La madrugada de sirenas que aterraron a Lorenzo Brown en el Maccabi: "Los compañeros vinieron a mi casa y pensamos"

El deporte vive en los últimos años enormes dificultades debido a los conflictos bélicos que se están dando en el Viejo Continente. Más allá de inocentes y culpables, hay millones de civiles pagando unas consecuencias que no merecen. Pese a que la mayoría de ellos tienen suficientes recursos como para poder vivir con normalidad, no pueden abstraerse de la realidad que viven sus respectivos países. Lorenzo Brown es un buen ejemplo de ello.

El base internacional por España militaba la pasada temporada en el Maccabi, club que tuvo que cambiar temporalmente de residencia en sus partidos europeos por la guerra de Israel contra Hamás y la situación de Palestina. Pese a que en suelo israelí la situación puede resultar relativamente tranquila a día de hoy, no siempre fue así. El estallido del conflicto, de hecho, llegó con un ataque del grupo terrorista en suelo israelí, causando estragos en la población civil.

La escalada del conflicto fue a más y Lorenzo Brown y sus compañeros comenzaron un proceso de inestabilidad que condicionó sus destinos profesionales. En una entrevista a Eurohoops, el ahora jugador de Panathinaikos rememora lo ocurrido: "Lo que más recuerdo es el día en que ocurrió todo. Era temprano por la mañana y nos despertamos con el sonido de sirenas y bombas, así que fue muy aterrador. En ese momento, mi esposa estaba embarazada de nuestro hijo y estábamos tratando de decidir cuál sería nuestro próximo paso".

Brown entró en pánico ante su difícil situación familiar y unos protocolos desconocidos. "Realmente no sabíamos cómo íbamos a salir porque los aeropuertos estaban cerrados", revela. En el vestuario hablaron del tema y hubo una reunión clandestina para tomar decisiones: "Muchos de mis compañeros de equipo vinieron a mi apartamento y tratamos de pensar en algo".

Por suerte, el Maccabi pudo salir en tiempo exprés, cosa inviable para otros ciudadanos y ni que decir para la población civil palestina. Así lo recuerda Lorenzo Brown: "El equipo terminó consiguiendo un vuelo a Chipre, probablemente al día siguiente, y estábamos a salvo, pero aun así fue una situación muy aterradora. El viaje fue difícil, como dije, porque mi esposa estaba embarazada y yo tenía que estar allí para ella mientras hacíamos esos movimientos. Fue mucho lo que hubo que hacer, pero lo superamos ".

Aunque claro, en un contexto tan complicado, sin demasiada información, los jugadores miraron al horizonte sin demasiadas respuestas: "El año pasado fue una situación muy difícil, simplemente por el hecho de que todo estaba fuera de nuestro control. Realmente no sabíamos mucho sobre la historia de la situación, y todavía no sé mucho al respecto, pero estaba corriendo con mis compañeros de equipo, así que lo que ellos estuvieran pasando, yo también lo estaba pasando".

La situación les llevó incluso a no jugar partidos de Liga y, a posteriori, Lorenzo Brown no se planteó la renovación y salió rumbo al campeón de Europa: "En cierto sentido, sí, fue una decisión que tomamos mis compañeros y yo. Muchos de nosotros estábamos tratando de encontrar los mejores movimientos para nosotros y nuestras familias, así que nos unimos y decidimos que esto era lo que íbamos a hacer".