La aparición de Gaby Deck da la llave a Chus Mateo para sortear la crisis del Real Madrid: "Es un gladiador"

Hay quien dice que uno no se da cuenta de lo que echa en falta algo hasta que lo pierde. Y algo así se puede decir que le había pasado al Real Madrid con Gaby Deck. Sí, es cierto que el argentino estaba jugando desde el inicio de temporada, pero también lo es que lo hacía sin terminar de encontrar su juego. Ese que se frenó en seco, por dos años consecutivos, a final de temporada, por una lesión de rodilla y que volvió a aparecer este domingo ante el Unicaja. En el momento en el que el Real Madrid más lo necesitaba ante la crisis en la que se encontraba sumido tras las tres derrotas consecutivas que había firmado el equipo blanco en sólo cinco días.

"Seguramente no tenemos el momento de forma de algunos jugadores que puedan entrar en pintura como entrábamos el año pasado", explicaba Chus Mateo tras la derrota del jueves ante el Fenerbahçe. Y en este sentido, más allá de los que ya no están en la disciplina blanca, o de Dzanan Musa o, incluso, Mario Hezonja, uno al que se echaba de menos era Gaby Deck.

El argentino siempre ha sido un jugador que ha aportado muchísimos intangibles. Tanto a nivel defensivo como en el juego colectivo a la hora de compartir la bola. Algo que, precisamente, este año está echando más que nunca en falta el equipo blanco y que logró recuperar justo en el momento en el que reapareció, por fin, Deck.

Velocidad, buena lectura, buen juego en el poste bajo, defensa, rebote, una enorme conexión con Facu Campazzo (como se vio en ese mate a minuto y medio del final con el que el equipo blanco puso el 84-68) y muchos intangibles. Todo eso dio Gaby Deck al Real Madrid en los 30:15 minutos que estuvo sobre el parqué, además de 24 puntos clave. Y es que el argentino se mostró sólido para hacer lo que tenía que hacer, ya fuera jugando de '3' como de '4'. Emparejándose con jugadores más grandes o más pequeño. Y en cualquier lado de la cancha. Es decir, tanto en defensa como en ataque.

Deck subió el balón cuando tuvo que hacerlo, entró en pintura cuando tocaba, usó las faltas de forma inteligente y desgastó en defensa a quien se le pusiese como par. Algo que, junto a la aparición de Alberto Abalde, la solidez de Facu Campazzo y la de Edy Tavares, así como a la aparición de Sergio Llull -quien tras la derrota ante el Fenerbahçe hizo un llamamiento a la unión del vestuario en redes sociales- dio otras sensaciones totalmente opuestas a las que el equipo arrastraba hasta ahora.

"Hemos sido capaces de mantener el nivel físico todo el partido y eso nos ha permitido estar muy bien defensivamente, hemos hecho una defensa colectiva muy práctica para evitar su carrera, que es un equipo que corre y anota mucho al contraataque. El equipo ha estado sólido atrás y defensivamente muy consistente. Eso es lo que buscamos tener con más regularidad. Toda la gente que ha entrado ha sido capaz de aportar muchísimo. Creo que ha sido un partido de un equipo que ha jugado como equipo, resaltaría la unidad que hay como equipo por parte de los jugadores", reconocía tras la victoria ante el conjunto cajista Chus Mateo, que no dudó en elogiar el trabajo que hizo el alero argentino.

"Siempre es un gladiador. Un jugador que es clave porque, independientemente de si está más acertado o no, siempre ayuda defensivamente. Tiene mucho compromiso. Es un jugador muy silencioso, no hace aspavientos, pero siempre está ahí. Este año su inicio de temporada no ha sido de un nivel altísimo, pero tampoco se puede decir que haya sido malo. Es verdad que necesitamos de su mejor versión siempre, pero al tiempo lo vamos a conseguir", dijo el técnico blanco. Y es que, sin duda alguna, Deck ha demostrado que ha de ser uno de los líderes del equipo sobre el parqué.