El Alba Berlín se va de la Euroliga por sostenibilidad... y pensando en un futuro distinto del basket europeo
El equipo alemán anuncia que competirá en la máxima competición de la FIBA, que negocia un golpe de mano junto a la NBA.

Hay un movimiento en las tripas del baloncesto europeo que nadie tiene claro cómo va a terminar, pero en todo caso es importante y definirá el futuro de todo el deporte. Cada pieza que mueve, por pequeña que sea, tiene su importancia en el tablero en el que ahora mismo juegan la Euroliga, FIBA Europa y la NBA buscando la fórmula que se lleve la primacía.
El último cambio a tener en cuenta es el del Alba de Berlín, el equipo más histórico de Alemania que ha tomado la decisión de que la próxima temporada disputará la Basketball Champions League, es decir la competición de FIBA Europa.
El Alba jugaba la Euroliga en virtud de una licencia B concedida en el año 2021, y uno de los problemas que le representaba era, precisamente, no tener el accesit máximo para la competición, esa licencia A que tienen los equipos más importantes del continente y que asegura la participación año tras año en la que en la última década ha sido la competición más importante del continente.
Explican desde Berlín que la Euroliga cada vez está más complicada y sus exigencias empujan a los clubes a no ser sostenibles: "Tenemos una larga tradición en la Euroliga, y siempre hemos aspirado a competir en el entorno más exigente posible. Sin embargo, las condiciones para asegurar una plaza en la Euroliga han cambiado drásticamente en los últimos años. Con nuestros valores y nuestro proyecto –centrado en la sostenibilidad financiera, la colaboración y el desarrollo del deporte– queremos seguir ayudando a dar forma al futuro del ecosistema del baloncesto europeo".
Renunciar a la Euroliga implica acercarse a FIBA Europa, que tradicionalmente fue la organizadora de la Copa de Europa pero que perdió ese puesto a principios de siglo cuando los principales clubes del continente le echaron un pulso que terminaron ganando. Durante todos estos años la FIBA no ha renunciado a organizar baloncesto de clubes en Europa, ha seguido maniobrando y abriendo competiciones que no podían competir con la Euroliga.
Esa posición, sin embargo, ha tomado un cariz diferente en los últimos meses con la llegada, o la amenaza de llegada, de la NBA a Europa. Hay negociaciones y su partner tradicional es la FIBA. Hay posibilidades de cambio e incluso algunos equipos europeos, poco contentos con el rumbo que ha tomado la Euroliga, con cosas como llevar la Final Four a Emiratos, se plantean la opción de abandonar la empresa actual y volver a la federación europea.
Es en ese contexto en el que se entiende mejor lo que ocurre con el Alba, el primero en saltar de la Euroliga las competiciones FIBA, en parte porque actualmente son más fáciles, más baratas, también porque es de esperar que si se monta esa competición paralela sea sencillo encontrar el hueco a los que han hecho un gesto temprano en esa dirección.