La odisea de un Estrella Michelín camino del Rally Dakar: "Haré 2.800 menús en Nochevieja y cogeré un avión yo solo de madrugada"
Nandu Jubany confiesa a Relevo su sueño en su segunda participación, la primera en coches: "Si no hacemos un top 25, no estaré contento".
Rematará cerca 3.000 cenas de Nochevieja para unas 500 familias y se subirá al avión él solo. "Me voy a ir cuando ya casi esté todo", reconoce Nandu Jubany a Relevo, mientras revisa los billetes de su viaje en solitario a Bisha, Arabia Saudí. El chef Estrella Michelín, propietario de diez restaurantes donde luce Can Jubany, volará más tarde que el resto de la expedición porque los fogones y las tradiciones navideñas mandan. Llegará el día de Año Nuevo por la mañana. Su pasión por ambos mundos, culinario y motorsport, es evidente.
De hecho, el catalán recuerda que muchos amigos bromean con eso de que "hay varios Nandus diferentes". Como mínimo, dos: el chef y el piloto. En unas horas, pasará de emplatar el catering a esquivar dunas en su primera participación en un Dakar con coches pues la primera fue en motos, en 2018. Cambio de chip radical. "No me cuesta nada ese cambio", expresa, mientras ultima los preparativos de su buggy 4x2 MD Optimus junto a su copiloto Marc Solà, con quien ya disputó el Rally de Marruecos con un 17º puesto en Ultimate y un 2º en 4x2. "Tenemos coche y copiloto", dice el chef, que quiere terminar entre los 25 primeros en una aventura que empezará justo cuando termine Nochevieja.
Vamos a ver, pero tú, ¿cuándo vuelas? ¿El día 31? ¿Como el resto de la expedición del Dakar?
Pero el 31 a la tarde. Yo no me puedo ir a la mañana, que vosotros os vais a las 12, con un vuelo directo. Yo cojo un vuelo a las 6 de la tarde que he encontrado, con Turkish Airlines, me voy a Turquía, me voy a Estambul, de Estambul me voy a Riad y de Riad me voy a Bisha y llego a las 9 de la mañana.
¿Vuelas por tu cuenta? ¿Sin la expedición?
No, es que no puedo. Porque yo creo que haremos unos 2.800 menús para llevar. Es decir, nosotros hace 28 años que hacemos el menú para llevar y tiene un éxito y hay muchas familias que comen mi menú. Luego lo hacemos de una manera que es muy fácil de calentar, de que si eres seis, si eres ocho, me vienen a buscar el menú a casa y se lo calientan. Y hay como 400, 500 o 600 familias que comerán de mi menú. Luego nosotros empezamos tres días antes de hacer este menú, luego lo montamos, a partir de las 12h vienen a recoger ya y luego, como que hace tantos años, yo estoy verificando que todo esté montado, aparte de la elaboración. Pero yo lo pondré en marcha a las 12, que funcione. Luego se pondrá mi hijo, Eudald, que ya me ayuda siempre a mí. Ahora se pondrá delante y mi cuñado, Xavi, que lo va a hacer fenomenal. Y yo a las 3, me tengo que ir.
Al Dakar... cambio de chip total.
Esto sé, yo sé hacerlo. ¿Sabes qué pasa? Yo pienso que lo sé hacer porque ya hace muchos años que yo trabajaba en casa de mis padres, luego me iba a Can Jubany a trabajar. Cuando estaba allí tenía un pensamiento, aquí igual. Luego he seguido abriendo proyectos que ninguno es igual. Y cuando estoy en Formentera, estoy en Formentera, no estoy aquí. Cuando estoy en Andorra, estoy en Andorra. Cuando cojo un vuelo y me voy a Singapur, estoy en Singapur.
Hay varios Nandus...
La gente me dice siempre una broma. Yo sigo la broma, porque yo digo, yo soy el Nandu 2 o el Nandu 3. Tú vas al gimnasio en Barcelona un día, te encuentras el lunes con unos amigos, estás en la sauna y dices, escucha, hostia, fui a una boda el sábado en el Empordà. Hostia, nos la hizo el Jubany, estaba allí haciendo gamas. Digo, no, ¿cómo puede estar haciendo gamas? Si hizo otra en el convent de Blanes y también estaba. Hostia. Y luego salta el otro que dice, si yo en Barcelona hice una cena que estaba él, que era para 400. Es el mismo, sí, sí.
Yo creía que tenías que delegar...
Yo voy a tener todo preparado y me voy a ir cuando ya casi esté. Lo de las comidas para llevar a casa es una cosa muy difícil, porque tiene que ser muy fresco, porque tú no sabes cuándo se lo van a tomar, cómo lo van a cuidar, si lo van a poner en un horno que estará sucio, o estará limpio, con qué plato se lo van a servir. Luego, el tema de la seguridad alimentaria es por delante de todo. Luego esto lo hacemos en el centro de producción, que es donde hacemos las bodas, preparamos toda la comida, que es la cocina central, y allí hay todos como si fuera una sala blanca, como si fuera un quirófano. Luego, tenemos mucho cuidado en la parte de la seguridad alimentaria, porque es lo más importante que tenemos.
A todo esto, ¿qué lleva el menú?
Nosotros hemos hecho cinco aperitivos este año, siempre estamos con un aperitivo, un cóctel, este año no hacemos cóctel, hacemos cinco aperitivos. Hacemos un aguacate... si quieres te lo digo todo, ¿eh? Hacemos cinco aperitivos que son de un mordisco, que van en una cajita que parece una joyería. La verdad es que está superguay. Luego hacemos el lenguado, hacemos un lenguado con espinacas, con una salsa beurre blanc, y terminamos con una costilla de vaca, que hacemos con foie gras... Y luego hacemos como un cheesecake, un cheesecake que parece que es de oro, ¿no? Es el tiramisú. Ah, perdona, es un tiramisú de galleta Lotus que encima lleva un crujiente de chocolate que tú lo rompes y es crujiente. Como si rompieras el hielo de un agua helada.
¿Hay algún parecido entre el Nandu chef y el Nandu del coche?
Bueno, el Nandu en los fogones, en un banquete sí, soy el mismo. Soy exigente, soy yo conmigo mismo, con mi equipo, con el resultado, con todo, soy igual. Pero cuando estoy fuera, no. Pero cuando pongo modo carrera es lo mismo, es como cuando pongo modo banquete o un modo competitivo. No te pienses que es tan lejos. Al final tienes que estar concentrado, tienes que haberlo preparado, tienes que ser muy meticuloso en cómo lo vas a hacer y escoger el mejor equipo. Por tanto, hay muchas similitudes.
¿De dónde viene la pasión por el motor?
Yo creo que lo trae la comarca. Al final la comarca de donde soy hay campeones. Allí tenemos a Nani Roma, tenemos a Alex Crivillé, tenemos a Mia Bardolet hace años, a Gerard Farrés, a tantos y tantos pilotos, Marc Coma, tantos pilotos que son...
¿Cómo no vas a contagiarte?
Yo creo que sí. También yo creo que lo hacen las carreteras, el dónde estamos, que somos un poco tocados de la niebla, dicen.
¿Y la pasión por la cocina?
Antes me vino la del motor que de la cocina. Yo quería ser motorista, de hecho, pero me tuve que conformar en la cocina, y en la cocina no me ha ido mal, la verdad que yo creo que he escogido el mejor oficio del mundo.
Llegarás el día 1 a Arabia, ¿y luego qué?
A fondo. A fondo, todos los días. ¿Qué va a pasar? A fondo todos los días. No hay problema.
Más allá del Dakar, me han chivado que quieres convencer a Leo Messi para darle una vueltecita...
Bueno, él paga una parte del pastel. Él paga una parte del pastel, no sé si lo sabe, pero él ha puesto un poco de dinero del pastel. Somos socios en Hincha (la cocina de Jubany está presente en los hoteles del astro argentino), y Hincha es uno de los patrocinadores... yo creo que con el coche es más fácil que lo enganche que con las pizzas. Yo creo que ya sabe, le enviamos unas fotos entrenando con su abogado, que es el que le lleva el family office, y yo creo que un día va a querer subir. Yo creo que cuando volvamos del Dakar, si lo hacemos bien, el tío viene y sube. Pero vamos a mirar que lo cuidamos, porque si se hace daño, lo hemos cagado. Yo no lo podría pagar.
¿Un pronóstico para tu segunda participación?
Yo digo que tenemos copiloto y tenemos coche para estar entre los 25 primeros. No sé si el piloto va a cumplir. Sino, no estaré contento. Es lo que quiero, es el objetivo.