El reseteo de Carlos Alcaraz para salir del último túnel: "No quería hacer prácticamente nada"

Nacho Encabo

Publicado13 de noviembre de 2023, 5:44 h

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Turín.- El 31 de octubre tenía que ser un día feliz para Carlos Alcaraz. Debutaba en el Masters 1000 de París-Bercy ante el número 45 del mundo, un partido aparentemente sencillo, que le tenía que servir para coger ritmo y confianza para el resto de la semana. Su objetivo, más allá del título, era acercarse a Novak Djokovic en el ranking mundial para llegar a las ATP Finals con posibilidades de recuperar el número uno.

Pero el 31 de octubre fue un día triste para Carlitos. Nada salió como estaba planeado. Perdió 6-3 y 6-4 con el ruso Roman Safiullin y abandonó la capital francesa cabizbajo, enfadado consigo mismo. "Me esperaba bastante más de mí en la pista", admitió tras no encontrar respuestas ni en la raqueta ni en las piernas ni en la cabeza. Nada funcionó.

"Intentaremos pasar página rápido, pero cuesta y más con días como los de hoy. Perder en las primeras rondas de torneos en los que esperas llegar a las finales duele bastante. Ahora mismo quiero pensar en los días próximos ni en los entrenamientos, pero habrá que hacerlo", abundó Alcaraz antes de tomar un vuelo de regreso a Alicante.

Ahí en el avión, la derrota todavía rebotaba en su cabeza. También al aterrizar. Y cuando entró en casa. Y cuando empezó a entrenar. Le costó al murciano olvidar ese tropiezo. El túnel duró unos días, cuando se cambió el chip, reseteó, y se puso en modo ATP Finals.

"Fue bastante dolorosa, una de las pocas derrotas que me han durado varios días. Hubo un par de días que no quería hacer prácticamente nada", reconoció Alcaraz una vez aterrizó en Turín, donde debutará este lunes en la Copa de Maestros (14:30, en Movistar+) frente al alemán Alexander Zverev. "Estamos aquí, en uno de los mayores torneos que hay en el tenis y tenía días para prepararme. Junto con mi equipo nos pusimos en marcha con lo que teníamos que hacer. Entrenar y hacer físico para estar aquí en nuestro 100%. Y eso lo que hicimos: entrenar cada vez más fuerte".

En su cuartel general, la academia de Ferrero en Villena, Carlitos se puso manos a la obra para poner el cuerpo y la mente a punto para el reto de las Finals. Será su primera vez en el torneo de maestros -el año pasado se clasificó, pero se lesionó unos días antes del abdomen-, con lo que eso conlleva. Al tener un formato con fase de grupos, permite algún despiste. Pero como están los ocho mejores es mejor no confiarse.

"En un torneo normal empiezas con el 70 del ranking y vas buscando poco a poco tus sensaciones. Aquí no: o empiezas con la sexta marcha metida o te pasan por encima", señala Álex Corretja, campeón del Masters en 1998. "Además, el hecho de que sea al mejor de tres sets lo hace más propicio a las sorpresas".

Alcaraz llega a las Finals lejos de su mejor versión, esa que mostró desde Indian Wells hasta Madrid y después en Wimbledon con aquella remontada épica frente a Djokovic en la final. El título en el césped londinense ha sido el último que ha levantado el murciano, que ha sufrido un bajón desde que perdiera en las semifinales del US Open. Otro año más, ha llegado al último tramo de la temporada con más fatiga que sus rivales.

"Es una cuestión de tiempo que aprenda a gestionar eso. Él va conociendo su cuerpo y poco a poco sabrá cómo reaccionar ante las emociones de estos torneos, de los Grand Slam y cómo lo gestiona de forma que llegue con más energía al final de temporada", argumenta Corretja. "A mí no me preocupa lo que le ha ocurrido en estas últimas semanas. Igual no ha estado tan fresco, pero su temporada ha sido excelente".

"Alcaraz ya ha demostrado que es un grande y que es capaz de ganar en cualquier superficie y en cualquier lugar. Tiene la actitud, la calidad y se adapta a todas las superficies. Es cierto que sus rivales donde más daño le pueden hacer en es una superficie dura y cubierta, sin viento, donde ellos han nacido", añade el extenista español.

El primer examen para Alcaraz en Turín será Alexander Zverev, un rival al que conoce muy bien: se han enfrentado en seis ocasiones con tres triunfos para cada uno. El alemán se rompió el tobillo hace un año y medio en Roland Garros y en este 2023 ha conseguido recuperar un nivel excelso. Será una buena manera de calibrar si el reseteo ha surtido efecto. Después llegarán Daniil Medvedev y Andrey Rublev en el camino hacia las semifinales

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