Jordi Fernández se empeña en recuperar al maldito Ben Simmons y mientras gana casi sin querer

Le trajeron para hacer su trabajo y lo está haciendo a la perfección. Los Nets volvieron a ganar, esta vez en Nueva Orleans, y siguen en posiciones de playoff, con mejor balance que candidatos al anillo como sus vecinos y con Jordi Fernández destacado como uno de los mejores entrenadores de la NBA. Aunque solo lleve once partidos en la élite, suficiente hemos visto. Y suficiente han debido ver desde la gerencia, con los Nets ganando muchísimo más de lo previsto. 

*ASÍ ESTÁ LA CLASIFICACIÓN DE LA NBA

Porque en once partidos ha logrado la mejor versión de Cam Thomas, que incluso cuando no roza los 30 puntos es diferencia. Metió 17, con 7 rebotes desde sus 191 centímetros, pero también de Dennis Schröder, Cam Johnson y el resto del equipo. Siete jugadores de los nueve que pisaron la pista acabaron en dobles dígitos en un esfuerzo coral, y uno de los que no, Ben Simmons, repartió 12 asistencias, el que más del partido. Si consigue también que el australiano se acerque a su máximo nivel, estos Nets pueden dar muchas sorpresas en la temporada. Aunque la de los Pelicans, sin tres titulares, fue más bien una noche de pundonor y aguantar a Brandon Ingram. Al descanso llevaba 22 puntos en 19 tiros, y acabó con 24 en 24, obra de Ziaire Williams.

Thomas fue clave con un triple para poner a los Nets por delante en un último cuarto de poco acierto y mucha precipitación. "Les dije a mis jugadores que si para cuando quedaran 37 segundos no estaban organizados, pediría tiempo muerto" explicaba Jordi Fernández post-partido. "El ataque no estaba organizado, y estaba pidiendo tiempo muerto, pero Cam Thomas ha hecho lo que sabe hacer. Los dioses del baloncesto" aseguraba el entrenador sobre el triple que ha sido la daga.

Se notó la juventud en un lado y las ausencias en el otro, pero los jóvenes dieron la cara. Noah Clowney metió cinco triples, Claxton rozó el doble-doble con 13 puntos y 9 rebotes, y Ziarie lo mismo, con 12 tantos y a un rebote de las dobles figuras. Y un detalle poco habitual: Brooklyn acabó con más triples (19) y mejor porcentaje (45.2%) que tiros de dos (17 y 40.4% respectivamente). Fue el acierto en el tiro exterior que le dio alas a los Nets, eso y los 17 puntos al rebote ofensivo. Porque fue un partido igualado y se decidió por detalles. Los que tanto insiste Jordi: cerrar el rebote, no perder balones y transición defensiva.

10 veces estuvieron empatados, 19 veces cambió quien tuvo el control del duelo y nadie lideró por más de ocho puntos. Y ahora sí, por fin, le salió cara a Jordi que tiene a los Nets 2-0 en partidos decididos por menos de tres puntos, pero que ha perdido las dos prórrogas que ha jugado hasta la fecha. Estaban 1-4 en partidos decididos por cinco puntos, pero esta vez fallaron Javonte Green y Brandon Ingram y los tiros libres de Thomas sentenciaron. Con el toque del entrenador catalán, que supo cuando frenar a los suyos y pedir tiempo muerto, y como guardar el challenge para la última posesión y evitar el tiro final de New Orleans. Porque los banquillos también ganan partidos, y el de los Nets, de los que más. Demasiado incluso.