szczesny. Vincent Gérard también aceptó y se mostró pletórico: "Estoy muy contento. Cuando me llamó un club tan grande, pensé que tenía que hacer lo que estuviera en mis manos para venir. Vengo para ayudar al club, haré lo que me pida el entrenador y mi única prioridad es ayudar al equipo. Físicamente me encuentro bien y es cierto que estaba retirado, pero no he dejado de hacer deporte y mantenerme en forma. No me preocupa eso".

Como su homólogo en fútbol, tampoco parece notarse demasiado que Vincent Gérard llevaba un tiempo fuera de las pistas. Este jueves, una actuación heroica con varias paradas de mérito sostuvo al Barcelona en pie para garantizar una nueva Final Four. Sin él no hubiera sido posible.