1.325 partidos. Esa es la cantidad de partidos individuales que ha jugado Rafael Nadal en su carrera. Esta semana, en las finales de la Copa Davis en Málaga, se despedirá del tenis.
Ha ganado 1.091, más del 82% de todos los partidos que ha jugado.
Sus porcentajes de victorias en pista dura (76,7%) y hierba (78,4%) son excelentes, pero palidecen ante su registro en tierra batida: 90,2% de triunfos en 541 partidos.
Esos 541 partidos en tierra batida incluyen una racha de 81 victorias consecutivas al comienzo de su carrera.
Durante dos años, ningún rival pudo ganar en tierra batida a Nadal, que pareció imbatible en esa superficie.
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Cuando uno piensa en un récord de Rafael Nadal, lo primero que viene a la cabeza son los 14 títulos de Roland Garros. Es la marca que le define y le definirá para siempre. A menudo conviene repetir la cifra, porque Nadal acabó convirtiendo lo extraordinario en algo tan cotidiano que quizás nos hayamos anestesiado.
Catorce títulos en un torneo anual es una de las mayores barbaridades del deporte, si no la mayor. "Es imposible jugar 14 veces Roland Garros, imagínate ganarlo", dice a Relevo Guillermo Coria, el hombre que dominaba la superficie naranja cuando emergió la figura de Nadal hace 20 años.
Sin embargo, hay un récord que muchas veces no se menciona a la hora de hablar de Nadal y que es casi igual de monstruoso: las 81 victorias consecutivas sobre tierra batida que encadenó entre el 12 de abril de 2005 y el 20 de mayo de 2007. Fueron algo más de dos años, concretamente 768 días, en los que nadie consiguió derrotarlo. Era prácticamente inabordable.
Fueron 52 víctimas diferentes de 21 nacionalidades distintas; 185 sets ganados y apenas 22 perdidos; y 13 títulos consecutivos en la misma superficie: Montecarlo, Barcelona, Roma, Roland Garros, Bastad y Stuttgart en 2005; Montecarlo, Barcelona, Roma y Roland Garros en 2006; y Montecarlo, Barcelona y Roma en 2007. Un dominio sin igual.
La mejor racha anterior sobre polvo de ladrillo llevaba el nombre de Guillermo Vilas y databa de 1977, cuando el argentino encadenó 53 victorias. No obstante, en aquella época había muchos más torneos en la superficie naranja y menos competencia de los mejores del mundo. Para poner en contexto esa salvajada de Nadal, conviene mirar cuáles son los récords en otras superficies: Roger Federer es el rey tanto de la hierba, con 65 victorias seguidas entre 2003 y 2008, como de la pista dura, con 56 triunfos entre 2005 y 2006.
¿Y cómo era competir contra aquel Nadal? Coria, que perdió tres finales durante aquella racha del balear, recuerda perfectamente el respeto que imponía Nadal. Una anécdota de aquel Montecarlo de 2005, cuando empezó la racha, es muy gráfica. "A mí, antes de una final, me gustaba llegar bien temprano al club y que cuando mi rival llegara yo estar ya listo en el vestuario, haber entrado en calor, estar ya duchado y esperando la final", relata a Relevo.
"Para Rafa era su primera final en Montecarlo y dije: 'Bueno, la final es a las 12:00, a las 9:00 estoy en el club para que me vea ya cambiado cuando él llegue a las 9:30 o por ahí'. Y cuando llegué a las 9:00 él ya estaba en el vestuario, ya estaba preparado y le digo: 'Rafa, la puta que te parió, yo traté de imponerte respeto'. Y me dice: 'Pues tío, tú también me dabas respeto'. A lo que voy es que tenía 18 años y ahí ya te vence. Quieras o no, es un set de arriba para él. Vos no ganás los partidos y el respeto en un partido, lo vas ganando fuera de la cancha, en cómo te ven, en cómo te preparás, en cómo estás mentalizado a la hora de jugar".
Durante su racha, hubo seis tenistas a los que Nadal ganó al menos tres veces, empezando por el belga Kristof Vliegen.
Entre sus víctimas habituales estaban los mejores especialistas en tierra batida del circuito, como el argentino Guillermo Coria, que fue el último tenista en ganar Montecarlo (2004) antes de las ocho victorias seguidas del balear.
Otro argentino que mordió el polvo ante Nadal durante su racha fue Gastón Gaudio, el último ganador de Roland Garros antes del comienzo de la era 'nadaliana'.
El chileno Fernando González, que rondaba el top 10 en aquella época, también sucumbió tres veces ante Nadal en esos dos años.
Lo mismo le sucedió a David Ferrer, que por entonces empezaba a destacar como otro gran especialista en tierra.
Pero si hay un tenista al que Nadal torturó durante su racha, ese es Roger Federer, que perdió cinco veces ante el español.
Nadal le ganó en las semifinales de Roland Garros 2005, la final de Montecarlo 2006, la final de Roma 2006, la final Roland Garros 2006 y la final de Montecarlo 2007.
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El final de la racha y la camiseta de Federer
El impresionante récord llegó a su fin en la final de Hamburgo 2007 a manos de Federer. El balear se llevó cómodo el primer set, pero después terminó cediendo por 2-6, 6-2 y 6-0 en una hora y 55 minutos. Fue el primer y único 6-0 que logró Federer sobre Nadal en una pista de tierra batida.
"La verdad es que Rafael estaba muy cansado y no es excusa. Además, cuando Federer juega bien es muy difícil de batir", rememora Toni Nadal. "Rafael estaba ya al límite y después de ganar el primer set se quedó sin gasolina y acabó perdiendo fácilmente".
Nadal tuvo un gesto después de perder la imbatibilidad que relata muy bien la relación que ha tenido y tiene con Federer. "Fue especial porque yo llegué a ese partido habiendo ganado 81 encuentros consecutivos en tierra batida, que era el récord histórico. Cuando me ganó, me hizo ilusión tener un recuerdo de ese día y fue especial que quien lo consiguiera fuera Roger, así que le pedí la camiseta y aún la conservo. Me hace mucha ilusión tenerla y quizá algún día la ponga en el museo", recordó hace pocos años el balear.