US OPEN

Ni todos los millones del mundo pueden con la potencia de Aryna Sabalenka

La bielorrusa tumba en la final a Jessica Pegula por 7-5 y 7-5 y conquista su tercer título de Grand Slam.

Aryna Sabalenka, campeona del US Open 2024. /REUTERS
Aryna Sabalenka, campeona del US Open 2024. REUTERS
Nacho Encabo

Nacho Encabo

Palo va, palo viene. Cuando Aryna Sabalenka está en una pista de tenis, conviene no distraerse ni coger el móvil ni desviar la mirada de la pista. Porque aunque el tenis no es la Fórmula 1, con Sabalenka bien vale aquello de si parpadeas, te lo vas a perder. Lo suyo es una oda a la potencia, con una raqueta que escupe fuego. Y cuando las bolas entran, la consecuencia suele ser un título, como el US Open que ha celebrado este domingo en Nueva York.

La bielorrusa, número dos del ranking WTA, ha rendido a Jessica Pegula, la heredera de una de las mayores fortunas del mundo, por 7-5 y 7-5 (1:53 horas) en el estadio Arthur Ashe para celebrar su tercer título de Grand Slam y el primero en Nueva York después de la dolorosísima derrota que sufrió hace un año en la final del mismo escenario.

Hace 12 meses cayó en tres sets ante otra estadounidense, Coco Gauff, tras arrollar por 6-2 en la primera manga. Sin embargo, los dos últimos sets de aquella fueron un concierto de errores por parte: se fue hasta los 46 errores no forzados y lo pagó carísimo. Esa es precisamente la cruz de su tenis a tumba abierta, que cuando la mirilla se desvía un poco los fallos se suceden uno tras otro.

Este domingo tuvo dos pequeños apagones. Uno que casi le cuesta el primer set, cuando iba 5-2 arriba y tuvo que remar para metérselo en el bolsillo; y otro mediado el segundo, porque tras verse 3-0 arriba y 30-40 al resto, con pelota de 4-0, recibió un parcial de cinco juegos y necesitó reaccionar para evitar el tercer parcial.

En total, Sabalenka conectó 40 winners con su cañón. Y es que contra esa potencia no hay nada que valga, ni todos los millones del mundo. Ni los más de 7.000 millones de dólares que heredará Pegula de su padre Terry, la 374ª fortuna del mundo según la lista Forbes, ni los 1.500 que llegarán algún día a las manos de Emma Navarro, la tenista a la que derrotó el jueves en semifinales. De millonaria a millonaria y tiro porque me toca.

Lo que le toca a Sabalenka ahora es celebrar. Celebrar que ya tiene tres Grand Slam en sus vitrinas (tras los Open de Australia 2023 y 2024), celebrar que amenaza el reinado de Iga Swiatek y celebrar que no hay nadie que domine ahora mismo la pista dura como ella.