La llegada de la NBA a Europa ya sí afecta seriamente a la Euroliga: el Joventut Badalona también se plantea la huida
Esta postura también ha sobrevolado al Valencia Basket o el Dreamland Gran Canaria.

El anuncio de la llegada de la NBA a Europa de la mano de la FIBA ha empezado a hacer mella en la Euroliga de forma tangible. Primero, con las dudas de Real Madrid y Barça -entre otros- a la hora de renovar su licencia que acaba al término de la próxima temporada y todavía no han firmado. Después, con el adiós oficial del ALBA Berlín, que fue el primer club Euroliga en dejar el ente y cambiarlo por la Basketball Champions League (BCL). Y ahora con la incertidumbre que sobrevuela a los equipos de la Liga Endesa que, salvo Unicaja y La Laguna Tenerife, ahora militan en la BCL. Porque el hecho de que haya tres -Valencia Basket, Joventut Badalona y Dreamland Gran Canaria- que se planteen dejar las competiciones Euroliga (en este caso, la Eurocup) y poner rumbo a la máxima competición europea que gestiona la FIBA puede marcar un antes y un después.
A día de hoy, solo cuatro equipos ACB pueden ir a la BCL de forma directa a la fase de grupos, mientras que un quinto lo puede hacer a través de la fase previa, algo que se gana en función de la posición en la que se termine en la fase regular de la Liga Endesa. De este modo, equipos como La Laguna Tenerife o Unicaja (que acaba de revalidar el título de campeón europeo) ya tendrían dos plazas, mientras que el resto irían por clasificación.
¿Qué ocurre? Que de dar el paso finalmente Joventut Badalona, que es algo que según el medio griego Sport24 tendrían ya decidido, y dada su posición en la tabla, haría que equipos como el UCAM Murcia o BAXI Manresa, por ejemplo, que la han disputado este año y que están más abajo en la tabla de la ACB, pudieran quedarse sin plaza.
Lo mismo ocurriría si tomaran esta decisión el Valencia Basket, sobre el que también habría sobrevolado esta opción a tenor de las discrepancias económicas con la Euroliga para hacerse con una licencia, o el Dreamland Gran Canaria, de quien el propio presidente, Sitapha Savané, llegó a reconocer que estaban todas las opciones sobre la mesa, al ser preguntado en una entrevista en AtlánticoHoy sobre cómo podría afectar al conjunto canario la llegada de la NBA a Europa.
"Lo estamos monitorizando. Es la palabra que usamos. Porque está cambiando cada día, parece una telenovela. Y no hay nada peor para un negocio que la inestabilidad, no saber cuál será el escenario el año que viene o dentro de dos. Como club, manejamos más información de la que sale publicada. Tenemos acceso directo, conocemos a los actores, y estamos muy atentos. Este tema influye incluso en debates internos, como el de Eurocup o Champions League (...). Si eso cambia de nuevo, puede cambiar la decisión", dijo Savané en la citada entrevista.
Y es que el hecho de que la BCL sea la que dé al menos una plaza a esa futura NBA Europa ha hecho que el escenario cambie por completo. "La BCL no va a desaparecer. Eso es seguro. Seguirá creciendo, desarrollando un rol importante en este nuevo ecosistema. Llevamos haciéndolo desde hace nueve años y vamos a seguir. Vamos a seguir representando a todas las ligas europeas y reconociendo las necesidades de esos equipos, ligas y federaciones, respetando el derecho a soñar de los equipos a poder participar en la élite. Queremos proteger las ligas, los equipos y salvaguardar el acceso abierto. Las discusiones con la Euroliga no acabaron en buen puerto, estamos hablando con la NBA. Independientemente de lo que suceda, la BCL seguirá y veo un futuro brillante", dijo el actual CEO de la BCL, Patrick Comninos, este pasado fin de semana durante la Final Four de Atenas.
De ahí, que el escenario que se presenta en los próximos meses y las decisiones a tomar por los equipos españoles pueda cambiar por completo la hoja de ruta del baloncesto europeo, desde la perspectiva nacional. Aunque lo que está claro es que, a día de hoy, la FIBA parece estar mostrando cada vez más fuerza en su apuesta y su proyecto con la NBA, al menos, en cuanto a las dudas que ya existen dentro de los propios clubes y ese recelo que empieza a aparecer hacia las competiciones que gestiona la Euroliga.