MASTERS 1000 CINCINNATI

Qué es la creatina, la sustancia que Djokovic pidió a gritos en la final ante Alcaraz

El serbio se desesperó con su banquillo en un descanso y gritó a los cuatro vientos que necesitaba consumir el aminoácido.

Djokovic, en la final de Cincinnati./AFP
Djokovic, en la final de Cincinnati. AFP
Daniel Arribas

Daniel Arribas

En la pista central de Cincinnati, justo cuando Novak Djokovic y Carlos Alcaraz entonaron muñecas y comenzaron a repartirse derechazos sin ton ni son, el serbio, número dos del mundo, aprovechó un descanso entre juegos para solicitar desde el banquillo algo que sorprendió a muchos aficionados. "¡Creatina!", gritó 'Nole' a los cuatro vientos, desesperado ante la falta de comunicación con su box.

Al serbio le faltaba esta sustancia, un aminoácido que se encuentra naturalmente en nuestro organismo y que también podemos encontrar en las carnes rojas y los mariscos. ¿Pero por qué es tan socorrida en el deporte de élite? O mejor aún, ¿por qué Djokovic grita a oídos de todo el mundo que necesita creatina?

Esta sustancia se utiliza para mejorar el rendimiento deportivo e incluso favorecer la producción de energía para los músculos. Sí, lo que leen. Djokovic ha solicitado a oídos de todo el mundo una sustancia que le beneficia físicamente. Ahora bien, ¿su uso está prohibido? No.

La Agencia Mundial Antidopaje (AMA) permite el consumo de la creatina, tanto en la élite como a nivel usuario, por lo que Djokovic, como era de esperar, no ha confesado ante los ojos de miles de espectadores que esté haciendo algo ilegal.

Bien es cierto, eso sí, que el consumo de creatina se ha disparado en los últimos años. Tal es así, que esta sustancia está presente en prácticamente todos los productos de suplementación deportiva que están a la venta en España y en otros países. Es, por tanto, un 'apoyo' que se encuentra al alcance de cualquier persona.

No obstante, algunas voces autorizadas advierten que los efectos secundarios que puede provocar el consumo de creatina varían desde la deshidratación hasta el malestar estomacal o los calambres musculares. La francesa Mary Pierce, ganadora de dos Grand Slams a finales de siglo, reconoció haber utilizado esta sustancia como un complemento a su preparación. Y, por lo que se ve, ya no es la única.