El milagro de los hermanos Benavides: cama con cama en el hospital, uno de ellos en coma, y ahora, 'juntos' a pelear el Dakar
Kevin y Luciano lucharán con sus motos KTM en las dunas árabes.
Bisha.- Hace unos meses lo veían imposible y ahora lo catalogan de milagro. Ni de remota casualidad podían pensar en algo tan banal como es disputar una carrera de coches cuando estaban hospitalizados cama con cama. El último pensamiento de los hermanos Benavides mientras sufrían de la mano era competir juntos en el Dakar, la cita más dura del mundo, tras el año de penurias por el que han transitado como si de una feroz duna se tratara.
Kevin estuvo varios días en coma y Luciano, que también ha sufrido sus desgracias en 2024, siempre estuvo ahí. Ahora, los argentinos recuerdan su sufrimiento en Relevo mientras enfilan la etapa prólogo en Bisha con el equipo KTM. "Estamos recuperados de este año que nos ha golpeado tanto a mí como a Kevin", reflexiona Luciano a este medio. "Estando aquí ya he conseguido primera victoria", añade su hermano Kevin, que ganó el Dakar en 2021 y 2023.
Sonríen, cada uno con su moto y sin estar físicamente al 100%, pero hace no mucho lloraban. Los hermanos Benavides se estaban preparando para la Ruta 40, prueba que se disputa en junio, cuando a Kevin le cambió la vida. No se acuerda de nada y todavía no se sabe exactamente cómo sucedió. En mayo sufrió un golpe muy fuerte en la cabeza mientras se entrenaba con su hermano.
Un accidente que le partió el casco y lo dejó en coma, inconsciente durante mucho tiempo. Un sueño del que a veces teme no despertar. También tuvo lesiones en el brazo pero, viendo la delicadeza de su situación y que su vida pendía de un hilo, había que quitarle importancia. "Fémur, peroné… ya he tenido recuperaciones milagrosas. Hay más delicadas como esta, con los tendones".
Al final, pasó dos días intubado y con pérdida de conocimiento. "Todos los momentos han sido muy duros, sobre todo la última cirugía en la cual me hice una transferencia tendinosa para poder recuperar cierto movimiento que tenía afectado por el nervio radial, me ha costado aprender a hacer los nuevos movimientos".
Kevin superó tres operaciones y los que lo conocen subrayan que todo lo que pasó a su alrededor fue milagroso. "Han sido muchas horas de ejercicio, muchas horas de máquina, de todo lo que te puedas imaginar, así que yo creo que todo lo humanamente posible, lo hice", reconoce mientras su hermano lo define como "el número uno de todo el vivac recuperándose".
En plena Ruta 40, su hermano Luciano también se lesionó y terminó acompañando a Kevin en la misma habitación de hospital. Uno al lado del otro. Cama con cama. Sufriendo y apoyándose juntos. Esa fue la clave, sobre todo en los momentos más amargos. "Eso me motivó mucho, tal vez también cuando ya sabía la noticia que Luciano iba a venir para KTM, también obviamente que me motivó aún más para poder llegar al Dakar".
Lo soñaron hace diez años
Se retroalimentaron y se salvaron el uno al otro. "Como hermano claro que estuve ahí, fui el primero que vivió todo lo que le pasó. Ha sido muy duro, por dos o tres meses ha sido muy muy duro. Estuvimos internados los dos el mismo día, así que estuvimos juntos hasta en las malas. En las buenas y en las malas", recuerda Luciano Benavides.
¿Quién les iba a decir que, meses después, estarían en Arabia Saudí con opciones de ganar el Dakar en motos? "Si me lo preguntaba a mediados de mayo, cuando Kevin estaba accidentado, o en junio, cuando después me accidenté yo, lo veía lejísimos. De hecho estábamos en diferentes equipos y todo eran dudas", completa Luciano.
Medio año más tarde, encaran la carrera más dura del mundo con una de las motos más potentes, la KTM. Soñaron con ello hace diez años y, a veces, los sueños se cumplen. "Hay algo muy curioso que pasó exactamente hace diez años, estábamos en Austria en 2014 y éramos pilotos de KTM Argentina Enduro. Estábamos en la fábrica y soñábamos entre nosotros. Decíamos: ojalá algún día lleguemos a estar en el equipo oficial de Red Bull KTM. Y diez años después sucedió y Kevin ganando ya dos Dakars, yo habiendo ganado el mundial en 2023. A veces hay que mirar un poco para atrás para ver dónde uno está y todo lo que se hizo. Ojalá que podamos seguir escribiendo nuestra propia historia", expresa Luciano, que sueña con ganar el rally más icónico.