La diferencia pocas veces explicada sobre por qué es Rafael y no Rafa Nadal: "Es el nombre artístico"
Toni Nadal, tío del tenista, repasó la trayectoria del manacorí en una entrevista con 'El Mundo'.
La Copa Davis, que se celebrará del 19 al 24 de noviembre en Málaga, será el punto y final a la carrera de Rafa Nadal. Cuesta escribirlo e, incluso más, imaginarlo. Porque más allá de sus méritos deportivos y sus innumerables victorias sobre la arcilla de la Philippe Chatrier, con Nadal se va un deportista con unos valores únicos. "Hay jugadores que por sus méritos deportivos van más allá de su deporte específico, como Djokovic. Pero hay otros que por su forma de ganar van más allá del deporte. Eso es lo que pasa con Federer y Rafael, porque la vida no es solo ganar, sino cómo ganas. Ambos se han ganado un respeto superior".
Las declaraciones de Toni Nadal, en una entrevista en El Mundo, son las de quien ha sido una de las personas más influyentes en la carrera de su sobrino. De la mano hasta que en 2017 separaran sus caminos, juntos, como se suele decir, han sonreído en las alegrías y llorado en las adversidades.
"¿Cuál fue el momento más difícil?", le pregunta el periodista Javier Martínez. Toni lo tiene claro. "La primera lesión, la del pie, al principio de su carrera. Nos pintaron la situación bastante negra", señala. "Pero yo nunca esperé una vida fácil, sabía a lo que se tenía que enfrentar Rafael si quería llegar muy arriba. Entendí que la adversidad formaba parte de la vida. Al final tuvo muchas lesiones, pero siempre le decía: 'No nos quejemos, que la vida nos ha tratado mucho mejor de lo que esperábamos y merecíamos'. Hay mucha gente que lo pasa mal, gente dedicada, que se esfuerza y a la que las cosas no le salen. El pie, la rodilla... Pero tuvo una compensación muy elevada y sería de desagradecidos quejarse".
Rafael, como le llaman los suyos ("Rafa casi lo encuentro como el nombre artístico. Ni yo ni nadie en nuestra familia le hemos llamado nunca Rafa"), tuvo una educación bastante recta. "Siempre se dejó aconsejar y estuvo dispuesto a obedecer. Sus padres le encaminaron bien. Era el número 2 del mundo y tenía hora de llegar a casa. Yo a veces le decía a mi hermano: 'Cuando está por el mundo llega cuando quiere. Y él me respondía: 'Cuando está en casa el que manda soy yo'. La educación es fundamental, no solo para que alguien llegue a ser un gran jugador, aunque veamos a mucha gente sin educación que lo es. Es fundamental para ir bien por la vida", recalca Toni.
Esa enseñanza hizo que Nadal nunca tuviera actitudes que se salieran de tono sobre una pista. Nunca tiró una raqueta ni tuvo gestos desafiantes con la grada como vimos hace unos días con Medvedev en Turín. "A mí no me gusta nada. Cuando Federer hacía un gran punto, levantaba el dedo pulgar hacia arriba estirando el brazo y bajaba la cabeza. Nunca miraba al público. Rafael hacía el gesto de pasión, de fuerza. Particularmente a mí no me gustan demostraciones del tipo que me comenta, pero se han puesto de moda y lo hace mucha gente. Si lo hubiera hecho Rafael cuando estaba conmigo, le hubiera dicho: '¡Ostras! Mira de no hacerlo!'".
Con la incertidumbre de no saber si podrá estar en Málaga, ("Si llegan al domingo, sí. Tengo trabajo toda la semana y me es imposible estar. Voy a Roma y cuando regreso he de ir a diferentes sitios"), Toni aún recuerda la mirada de aquel niño que soñaba con llegar a lo más alto. "¿El mejor recuerdo? A nivel de Rafael, la primera victoria en Roland Garros, el primer Wimbledon, la Copa Davis de Sevilla... Personalmente, los mejores momentos los viví en el Club Tenis Manacor, cuando intentábamos mejorar el 'drive' o el revés, o el saque, cuando Rafael era pequeño y teníamos la ilusión de que llegara a ser un gran jugador".