Las tenistas que más semanas han estado en el número uno
Llegar al número 1 de la WTA es muy complicado, aunque mantenerse en la cima es todavía más difícil.
El tenis es un deporte extremadamente competitivo. En él no existe el empate: dos tenistas se citan en la pista y siempre debe haber una ganadora. Por ello, existe una búsqueda común por saber quién es la mejor. En noviembre de 1975, la WTA estableció por primera vez un sistema de ranking que permitía determinar la identidad de la mejor raqueta del momento. Para ello, se utiliza un sistema de puntos dividido en 52 semanas, el cual se actualiza cada lunes en función de los diferentes resultados cosechados en los torneos disputados en ese lapso de tiempo.
La primera número 1 del mundo de la historia fue la estadounidense Chris Evert. Desde entonces, la competencia por figurar en lo más alto del escalafón mundial es feroz. Al fin y al cabo, estar en la posición de privilegio no solo supone prestigio deportivo, sino que también se traduce en patrocinios y otros ingresos adosados a ser la mejor en tu disciplina deportiva. Y, como en todo, si llegar es muy difícil, todavía resulta más complicado mantenerse. No en vano, el sistema de puntuación utilizado por la WTA, en el que se han de defender los resultados conseguidos el año anterior para no perder puntos, hace que establecerse en el top sea muy difícil. Estas son las tenistas que más tiempo han estado en el número 1 del ranking.
1. Steffi Graf: 377 semanas como número 1
Para muchos, Steffi Graf está considerada como la mejor tenista de la historia y su récord de 377 semanas como número 1 de la WTA es un buen argumento a su favor. Los 22 Grand Slam conseguidos a lo largo de su carrera, la segunda mejor marca dentro de la era open, son sin duda un palmarés impresionante. En total, la tenista alemana ha ganado cuatro Open de Australia, seis Roland Garros, siete Wimbledon y cinco US Open. Demostrando que lo suyo no era un idilio con un torneo o superficie en concreto, sino una dominación total durante los años que estuvo activa en el circuito.
De hecho, Steffi Graf posee uno de los hitos estadísticos más impresionantes en la historia del tenis al ser la única tenista (masculino o femenina) que ha logrado el Golden Slam: esto es ganar los cuatro grandes más el oro olímpico en un mismo año. Lo consiguió en 1988, en la que es una de las mayores exhibiciones individuales del deporte mundial y no solo del ámbito de la raqueta. Solo dos mujeres más han conseguido ganar el Grand Slam en la historia, aunque en su caso sin el oro olímpico: Maureen Connolly en 1953 y Margaret Court en 1970. Graf se retiró en 1999 cuando solo tenía 30 años. Debido a su juego desde el fondo de la pista y a la potencia de su derecha, se le considera como una avanzada a su tiempo, siendo la pionera del estilo de juego que, poco a poco, iría imponiéndose en la WTA.
2. Martina Navratiova: 332 semanas como número 1
Antes que Graf, estaba Martina Navratilova. La tenista checa, con pasaporte estadounidense, fue la gran dominadora de la década de los 80, en competición directa con su gran rival Chris Evert, eso sí. De hecho, Navratilova todavía permanece como la tenista con un mayor número de victorias en la historia: con un total de 1.442 partidos ganados de los 1.661 que disputó como profesional (o lo que es lo mismo, un 86,8% de victorias a lo largo de su carrera). Un dato impresionante, que explica los 18 Grand Slam que levantó en su carrera: tres Open de Australia, dos Roland Garros, nueve Wimbledon y cuatro US Open.
Pero no solo eso. Navrativola es además una de las mejores jugadoras de dobles de la historia. Quizá la mejor. Su palmares en la modalidad es igualmente impresionante, con 31 Grand Slam por parejas ganados y 10 grandes más en dobles mixtos. De hecho, su último gran título lo consiguió en 2006, cuando le faltaban unas semanas para cumplir 50 años. En el US Open de aquel año, la tenista estadounidense de origen checo ganó el campeonato de dobles mixtos acompañada de Bob Bryan. Una muestra de su pasión por el juego y su carácter ganador.
3. Serena Williams: 329 semanas como número 1
Decíamos que Steffi Graf es para muchos la mejor tenista de la historia, claro no son pocos los que replican que el título honorífico de GOAT debe ir para Serena Williams. Como siempre ocurre en este tipo de debates sin respuesta correcta ni solución, los argumentos sobran para defender la candidatura de la norteamericana. La pequeña de los Williams posee algunos récords muy difíciles de igualar. Entre ellos, Serena es la tenista que más torneos del Grand Slam ha ganado en la era open, con un total de 23. Estos se reparten en: siete Open de Australia, tres Roland Garros, siete Wimbledon y seis US Open. Un dominio sin precedentes en la década de los 2000 y los 2010, que además se redondea con medallas de oro olímpicas tanto en individuales en individuales, en Londres 2012, como en dobles, en 2000, 2008 y 2012.
Las comparaciones entre Graf y Williams son muchas y variadas. Con algunas coincidencias, ya que por ejemplo ambas comparten el récord de más semanas consecutivas en el número 1 del mundo, con 186. Pero, además, cada una a su manera, las dos cambiaron el tenis para siempre. Para muchos, el dominio de Serena, unido al impacto que también tuvo su hermana Venus, ganadora de siete Grand Slam, influyó en la irrupción de tenistas mucho más físicas en el circuito de la WTA. Una revolución cuyos frutos todavía pueden verse en las pistas actualmente. Serena, además, fue una auténtica estrella en el sentido amplio de la palabra. De hecho, según Forbes es la deportista mujer que más dinero ha ganado a lo largo de la historia.
4. Chris Evert: 260 semanas como número 1
En muchas ocasiones, la historia del tenis se construye a base de rivalidades. Dos o más tenistas, en su afán por superar al otro, van elevando el listón hasta crear una era. En el caso del tenis femenino, una de esas rivalidades históricas fue la de Navratilova con Chris Evert. La norteamericana permaneció 260 semanas en lo alto del escalafón mundial, además de ganar, entre otros, 18 trofeos del Grand Slam. Evert posee el récord de ser la tenista que más veces ha ganado Roland Garros, con un total de siete ocasiones. De hecho, cuando se retiró acumulaba un 94,55% de victorias en sus partidos en tierra batida. Unos datos que la confirman como la gran especialista del polvo de ladrillo de la historia.
Así mismo, Chris Evert es, junto a Serena, la jugadora que más veces ha ganado en el US Open, con seis. Hay que tener en cuenta que, en aquella época, no todas las tenistas jugaban todos los torneos del Grand Slam de forma anual. Por ejemplo, Evert solo participó en seis ediciones del Open de Australia, de las que ganó tres. Sin embargo, al ser su torneo local, la estadounidense siempre estuvo presente en el grande norteamericano.
5. Martina Hingis: 209 semanas como número 1
Martina Hingis es el epítome de niña prodigio del tenis. De hecho, no son pocos los récords de precocidad que todavía mantiene en su posesión. La suiza es la tenista más joven en ganar un Grand Slam, cuando levantó el Open de Australia de 1997 con apenas 16 años y 177 días de edad. Además, también fue la número 1 del mundo más joven de la historia, al llegar a lo más alto del escalafón con 16 años y 182 días.
Su carrera fue meteórica en todos los sentidos. En 2003, cuando solo tenía 22 años, tuvo que retirarse por una lesión en ambos tobillos. Para entonces había ganado 40 torneos individuales de la WTA, incluidos cinco Grand Slam. Además, había ocupado el número 1 del mundo 209 semanas, 29 de las cuales también fue número 1 en dobles. Regresó en 2006, aunque en 2007 volvió a colgar la raqueta. Además, un positivo en cocaína afeó su segunda etapa en el tenis. Volvería a jugar en 2013 en la categoría de dobles, aunque nunca ya con el impactó que llegó a tener cuando era una adolescente.
6. Monica Seles: 178 semanas como número 1
Monica Seles también irrumpió en el circuito femenino siendo solo una adolescente. De hecho, ganó Roland Garros en 1990 cuando apenas tenía 16 años. Fue el inicio de una carrera arrebatadora en sus inicios, que dio como resultado ocho Grand Slam ganados antes de cumplir 20 años. Sin embargo, la trayectoria de Seles quedaría marcada por el ataque que sufrió el 30 de abril de 1993, cuando un perturbado le apuñaló durante un partido. Un hecho traumático, por el que estuvo apartada de las pistas durante dos años.
En 1995 realizó su regreso, jugando a buen nivel aunque sin la consistencia que había demostrado antes del ataque. No obstante, en 1996 cumplió su particular redención al proclamarse campeona del Open de Australia, conquistando así su noveno y último major de su carrera. Seles jugó su último partido en 2003, aunque no se retiró oficialmente hasta 2008. Pese a su carrera interrumpida, la estadounidense de origen yugoslavo fue 178 semanas número 1 del mundo y ha pasado a la historia como una de las mejores en empuñar una raqueta. En su caso, siempre con las dos manos. Ya que si algo caracterizó su juego fue su particular manera de golpear tanto de derecha como de revés sujetando la empuñadura con ambas extremidades.
7. Ashleigh Barty: 121 semanas como número 1
Ash Barty decidió retirarse cuando estaba en lo más alto de su carrera. Era la número 1 del mundo y acababa de ganar el Open de Australia por primera vez. Sin embargo, decidió dejarlo todo explicando que había perdido la motivación para seguir en el circuito. Su decisión demuestra lo exigente que es estar en la élite, incluso cuando las cosas salen bien sobre la pista. Sin embargo, deja para siempre en el aire la duda de hasta dónde habría llegado en este ranking histórico en caso de seguir compitiendo.
Aún así, la hoja de servicios de la australiana en el deporte de la raqueta es más que excelsa. En total, Ash Barty acumuló 121 semanas como número 1 del mundo, además de ganar 15 títulos en el circuito de la WTA, tres de ellos Grand Slam. Barty fue la gran dominadora en un periodo en el que el tenis femenino se caracterizaba por los altibajos de sus principales figuras. La única constante en tiempos convulsos.
8. Justine Henin: 117 semanas como número 1
Si alguien logró plantar cara a Serena Williams a comienzos de siglo esa fue Justine Henin. Hasta el punto de sumar 117 semanas como número 1 del mundo, algo que la convirtió en la gran némesis de la norteamericana, si es que existiese tal cosa. De hecho, la propia estadounidense ratificó dicho estatus, asegurando que es "la que más problemas me ha dado" una vez que la belga anunció su retirada en 2011 debido a una lesión crónica en el codo.
No es que su rivalidad fuese especialmente prolongada, aunque sí fue intensa. Sobre todo, porque Henin logró plantar cara a la gran fuerza de la naturaleza, con un h2h de 8-6 para Serena. A lo largo de su carrera, Henin consiguió vencer en 43 torneos de la WTA, siete de ellos Grand Slam. Mostrándose especialmente intratable sobre tierra batida, tal y como muestran los cuatro Roland Garros que levantó, tres de ellos de forma consecutiva. Además, Henin logró para el tenis belga la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de 2004.
9. Iga Swiatek - 105 semanas como número 1*
La carrera de Iga Swiatek está todavía por escribirse. Durante un tiempo convulso para el tenis femenino, que se quedó sin referentes claros tras la retirada de Barty o los problemas de salud mental de Naomi Osaka, la polaca dio un paso al frente para consolidarse en lo más alto del escalafón. Para ello, evolucionó su juego para ser algo más que una especialista en tierra batida. En 2022 encadenó una racha de 37 victorias consecutivas, en las que ganó Roland Garros y el US Open. Un puñetazo en la mesa en el que demostró que lo suyo iba en serio. Hasta dónde podrá llegar es un misterio. Sin embargo, posee las herramientas para terminar su carrera en una posición mucho más elevada de esta lista. En el 2024 se ha hecho con la victoria del Roland Garros, derrotando a la italiana Paolini.
10. Lindsay Davenport: 98 semanas como número 1
Con 1,89 metros de altura, Lindsay Davenport no pasaba desapercibida en una pista de tenis. Aunque ha habido otras jugadoras altas, pocas han tenido su envergadura con una raqueta en la mano. Algo que, sin duda, supo aprovechar a su favor a lo largo de su carrera. De hecho, durante muchos años la norteamericana fue una de las jugadoras más poderosas del circuito. Un tenis primario, basado en un potente servicio, que llegó a alcanzar los 192 km/h, y un juego agresivo desde el fondo de la pista, que le llevaba a combinar winners espectaculares con varios errores no forzados por partido.
Aún así, si atendemos a su palmarés el balance fue más que satisfactorio. En total, Davenport ganó 55 torneos individuales de la WTA, incluyendo tres Grand Slam: un Wimbledon, un US Open y un Open de Australia. Además de conseguir la medalla de oro en Atlanta 1996. Dichos galardones, sumados a sus 98 semanas como número 1 del mundo, le convierten en una de las mejores tenistas de la historia.
*Tenista todavía en activo.