OPINIÓN

Curry y la redefinición del juego

Curry, uno de los artífices del título olímpico de EEUU./AFP
Curry, uno de los artífices del título olímpico de EEUU. AFP

No se me quita de la cabeza, y ya han pasado dos semanas del torneo de baloncesto masculino de los Juegos Olímpicos. Estuve viendo en un bar, con compañeros y amigos, la semifinal de Estados Unidos contra Serbia.

Miento, la primera parte la seguíamos por el play-by-play, jugada a jugada, a través de la web de la FIBA mientras cenábamos. Hasta que consideramos que había llegado la hora de la verdad, la segunda parte, y nos enganchamos a la retransmisión televisiva.

Los tres teníamos claro que el Team USA iba a remontar pero no sabíamos cuándo lo iba a empezar a hacer. Porque el baloncesto moderno se ha redefinido de un tiempo a esta parte y uno de los jugadores que lo cambió estaba en el partido: Stephen Curry.

Fue en 1979 cuando desde la ABA llegó la línea de tres a la NBA pero su utilización no generó un boom de la noche al día. En el año de su estreno sólo se lanzaron 2,7 triples por equipo en cada partido mientras que en la temporada que hemos finalizado el promedio ha sido de 35 lanzamientos de tres puntos intentados con 12,7 convertidos y un 36,5 % por ciento de acierto.

La temporada 2012-13 fue la primera en la que las franquicias lanzaron 20 triples por partido de promedio, curiosamente en la que los Golden State Warriors pasaron de un 23-43 de balance victorias-derrotas a lograr 47 triunfos y 35 partidos perdidos, cayendo en Semifinales de Conferencia ante los Spurs. Ahí, los tiros de tres intentados constituían menos de un 25 % de todos los lanzamientos efectuados por los equipos NBA.

En 2017-18, el curso del tercer anillo del equipo de Kerr, fue el primero en el que las franquicias de NBA promediaron dobles dígitos en triples anotados por partido, con 10,5 por choque. En la del último anillo de la dinastía de los de la Bahía, la 2021-22, el ratio de utilización de los triples con respecto al total de lanzamientos ya estaba en el 39 %.

La evolución es clara y en ello, al margen de los Warriors, ha tenido que ver la irrupción de la estadística avanzada y el Porcentaje de tiro efectivo (eFG %) que privilegia los tiros de tres corrigiendo su valor con respecto a los tiros de dos. ¿Por qué ha dejado de utilizarse el tiro de media distancia? Porque todos los tiros de dos que no tengan más de un 50% de acierto, no sean de alta efectividad (en la pintura normalmente), no merecen la pena.

La cuenta es sencilla: 100 tiros de dos lanzados con un 50 % de acierto son 100 puntos; 100 triples tirados con un 36,5 % de efectividad constituyen 109,5 puntos.

En la NBA, donde todo está medido, estudios han refrendado que los equipos más exitosos tienden a lanzar más triples que los equipos que ganan menos partidos. La importancia de meter de fuera en el baloncesto actual.

Sólo hay que ver a los campeones de la NBA, los Boston Celtics, siendo el equipo con mayor % de anotación procedente de los tiros de tres en toda la Liga con un 41% (los finalistas Mavs, terceros con un 37,2%), líderes con 1351 triples anotados (el equipo de Doncic, tercero con 1197). Entre ambos, los Warriors con 1211.

De los equipos que llegaron a la fase final del torneo olímpico de baloncesto masculino de Paris 2024, Estados Unidos fue el que más triples lanzó con 32,2 por partido metiendo ¡14,8 por partido!, 4 más que el siguiente en la tabla (Alemania), con un 46,1% de acierto. Una auténtica barbaridad.

Y ahí aparece Stephen Curry, que ha sido el catalizador de la redefinición de nuestro deporte, el baloncesto. En un deporte donde cada vez hay más físico y más centímetros, él es el abanderado del talento. No hace falta ni ser el más grande ni el más fuerte: sólo hay que meter el balón en el aro. Desde donde sea: desde el logo o el túnel de vestuarios.

En seis partidos en el torneo olímpico promedió 3,7 triples en 7,7 intentos, 47,8%. Sí, pero en dos de ellos se quedó a cero: en seis intentos frente a Sudán del Sur y con un fallo ante Brasil. El picorcito sólo estaba afinando la muñeca para la hora de la verdad.

36 puntos con 9 de 14 en triples en la semifinal ante Serbia, sosteniendo a su equipo durante todo el partido (17 puntos en el primer cuarto) y metiendo el tiro de tres que adelantaba al USA Team a 2:22 del final y culminaba la remontada (87-86).

Y 24 puntos con 8 de 12 en triples en la final ante Francia, anotando los cuatro últimos que daban la puntilla a Les Bleus en un espacio de apenas dos minutos con menos de tres por jugarse cuando el marcador reflejaba un 79-82. Curry mandaba el partido a dormir y llevaba a USA Basketball a lograr el quinto oro consecutivo.