OPINIÓN

Rafael Nadal, el VAR y morir en el intento

Nadal celebra un punto ante Aliassime durante las ATP Finals en Turín. /GETTY
Nadal celebra un punto ante Aliassime durante las ATP Finals en Turín. GETTY
Nacho Encabo

Nacho Encabo

En la tarde del martes, algunos periodistas tuvieron (tuvimos) que recurrir a la grabación de la rueda de prensa de Rafael Nadal en Turín porque había algo que no nos cuadraba. Se había quitado la coraza y había hablado sin pelos en la lengua de lo que esperaba para la temporada 2023, sabiéndose ya eliminado de las ATP Finals. Pero hubo una palabra que creó confusión.

Nadal estaba hablando en inglés sobre qué tenía que hacer para volver a pelear por grandes títulos en 2023 y dijo: "No sé si voy a alcanzar el nivel que quiero, pero de lo que no tengo dudas es de que voy a morir por ello".

Algunos periodistas cogieron las palabras al vuelo. Otros teníamos dudas. Porque Nadal no suele ser tan visceral. Ese voy a morir por ello es más propio de Novak Djokovic. ¿No habrá dicho voy a luchar por ello? "Fíjate que igual se ha entendido mal. En inglés es muy parecido. I am going to die for it. I am going to fight for it", pensaba en alto un servidor.

Tras acudir al VAR, efectivamente nos dimos cuenta de que el verbo que usó Nadal fue die. Morir. La frase exacta fue: "I don't know if I going to reach that level again. But what I don't have any doubt, that I'm going to die for it". 

Todavía no sabemos si era el subconsciente el que hablaba, pero lo que nos quedó claro a todos los que estábamos en esa oscura sala de prensa -por si había alguno con dudas- es que Nadal lo va a intentar hasta el final. Da igual que sean ya 36 años en el DNI, que tenga el cuerpo magullado, que apenas haya competido en los últimos meses o que las nuevas generaciones empujen más fuerte que nunca. Nadal está más que acostumbrado a arrancarse las tiritas. A resurgir. Pero también es consciente de que cada vez es más difícil.

"Que tengo una edad está claro. Que los problemas han sido recurrentes, también. No vamos a negar la realidad y podemos hacer dos cosas: abandonar, y si se abandona no creo que nadie me vaya a reprochar nada con todo lo que he hecho en toda mi vida deportiva, o trabajar de la manera adecuada".

Y Nadal elige seguir. Porque todavía siente que puede hacer cosas grandes. Porque disfruta de lo que hace. Porque tiene la determinación. Lo dice él: "El día que no esté motivado será el momento de pensar en otras cosas". Su cabeza piensa todavía en la raqueta. Porque también hay un asunto más que no es pequeño: la pelea que mantiene con Djokovic por el ser el mejor tenista de todos los tiempos.

Que Nadal jugara este último US Open con una lesión abdominal -lo reconoció hace unos días en Turín- se explica en gran medida por la oportunidad que tenía de distanciar todavía más a Nole. Cualquier Grand Slam sin el serbio es una oportunidad de oro para Nadal. Y ahora Djokovic ha sido indultado para jugar el Abierto de Australia...

David Ferrer, que conoce muy bien a Nadal, lo graficaba hace unos días así en una entrevista con Relevo: "Rafa igual no te lo dice, pero te lo digo yo: tiene la ambición de acabar la carrera como el mejor de la historia". Pues eso. Que Nadal va a luchar. va a morir intentándolo.