Un arrebato de personalidad y autocontrol muestra al Mario Hezonja líder que necesita el Real Madrid

Cuando Mario Hezonja renovó este verano con el Real Madrid, lo hizo con un objetivo: convertirse en uno de los líderes -y uno de los ejes- del equipo blanco. Y lo cierto es que la actuación que firmó este jueves en el Palau -en la que pudo ser (otra vez) su casa después de ese coqueteo con el Barça el pasado verano- evidenció esa versión del croata que necesita el equipo blanco. Y lo hizo liderando en ataque, aportando en defensa y siendo referente para el equipo en muchos momentos de lo que puede tildarse, por lo que se vio, el Clásico de los Clásicos.

Hezonja se ha erigido como uno de los anotadores del equipo blanco esta temporada. Y aunque no fue su noche desde el triple, su descaro de cara a aro y su actitud para tirar del carro en momentos clave fueron argumentos más que suficientes para reivindicarse como uno de los líderes del equipo de Chus Mateo. De hecho, "cuando la cosa no estaba bien", en palabras del técnico blanco, fue quien logró reenganchar a los suyos y aportar "equilibrio" junto a otros jugadores como Facu Campazzo o Edy Tavares, algo que hasta ahora no se había palpado de forma tan tangible en el croata.

En el tercer cuarto fue quien tomó las riendas del equipo, siendo el protagonista del parcial de 10-0 con el que el Real Madrid reanudó el juego tras el paso por vestuarios y aportando un total de 15 puntos en esos diez minutos que hicieron al Real Madrid remontar e irse dos arriba en el marcador de cara al último cuarto.

Asimismo, también se le vio incluso organizando a sus compañeros sobre el parqué de cara a una de las últimas defensas del tiempo reglamentario, además de haber tomado la decisión por sí mismo de ser quien defendiera a Kevin Punter, haciendo, sobre todo en la prórroga, un gran trabajo en este sentido.

Este tipo de cuestiones, más allá de sus números (23 puntos, 7 rebotes, 1 asistencia y 23 de valoración, hicieron que Hezonja mostrase ese carácter de referente y ese paso al frente que tanto ha pedido Chus Mateo a sus jugadores esta temporada. Pero, además, lo que también se vio de él fue un temple que muestra que empieza a corregir uno de sus mayores problemas: la mentalidad.

Si algo ha caracterizado al croata, más allá de su talento y juego, siempre ha sido su cabeza. Sobre todo por acciones o decisiones discutibles de cara al juego que perjudicaban más que le ayudaban a título personal. Pero lo que se vio de él ante el Barça en este sentido fue un cambio de chip total para bien. Y un claro ejemplo lo protagonizó, precisamente, con el que fue su par durante el duelo: Punter.

Al final de la primera prórroga, en un ataque del Barça, Punter resbaló justo delante del croata cuando este le estaba defendiendo. Los árbitros entendieron que ese tropiezo se dio porque el alero tocó al estadounidense y le señalaron falta en contra y dos tiros libres para Punter cuando el marcador estaba 83-84 para el Real Madrid.

En este momento de tensión, lejos de dirigirse al colegiado, como hubiera hecho en otras ocasiones, tras mostrar su sorpresa y disconformidad por la falta, logró templar su carácter y no protestar la acción. Un autocontrol hasta ahora no visto en él con la camiseta blanca. Y la realidad es que fue la mejor decisión posible. Porque evitó una posible técnica y Punter falló uno de los dos tiros libres, empatando así el partido a 84 y abocándolo a una segunda prórroga que se acabó llevando el Real Madrid.

"Hemos mejorado muchísimo nuestra defensa, bajando los porcentajes al Barcelona, centrándonos en jugadores que para ellos son absolutos referentes ofensivos. Creo que por momentos hemos hecho una buena defensa. El lunar que más me fastidia un poco es el rebote defensivo. Pero aun así hemos creído con el orgullo que estos jugadores demuestran, hemos sido capaces de volver al partido cuando la cosa no estaba bien y ser bastante equilibrados para controlar el final del partido que podía haberse llevado cualquiera. Ese empujoncito moral nos puede hacer pensar que somos mejores de lo que a veces creemos", aseguró Chus Mateo tras la victoria. Y, de seguro, ese "empujón moral" también lo ha tenido el croata tras lo que se vio de él.

Porque más allá que con palabras, como ya había hecho en ocasiones anteriores, reivindicando un mejor juego u otras cuestiones para los suyos, ahora también se convirtió en un referente y líder sobre el parqué. Y lo cierto es que esta es la versión de Hezonja que necesita tener siempre el Real Madrid.