OPEN DE AUSTRALIA 2023

Sebastian Korda, la nueva esperanza americana tiene sin dormir a Andre Agassi

El estadounidense está apadrinado por la leyenda del tenis, que está trasnochando para seguir sus partidos en Australia.

Sebastian Korda, la nueva esperanza americana tiene sin dormir a Andre Agassi
Nacho Encabo

Nacho Encabo

El 8 de septiembre de 2009, los aplausos, los flashes y la música del estadio Arthur Ashe cambiaron para siempre a Sebastian Korda. El corazón se le aceleró aquella noche neoyorquina en la que quedó prendado del tenis para siempre.

Lo normal es que Sebastian Korda (Bradenton, Florida, 5 de julio de 2000) hubiera nacido con una raqueta de tenis bajo el brazo. Porque su padre, Petr, ganó el Open de Australia hace justo 25 años y ascendió al número dos del ranking; y porque su madre, Regina, fue también jugadora profesional. Petr y Regina, que nacieron en Checoslovaquia, se instalaron en Miami y no quisieron forzar a sus hijos a que fueran tenistas. Jessica y Nelly eligieron el golf (son profesionales) y Sebastian, el hockey sobre hielo.

Jugaba en un equipo de Florida que era de los mejores a nivel nacional en categoría infantil. Con el paso de los años, varios de sus compañeros llegaron a la NHL. Korda se lo pasaba en grande. Pero aquella noche de 2009 en la pista de tenis más grande del mundo lo alteró todo. Fue la primera vez que acompañaba a su padre a un Grand Slam. Petr llevaba ya una década retirado -colgó la raqueta en 1999 tras dar positivo por nandrolona-, pero recorría el circuito como entrenador de Radek Stepanek. El checo se enfrentaba en el turno de noche a Novak Djokovic.

"El estadio estaba lleno. Al día siguiente le dije a mi padre: 'Me quiero dedicar a esto'. Me enamoré de la energía de la pista, de cómo se juega a este deporte y de lo mental que es", ha recordado este domingo Sebastian Korda, justo después de alcanzar en el Open de Australia 2023 sus primeros cuartos de final de un Grand Slam.

Australia y las cosas del destino

El destino ha sido como un bucle: está explotando en el lugar que coronó a su padre y lo hace además entrenado por el propio Radek Stepanek y apadrinado por el mismísmo Andre Agassi, cuatro veces campeón en Melbourne.

"Andre es una de las personas más importantes en mi vida. Empezamos a hablar durante la pandemia en 2020 y ha sido una de las razones principales de mi evolución. Como tenista, pero también como ser humano. Pasamos mucho siempre juntos y es una persona muy especial para mí", explicó el propio Korda después de tumbar en tercera ronda a Daniil Medvedev, finalista en 2022 y uno de los grandes favoritos. El partido acabó a las 5 de la madrugada de Las Vegas, donde vive Agassi. "Andre me envió un mensaje de texto, que ahora sí se iba a la cama. Fue el último mensaje que me envió", añadió Korda, número 31 del ranking.

Agassi y Korda, juntos en 2020.  Instagram de Korda
Agassi y Korda, juntos en 2020. Instagram de Korda

Campeón del Open de Australia júnior en 2018 y ex número uno del mundo júnior, Sebastian Korda tiene muchos motivos para sonreír estos días. Hace dos semanas estuvo a punto de vencer a Djokovic en la final de Adelaida -desaprovechó un match point- y este martes se enfrentará al ruso Karen Khachanov en los cuartos de final del Open de Australia tras tumbar a Medvedev y a Hubert Hurkacz. Si vence Khachanov, además de un billete a las semifinales se asegurará entrar en el top 20 del ranking ATP.

Su explosión en este inicio de 2023 añade su nombre a la lista de las nuevas esperanzas estadounidenses. Sin ganar un grande masculino desde Andy Roddick en 2003, Estados Unidos tiene muchos motivos para pensar en un futuro brillante: a los nombres de Taylor Fritz y Frances Tiafoe se une ahora el de Sebastian Korda.