El Real Madrid tira de oficio y Valencia Basket de Dubljevic para alejar los fantasmas del Martes 13

Hay quien dice que "en martes, ni te cases ni te embarques" y si a eso le sumas que, además, es Martes 13... Sin embargo, nadie dice que no juegues al baloncesto y eso es lo que han hecho Real Madrid y Valencia Basket. El primero, a domicilio y con mucho oficio ante el Bayern de Múnich. El segundo, en casa, con un alto ritmo de juego ofensivo y defensivo y con prórroga y final de absoluto infarto ante Panathinaikos. Pero ambos lograron reponerse de la derrota de la pasada semana en Euroliga y demostrar que no hay gafe que pueda con el baloncesto.

Victoria 64-68 para un Real Madrid en el que Tavares volvió a ser el mejor, Yabusele fue determinante y Hezonja dejó claro que es un jugador de quilates, cuando los saca a relucir. Y triunfo 94-91 para los de Álex Mumbrú, que ya suman su victoria número seis en Euroliga, tras un partido necesario en el que aparecieron sus hombres claves: Dubljevic, Chris jones, Jasiel River y James Webb III.

Quien también dejó claro que no cree en las supersticiones fue el Estrella Roja. Todo el partido por detrás en el marcador ante el Zalgiris y en el último cuarto tiró de casta, de la inteligencia de Vildoza, del caracter de Nedovic y, sobre todo, de la pizarra de un gran Dusko Ivanovic que lleva pleno de victorias desde que se puso al frente del equipo. 77-73 final y 10-0 (seis en Euroliga) en triunfos para el conjunto serbio.

Mientras que otro que demostró que no hay gafe que lo frene fue Vezenkov. El MVP del mes pasado en la Euroliga -y a este ritmo va camino de lograrlo otra vez- dejó claro al Fenerbahçe, actual líder de la clasificación, que la corona del partido era suya. Victoria de Olympiacos 94-67 y 27 de valoración para el ala-pívot que sigue dejando clinics de baloncesto jornada tras jornada.

Si el Real Madrid se llevó la victoria en Alemania fue por la constancia. Y si hay un ejemplo de constancia dentro del Real Madrid ese es Edy Tavares. El pívot es incansable. Al menos eso parece jornada tras jornada. Otra vez fue el mejor, otra vez demostró que si él estaba en pista, la pintura era suya. Y si a eso se le suma que el Bayern se quedó seco en el lanzamiento exterior tras el descanso... Todo dicho. Aún así, partido de tú a tú en el que los de Chus Mateo lograron imponerse pese a los errores finales y llevarse uno de esos partidos de final ajustado que parecían que se le atravesaban.

Oficio, trabajo y sacrificio. Con esos tres adjetivos defino la victoria de Valencia Basket ante Panathinaikos en la Fonteta. Vayamos por partes. Los de Álex Mumbrú mostraron sus dos caras. Un primer cuarto deficiente en defensa, en el que el conjunto griego era superior. Y del segundo cuarto en adelante un Valencia Basket que demostró que sabe hacer muy bien las cosas. Bojan Dubljevic hizo un partido absolutamente descomunal con 23 puntos, ocho rebotes y dos asistencias, para acabar con un contundente 33 de valoración. Hubo final de infarto. 84 iguales en el marcador. Quedaban seis segundos y, cosas que pasan, -hay que levantar la vista y mirar el tiempo-, Dwayne Bacon cazó un rebote defensivo, no se dio cuenta del reloj y tuvo que forzar un tiro desde casi media pista. El partido se fue a la prórroga, PapiRivero dejó su mejor versión en pista, puso a Valencia en +3 y ni el error de Webb de pisar fuera tras cazar un rebote ofensivo y dar la posibilidad de empate a Panathinaikos a nueve décimas empañó el buen hacer y el resultado final.

"Este es el Mario que necesita el Real Madrid". Ese sería mi whatsapp para un Mario Hezonja que demostró que si quiere, puede. Tiene el talento, tiene la confianza del club... Pero parece que aún hay algo que falla y de lo que se pudo despojar este martes en Múnich. Hezonja fue el SuperMario que necesitó el conjunto blanco, más aún ante la ausencia de Gabriel Deck. Anotó, asistió y se implicó al 100% con su equipo. Ojalá esta versión del croata en cada jornada.

El pase, como si fuese un partido de NFL, que se inventó SuperMario Hezonja -porque sí, es imposible no describirlo tal que así- para habilitar a Dzanan Musa y asistirlo para que se colgase del aro y firmase el mate perfecto para poner el broche de oro a una jugada de diez.

Este Estrella Roja se ha propuesto dar que hablar, y mucho, este año en la Euroliga. La llegada de Dusko Ivanovic a mediados de noviembre ha sido un antes y un después para un equipo que ha demostrado que tiene mucho potencial. Nemanja Nedovic es un jugador diferencial; Luca Vildoza, un jugador con clase y acierto, que sube el coeficiente intelectual del equipo... ¿Y si llega también el Facu Campazzo?

James Webb III está que se sale. Lo lleva demostrando varias semanas y lo ha vuelto a confirmar ante Panathinaikos. En el segundo cuarto, formando dupla con Jasiel Rivero, firmó un gran juego interior que impulsó la remontada taronja. Y a partir de ahí fue a más. El alero estadounidense firmó un doble-doble, con 18 puntos y 10 rebotes, que adornó, además, con tres robos y dos tapones para acabar con un 20 de valoración.