OPEN DE AUSTRALIA

Sinner, Alcaraz y la revolución contra el macho alfa: por qué Djokovic tiene que temer por su cabellera

Seis de las nueve derrotas que ha sufrido el serbio en los últimos 12 meses ha sido ante tenistas que nacieron en el presente siglo.

Jannik Sinner abraza a Novak Djokovic tras derrotarlo en las semifinales del Open de Australia./AFP
Jannik Sinner abraza a Novak Djokovic tras derrotarlo en las semifinales del Open de Australia. AFP
Nacho Encabo

Nacho Encabo

Melbourne.- Hace unos días, a Novak Djokovic le pidieron que comparara la relación que tuvo con Roger Federer y Rafael Nadal con la que mantiene ahora con Carlos Alcaraz, Jannik Sinner y compañía. Su respuesta, durante la parte en serbio de una rueda de prensa, enseguida fue traducida a decenas de idiomas.

"La relación con mis compañeros más jóvenes es mucho mejor, más agradable. Lo disfruto. Es una relación más abierta, los jóvenes son más comunicativos. Simplemente nos llevamos mejor, eso es todo", fue la respuesta del campeón de 25 Grand Slam. Djokovic fue en su momento el elemento disruptivo que hizo saltar por los aires el dominio de Federer y Nadal en el circuito. Pero ahora le está pasando exactamente lo mismo a él. Los jóvenes se les están subiendo a las barbas.

Con Federer retirado en 2022 y Nadal meditando colgar la raqueta en 2024, Djokovic es el único superviviente que queda ahora mismo del Big Three luchando contra esa nueva generación de jugadores. Y por mucho que se lleve bien con ellos, más le vale andar ojo avizor. Porque la revolución contra el macho alfa ya está aquí.

Seis derrotas que dicen mucho

Djokovic, que cumplirá 37 años en mayo, fue el tenista más dominador del circuito en 2023: ganó tres de los cuatro Grand Slam y además se coronó en la Copa de Maestros. Pero detrás de todas esas alegrías, hay un dato que permitía intuir que los jóvenes, la nueva generación, ya andaban tramando algo.

"Lo que tenemos en común Alcaraz, Rune y yo es que creemos en nosotros mismos y eso nos ayuda mucho"

Tras caer el viernes con Sinner en las semifinales del Open de Australia, Djokovic acumula nueve derrotas en los últimos doce meses. El dato así no dice mucho, pero sigamos escarbando: de esas nueve derrotas, seis fueron ante tenistas que nacieron después del año 2000. Sinner (2001) le ganó en la fase de grupos de la ATP Finals, en la Copa Davis y ahora en Australia; Alcaraz (2003) le tumbó en la final de Wimbledon; Holger Rune (2003) le apeó en Roma; y Lorenzo Musetti (2002) pudo con el balcánico en Montecarlo. Las otras derrotas fueron ante Alex de Miñaur (1999), Daniil Medvedev (1996) y Dusan Lajovic (1990).

"Es normal que los jóvenes quieran ganarme, no veo nada raro en eso. Ya llevo experimentando esas sensaciones, que todos los jugadores se motivan todavía más cuando juegan contra mí. Es normal y lo acepto. Quieren arrancarme la cabellera", había dicho Djokovic a finales de 2023 en Turín.

La fe de la nueva generación

Que Alcaraz acabara con la hegemonía de Djokovic en Wimbledon después de 2.195 días y que Sinner hiciera lo propio en Australia después de 2.195 días no puede ser más que una casualidad. Pero menuda casualidad. "No sé qué puedo responder a eso", decía riéndose Sinner bajo su melena pelirroja y despeinada en la conferencia de prensa del viernes en Melbourne.

Sí tuvo respuesta cuando le preguntaron qué tenían él, Alcaraz y Rune para poner en tantos apuros a Djokovic. "Cada uno de nosotros es diferente. Somos diferentes jugadores, mentalmente también y nuestra actitud en pista es diferente. Pero lo que tenemos en común es que creemos en nosotros mismos y eso nos ayuda mucho. En el tenis, cuando crees ya tienes bastante ganado", dijo. Dos días después, el italiano se ha coronado como campeón del Open de Australia.

Mats Wilander, que de tenis sabe un poco -por algo ganó siete Grand Slam y por algo lleva años comentando los Grand Slam en Eurosport-, dijo hace unos días en una entrevista con Relevo que no hay muchos jugadores capaces de ganar a Djokovic. "Alcaraz es uno de esos cuando está cerca del 100%. Y Jannik Sinner también lo ha demostrado. Los que pueden vencerlo son básicamente los jóvenes. Medvedev, por ejemplo, necesita que Novak baje un poco el nivel para tener una oportunidad", respondió el exnúmero uno sueco.

La temporada 2024 no ha hecho más que comenzar, pero Djokovic ya ha mostrado alguna debilidad. "Señales negativas", según ha dicho la extenista belga Justine Henin. Perdió con De Miñaur en la United Cup y ahora se ha despedido de Australia con una derrota inédita para él. Nunca había caído en las semifinales ni en la final del primer Grand Slam, donde tenía un impoluto diez de diez una vez superados los cuartos. Sería de necios dudar de Djokovic a estas alturas de su carrera, con todo lo que ha demostrado y ganado, pero también sería algo irresponsable quitar la vista de los que vienen a destronarlo.