BALONCESTO

Cuántos cambios se pueden hacer en un partido de baloncesto

El baloncesto es el deporte dinámico por excelencia, por lo que necesita que todos sus jugadores estén lo más frescos posible.

Karl-Anthony Towns se dirige al banquillo de los Knicks tras ser sustituido./REUTERS
Karl-Anthony Towns se dirige al banquillo de los Knicks tras ser sustituido. REUTERS
Javier Mercadal

Javier Mercadal

El baloncesto es un deporte caracterizado por su dinamismo. De hecho, es algo buscado por el propio reglamento. Normas como el campo atrás o el reloj de posesión se implantaron precisamente para minimizar la especulación durante el juego. La idea es que todo el rato pasen cosas. A su vez, esto implica que los cinco jugadores de cada equipo están activos en todo momento. Tanto en ataque como en defensa, lo que lleva a un gasto de energía mayúsculo.

Ahí entran en juego los cambios de jugadores. Aunque inicialmente eran algo residual, con el paso del tiempo las rotaciones han ganado un gran peso trascendental en el desarrollo de un partido de baloncesto. Sobre todo en contexto europeo, donde el juego está más orientado al colectivo y el nivel medio de las plantillas, sobre todo la de los conjuntos de la Euroliga, es más parejo entre titulares y suplentes.

Cuántos cambios se pueden hacer en baloncesto

En baloncesto el número de cambios es ilimitado. Es decir, un entrenador puede mover el banquillo tantas veces como lo desee oportuno. A diferencia de lo que ocurre en el fútbol por ejemplo, un jugador que es sustituido puede volver a entrar al terreno de juego nuevamente. De hecho, es lo más habitual. Además, el número de jugadores que se pueden cambiar durante una sustitución también es ilimitado. Es decir, si el coach decide cambiar de quinteto por completo, puede hacerlo, aunque no es lo habitual.

No obstante, las sustituciones en el baloncesto están reglamentadas. Los cambios se deben hacer siempre y cuando el juego esté detenido. Como decíamos, el deporte de la canasta pone gran importancia en ser un juego dinámico. Por ello, mientras el balón está en juego, ningún jugador puede entrar en la pista. De esta manera, se pueden cambiar jugadores cuando el balón está muerto el reloj está parado. También, después del último tiro libre convertido.

Además, en los últimos dos minutos del último cuarto, así como de la prórroga, el equipo que recibe canasta también puede realizar cambios. Se trata del único supuesto en el que uno de los dos equipos está autorizado para hacer cambios, mientras que el otro no.

Cómo se pide el cambio en baloncesto

En el baloncesto, el encargado de pedir la sustitución es el jugador que va a ingresar en el terreno de juego. Para ello debe comunicarlo a la mesa de anotación realizando la señal de la cruz con los brazos. Además, el jugador debe dirigirse a la zona de los sustitución, desde la que saltará al terreno de juego.

En caso de que quiera anular la sustitución, debe hacerlo antes de que el cronometrador indique al árbitro el cambio. Por último, no puede entrar en el campo hasta que el colegiado se lo haga saber con su silbato. La sustitución se debe hacer en el menor tiempo posible, por lo que el jugador que va a saltar a la cancha debe estar preparado para ello en todo momento.

Cuándo se introdujeron los cambios en el baloncesto

En la actualidad, el espectador está acostumbrado a ver varias sustituciones de jugadores a lo largo de un partido. De hecho, el uso de la rotación realizada por un entrenador es un tema habitual de discusión entre los seguidores. Sin embargo, no fue siempre así. Inicialmente, el baloncesto no tenía un número de jugadores delimitado, por lo que no había banquillo ni sustituciones. Poco a poco, los equipos fueron adoptando la forma de los cinco jugadores que conocemos en la actualidad, aunque las sustituciones llegaron más tarde.

Concretamente, en 1920 se permitió que un jugador que había abandonado la cancha pudiese volver a entrar una vez, algo que se expandió en 1934 permitiéndole ingresar hasta dos veces. Finalmente, en 1945 se permitió que un jugador pudiese entrar en la pista un número de veces ilimitado. Aún así, en la práctica, las sustituciones eran algo residual. Por norma general, la diferencia entre titulares y suplentes era muy acusada. No es hasta una época más reciente en la que los entrenadores han aprendido a sacar ventaja en darle refresco a sus jugadores.