TENIS

Potito Starace y los diez años de sanción por un caso de apuestas: "La ATP me ofreció pactar seis años, pero dije que no. Soy inocente"

El extenista italiano habla largo y tendido sobre el proceso que le apartó para siempre de la raqueta.

Potito STarace, durante partido en el Abierto de Valencia de 2008. /EFE/Juan Carlos Cárdenas
Potito STarace, durante partido en el Abierto de Valencia de 2008. EFE/Juan Carlos Cárdenas
Julio Ocampo

Julio Ocampo

Esto no es una entrevista para absolver o condenar a nadie. Es una conversación con un ex tenista prácticamente olvidado que ha decidido alzar la voz. Potito Starace (Cervinara, 1981) fue en su día 27º del mundo y, junto a Filippo Volandri, un grandísimo jugador de la Copa Davis. Hoy se sienta con Relevo para hablar de un episodio oscuro, que le marcó para siempre: la sanción de diez años por amaño de partidos.

Si es cierto que la verdad a veces es relativa, esta afirmación en Italia se enfatiza mucho más tomando incluso múltiples disfraces, y todos legítimos. En realidad, no se sabe muy bien dónde terminan los hechos reales y comienza la dietrología, es decir lo que verdaderamente hay detrás de los bastidores. La esencia de todo. El móvil en el crimen.

Poto habla con firmeza. Alto y claro para insinuar que sí, efectivamente se ha visto envuelto en un maquiavélico plan de apuestas urdido por no se sabe quién. O sí. Lo cierto es que nadie le devolverá ya esos diez años sin jugar a tenis. Es como no poder gozar de la infancia. Manipularla, alterarla.

Has dicho que querías contar algo que casi nadie sabe.

Lo sucedido ha sido increíble. Un proceso mediático intenso. En el acta judicial no estaba mi nombre, porque yo jamás vendí ese partido. Me encontraba mal, así que tuve que retirarme. Forzando lo podría haber terminado, pero no estaba nada bien. Después, bueno… Decir que tanto la justicia deportiva como la ordinaria me han procesado. Me han sancionado en primera instancia…

Espera. Mejor recapitular: junto al ex tenista Daniele Bracciali fuiste acusado de asociación para delinquir con finalidad de fraude deportivo. Después, absuelto en el proceso penal -abierto en Cremona- al no subsistir el hecho. Respecto a la justicia deportiva, inicialmente sancionado de por vida, pero la sentencia se anuló en la apelación. ¿Me equivoco?

En primera instancia fui sancionado, sí. Había algo que no iba bien. Era todo una locura, y yo no entendía nada. En segunda instancia fui absuelto por la justicia deportiva, que también me exculpó -en última instancia- en el Comité Olímpico Italiano. Todo eso extrapolable para la penal por lo que dices, que el hecho no subsiste. Esto quiere decir que no había nada de nada para demostrar mi culpabilidad. ¿Entiendes? Yo no aparecía por ningún lado. Si hubiera sido culpable, mi nombre saldría en algún mensaje. Piensa que los jueces tenían todos los documentos -recopilados de cuatro años- de estos apostantes, y yo no existía. Por eso digo que es una locura sancionar a alguien sin hacer nada.

"Se me vino el mundo encima. Una impotencia increíble. Llegas a decirte: 'Si lo sé, apuesto. Al menos habría ganado dinero'".

Potito Starace

¿Me estás diciendo que tu nombre no aparece en el acta judicial?

No aparece ninguna conversación entre los apostantes y yo. Es más, con los años ellos llegaron a decir que no me conocían, que sí sabían que había estado mal y tal... No les creyeron.

Imagino que te refieres al proceso internacional, porque de los primeros -más allá del dinero gastado y el desgaste psicológico- saliste indemne. Después interviene un ente internacional, la Agencia Internacional para la Integridad del Tenis. ¿Y?

Yo pedí a la ATP que me hicieran un proceso, ya que no tenía problema en facilitar teléfonos, cuentas… Todo. Ellos se apoyaron en la justicia ordinaria italiana. Se constituyeron parte civil, que significa pretender una compensación por daños económicos recibidos. Cuando fui indultado porque el hecho no subsiste… Es decir, que ni siquiera la acusación apeló… conseguí liberarme de todo. Dos semanas después, la ATP me mandó un mail para decirme que ellos iban a realizar un proceso similar, aunque con jueces americanos que no sé muy bien a qué o quién pertenecían. Las actas serían las mismas, y yo tenía que prepararme para defenderme otra vez en una audiencia de primer grado en Londres. Hablamos del 2018-19, aproximadamente. Piensa que llevaba cuatro años de juicios, absoluciones… Te puedes imaginar.

¿Qué sucedió?

Acepté, aunque en teoría era ilegal según la ley. No se puede procesar a una persona dos veces por el mismo -hipotético- delito que ellos creen. Subrayo esto porque repito que no sucedió nada. Bien, entonces fui a Londres y sí, allí me penalizaron con diez años porque, desde su punto de vista, Bracciali era mi trámite, el encargado de hablar con los apostantes. Para ellos quizá yo era el culpable. Todo desde su punto de vista, porque reitero la ausencia de pruebas incriminatorias.

Potito Starace, durante un partido en 2005.  EFE/Kai Försterling
Potito Starace, durante un partido en 2005. EFE/Kai Försterling

Recurres al TAS.

Sí. En medio de todo suceden cosas surrealistas. Fuimos a Lausana, y la noche antes murió el juez en el hotel. Nos lo dicen el mismo día, en el aula judicial. Se tuvo que posponer. Entre medias llega el covid, y no se lleva a cabo ninguna audiencia porque los americanos no podían venir a Europa. Recuerdo que en 2021 o 22 conseguimos realizar este proceso de apelación, el último grado. Y aquí viene lo gordo…

Sí, lo que no sabe casi nadie.

Una semana antes me contacta la ATP para ofrecerme pactar seis años. Me mandó un mail, en realidad. Además, me habrían quitado los cien mil euros de multa. Piensa que esos seis años ya los había descontado. Sólo tenía que admitir mi culpa a cambio. Obviamente, tras tantos años de calvario en los que salí limpio incluso de la justicia deportiva italiana, digo que no. Al día siguiente ya habría sido libre, pero digo que no. Al negarme, vamos a la audiencia con los abogados, y nos dicen que en dos meses tendría la sentencia.

Tardó un año.

Increíble. No soy tonto. La gente tampoco. Lo iban aplazando una y otra vez. Tienes los documentos, los mismos, los lees y emites una sentencia. Es sencillo, en cambio me hace pensar que… No sé. Han ratificado la sentencia de diez años. Además, han hecho el paripé de sancionarme con cien mil euros de multa, cuando en realidad tuve que pagar la mitad. Esta es la síntesis.

Cronología del caso

  • 2011. Potito se retira del partido contra Daniel Gimeno en primera ronda del Godó. Asegura tener dolores en el estómago
  • 2014. Se hace público que la Fiscalía de Cremona tiene documentos con chats de Skype que incriminan a Starace. La fecha que emerge es 10 de abril de 2011, a pocas horas de jugar -y perder- en Casablanca ante Pablo Andújar.
  • 2015. Sancionado de por vida por la Federación Italiana de Tenis por haber alterado el resultado de partidos para obtener ganancias ilícitas a través de apuestas.
  • 2016. Absuelto -en apelación- por el Tribunal Deportivo Italiano tras cuatro grados judiciales.
  • 2016. En otoño entra en juego la Fiscalía de la República. La justicia ordinaria le acusa, junto a Daniele Bracciali, de “asociación delictiva con finalidad de fraude deportiva”.
  • 2018. El proceso penal se concluye con la absolución de ambos porque “el hecho no subsiste”. Starace anuncia su retirada del tenis.
  • 2018. En noviembre, tras una investigación de la ITIA, el caso se reabre. La Anticorrupción del tenis mundial anuncia la sentencia de diez años de penalización a Starace y la expulsión de por vida a Bracciali. En la Audencia disciplinar, el profesor Richard McLaren inculpó a Potito de arreglo de partidos y de haber facilitado las apuestas del partido contra Gimeno.
  • 2021. El TAS ratifica la sentencia de la ITIA.

Negarte a pactar me hace pensar… No sé. ¿Esto se sabe en España?

Creo que en ningún sitio. No sé si eres el primero que lo sabe.

Antes de centrarnos en el celebérrimo partido del Godó'11 (contra Daniel Gimeno), quería puntualizar algo. En el comunicado oficial relativo a Daniele Bracciali se lee esto: “responsable de haber facilitado apuestas de partidos en el torneo”. ¿Niegas haberle ayudado?

Claro que lo niego. Con Bracciali jamás hablé de apuestas. Esto es un pensamiento que tienen los jueces. No hubo nada, ni un contacto, una palabra, un mensaje… Nada.

¿Tu nombre no aparecía en el acta?

Sí, eso sí, pero a través de otras personas. Ahora no sé decirte exactamente qué se decía, porque había muchísimos nombres. Después lo archivaron. Verás, fui procesado porque estos apostantes ganaron cuarenta o cuarenta y cinco mil euros en ese partido contra Gimeno Traver. Hablamos de gente que apostaba casi a diario. Según los jueces, y a través de los teléfonos de estos apostantes que hablaban con Daniele Bracciali… Bracciali jugaba el dobles conmigo, por cierto… Bien, ellos pensaban que uno más uno igual a dos.

Sorprende que los jueces hagan estas asociaciones arbitrarias sin pruebas fehacientes.

No las hay. Nunca las hubo. Esto no lo sabe nadie. Sí, en Italia sí, pero han callado. No sé el motivo. Por no hablar de la ATP, que ha organizado un proceso como coño han querido. Al final, lógico, me han confirmado los diez años. Fíjate la casualidad, justo después de ofrecerme pactar.

¿Cómo has resistido psicológicamente?

Se me vino el mundo encima. Una impotencia increíble. Llegas a decirte: "Si lo sé, apuesto. Al menos habría ganado dinero". En cambio, no. Te toman el pelo dos veces. No lo haces, y dicen que eres culpable sin tener media prueba. Potito Starace en los chats de las interceptaciones no aparece por ningún lado. No habla con nadie, no conoce a nadie. Se habla de mí y de otros, sí… La diferencia es que en ese partido mío se comprobó que ganaron, pero yo qué cojones tengo que ver ahí. Además, no es que encontraran millones de euros. Hablamos de cuarenta mil euros, algo absurdo. Si lees los chats, esta gente apostaba diez, veinte mil euros, perdían, ganaban… Tenían noticias, no sé de quién, cuando uno estaba mal… Yo estaba mal, y apostaron en ese partido. Qué narices tengo que ver. Todo esto traté de explicar en los juicios, pero no había manera. Creo que el procedimiento hasta llegar al dictamen ha sido algo irreal, de broma.

Potito Starace, durante el Open de Valencia de 2008.  EFE/Kai Försterling.
Potito Starace, durante el Open de Valencia de 2008. EFE/Kai Försterling.

¿Viste alguna vez a estos apostantes? ¿Es grande el pastel de las apuestas clandestinas en el tenis?

Nunca vi a esta gente, y sobre las apuestas no lo sé. Sí, dicen que había algo, pero no tengo ni idea. Sí, quizás existan en el tenis, el fútbol… En mi caso me han acusado equivocándose, pero no lo han admitido. Han seguido hacia adelante, porque estaba siendo un proceso mediático enorme. Han querido ganar por la fuerza. Esta es la verdad.

¿Cuánto dinero te has gastado estos años para defenderte?

Entre abogados, el no haber podido trabajar… Cuando sucede esto es como si hubieras matado a alguien. La gente no sabe, lee el periódico y basta. Se queda con los rumores, con las tonterías que se han vertido ahí. Además, luego se tergiversa todo. Me he gastado más de 300.000 euros en mi defensa. Todo para nada.

¿El sistema necesitaba un chivo expiatorio?

Sí. Al cien por cien. Creo que han querido esta sentencia a la fuerza. Saben perfectamente que no tengo nada que ver. Ha sucedido algo, y lo saben. No ha sido serio, porque de haberlo sido, el veredicto habría deparado el mismo resultado italiano. No se ha tenido respeto por la justicia italiana. Habrán pensado: "A quién le importa. Starace tiene 35 años, diez años no importa". Así razonan, y es una pena.

La relación con Bracciali, ¿cómo es?

Nada del otro mundo. Me pidió perdón muchas veces. Siempre dijo que yo no tenía nada que ver. No le han creído tampoco.

Hay un punto que me inquieta. El partido contra Gimeno en Barcelona era en el primer turno. Te retiras tras el 6-4, 1-6, 0-2. Bracciali estaba allí para el dobles. Eliminado en primera ronda. ¿Pensaste en denunciarle?

Jamás le denuncié, porque nunca supe nada de nada (el caso estalló en 2014, tres años después). A mí Bracciali nunca me pidió nada, ni me dijo nada. Es importante saber esto. Lógicamente, si me hubiera chantajeado lo habría hecho, pero no fue así. Quiero subrayar esto.

Una vez leí que con el doctor Riccardo Agricola (ex médico de la Juventus involucrado en otras turbias historias) te sometiste a un análisis. Se dijo esto: “Potito sufre una espondilitis desde pequeño. Para aliviar los dolores en la espalda toma fármacos que le provocan dolor de barriga”. ¿Eso tuvo que ver en tu retirada?

Desde que nací tengo esta patología crónica que afecta a las articulaciones de la columna vertebral. A menudo tenía que tomar muchos antiinflamatorios porque me provocan un dolor importante en la espalda. Quizás ese dolor en el estómago que me obligó a retirarme contra Gimeno fue debido a estos fármacos. El doctor del torneo vio que estaba mal. No recuerdo su nombre.

Para terminar, ¿Cómo encuadrar en esta historia al contable Manlio Bruni? Era presuntamente uno de los cabecillas en idear este sistema delictivo de partidos de tenis comprados, desde 2007 a 2011. No solamente Barcelona. También Hamburgo, París, Casablanca… Al parecer conocía a Bracciali.

No sé quién es. No tengo ni idea.