La increíble gesta de Jéssica Bouzas, una chica normal: "mucha gente que te dice que no puedes, que eres mala, que no tienes tenis..."
Jessica Bouzas tiene 21 años y ahora puede estar segura que en la parte alta del ranking ya saben perfectamente quién es tras su victoria contra Vondrousova.

Londres.- Jessica Bouzas tenía hace meses un reto, que las grandes jugadoras la tuviesen en su agenda. "En los Grand Slam muchísimas de las chicas seguro que dirán '¿quién es esta?' Nunca habrán visto mi cara. No creo que Sabalenka sepa quién soy, pero quiero que las mejores jugadoras sepan quién soy", contaba en una entrevista en Relevo el pasado mes de abril. Pues bien, ese momento ha llegado. Sabalenka quizá no, porque está fuera de Wimbledon por problemas en el hombro, pero Vondrousova, que es campeona de este torneo, ahora siempre recordará esa chica no muy alta, muy morena, buenísima tenista que la barrió de la pista central en 2024.
Y esto es la manera más espectacular posible de darse a conocer. "Supongo que ahora sí porque... creo que estas jugadoras ya me irán conociendo, sobre todo es algo positivo porque significa que poco a poco tengo más visibilidad en el circuito y que, al final, pues soy una rival para ellas", explica en la conferencia de prensa posterior tras ganar ese partido que ya forma parte de la mejor hoja de su historial.
Jessica Bouzas Manero, que así la llama la WTA en esa cosa que tienen en el resto del mundo de no terminar de entender del todo lo de los dos apellidos que usan los españoles, es ahora mismo mucho más conocida en el mundo de lo que era esta mañana. Su sonrisa en la central era la marca final de un proceso, unos meses de despegues en los que ha encontrado una versión superior de sí misma. Superior, pero no óptima, todavía queda por delante más trabajo, más cosas que hacer. Jéssica Bouzas tiene 21 años, eso es lo mismo que decir que acaba de llegar.
PIEL DE GALLINA
— Movistar Plus+ (@MovistarPlus) July 2, 2024
Histórico, Jéssica Bouzas. Es que es histórico. La gallega ha vencido a la actual campeona de #Wimbledon. #LaPistaDelTenis pic.twitter.com/GPw1TsD4tW
Lo primero será jugar contra Bucsa en unos días, lograr parar el ruido a su alrededor para concentrarse en una compatriota y buscar la tercera ronda. "Esto no ha acabado, obviamente sigue el torneo y en algún momento tengo que pararme y mentalizarme sobre la siguiente ronda. Pero bueno, ahora sobre todo disfrutarlo, que creo que tengo que hacerlo y que me merezco disfrutar un poco este momento", explicaba la gallega.
Vivimos tiempos inmediatos y poca gente lo sabe mejor que Bouzas en este momento. La jugadora terminó el partido y si móvil estalló. Mensaje y más mensajes de toda esa gente que ha ido sabiendo de ella, que ha ido consiguiendo su número y la estaban viendo por televisión, asombrados ante el descaro de su amiga/conocida/contacto.
"Sinceramente es que tengo el móvil que no lo he mirado, lo único que he hecho es coger una videollamada de mi madre, preguntarle a mi entrenador dónde estaba para decirle verlos, y no he contestado absolutamente a nadie más, no he visto nada", relataba.
Bueno, hay una pequeña salvedad en esto. "Creo que he visto por ahí lo único un comentario de Garbiñe, ha sido pura casualidad, estaba comiendo y dije 'creo que no es ella, debe ser una cuenta falsa'. He hecho así y he dicho, 'bueno, voy a ver si es ella'. Y era ella, o sea que es lo único que he visto", decía con gracia.
Es una casualidad porque Muguruza es uno de los grandes referentes de Bouzas. La última gran jugadora española, con su fuerza y desparpajo, forma parte de los pensamientos de la tenista. "Ojalá me pareciese, es un halago que me digan que me puedo parecer. Ha hecho cosas increíbles por el tenis español, no la conozco personalmente y me queda un poco la espinita clavada, porque me gustaría poder entrenar algún día con ella o simplemente conocerla. Creo que ha tomado su decisión, está feliz con ella y en el tenis español le debemos mucho. Ojalá conocerla algún día", retrata la tenista, que previsiblemente subirá en el ranking tras su extraordinaria victoria.
El tatuaje del dedo
Jéssica Bouzas es una tenista extraordinaria y una persona normal, de gustos normales. Aquí va su intento, siempre complicado, de autodefinirse. "Yo me considero una chica alegre, creo que soy bastante sociable con todo el mundo. Me gusta llevarme bien con todos. Creo que me llevo bien con la mayoría de la gente y que me rodeo de buena gente de mi círculo de amigos de Galicia. Yo me mudé con 13 años de mi casa para poder seguir jugando al tenis. Y luego conservamos muchas amistades desde pequeña. Me siento súper afortunada de tener cosas así", comenta.
Luego, claro, está la familia: "Siguen estando en el pueblo en Galicia. Bueno mi madre no, pero mi padre sigue ahí. Me gusta leer, me gustan mis series, mis momentos, ir al cine, ir a tomar café con mis amigos, muy típico en España. Pero de todo, muy normal".
Los tatuajes, que tiene siete u ocho, ya no son una anomalía ni mucho menos, pero uno de ellos sí que la hizo, antes de liarla en Wimbledon, un poco famosa. En su dedo índice aparecen tres letras S, H, H, y eso, aquí y en la luna, significa mandar callar.
"Fue uno de mis primeros tatuajes. No es sobre toda la gente, es sol que cuando eres jugador de tenis tiene mucha gente que te dice que no puedes hacerlo, que eres mala, que no tienes tenis, que no tienes esas cualidad, que tu esfuerzo no es tan bueno... es para esas personas, no es para las personas buenas, es divertido", explica.
Si tienen curiosidad, el resto de la tinta que tiene su piel es, fundamentalmente, por temas familiares: una mariposa en el tobillo por su madre, la fecha de cumpleaños de sus abuelos maternos en el codo... y un rayo. Porque el rayo, dice, la representa, también tiene un collar con un rayo.