MUNDIAL PÁDEL

La intrahistoria de la final del Mundial de pádel: "Reivindicación, revancha y homenaje"

La Selección española tiene ante sí el reto de conseguir durante el día de hoy el título más importante del mundo del pádel.

Selección española masculina durante las semifinales./FEP
Selección española masculina durante las semifinales. FEP
Álvar Madrid

Álvar Madrid

Tres palabras resuenan a todo volumen en el vestuario de la Selección española antes de la final del Mundial de pádel. "Reivindicación, revancha y homenaje". Desde dentro de la concentración, jugadores, cuerpo técnico y directiva están absolutamente motivados, centrados y preparados en la cita más importante del deporte de la pala cada dos años.

Enfrente está una selección Argentina que llega desde su atalaya como la vigente campeona de la última edición. Un título que consiguieron ganando en el tercer partido de la final, coronando a Sanyo Gutiérrez y Fernando Belasteguín como los héroes del cuadro albiceleste. Esta derrota dolió mucho en el vestuario de España, algo que los jugadores que lo vivieron no han olvidado y quieren restañar.

Basta cruzar algunos mensajes con integrantes del combinado nacional español para darse cuenta de que tienen un hambre voraz por "demostrar que somos mejores, que tenemos una plantilla más amplia, y que nuestro grupo está unido…", se puede leer en algunas de las conversaciones que ha tenido este medio con la delegación española desplazada en Doha.

Una dedicatoria en mente

Después de la tragedia acontecida esta semana en España, donde más de 200 personas han perdido la vida por la catástrofe generada por la DANA, desde la concentración de la Selección hay una motivación extra para intentar conseguir el título y brindárselo a modo de homenaje a las víctimas. No hay mejor motivación para los grupos de Juanjo Gutiérrez e Icíar Montes que pensar en poder dedicárselo a todas esas personas que han tenido que pasar las peores horas de sus vidas en los últimos días.

Un grupo unido y capaz

Pese a todos los comentarios que se han generado durante los últimos meses respecto al ambiente y a la cohesión del grupo, la realidad es que en los últimos siete días la convivencia ha sido extraordinaria. Los jugadores han dejado a un lado las pequeñas disputas que han tenido en los últimos meses para luchar por un elemento común, lucir con orgullo la bandera de España en el pecho.

La reconversión del Lobo

Uno de los puntos clave de esta convocatoria ha sido el rol de Juan Lebrón. El jugador del Puerto de Santa María que venía ocupando la posición de la derecha en las últimas listas de la Selección española, ha cambiado de lado de la pista para ocupar el revés. Posición a la que se ha adaptado como un guante y que, tal como todo hace pensar, ocupará en la final que se disputa esta misma tarde.

No se recuerda un favoritismo parecido

En el cuadro femenino, el conjunto dirigido por Icíar Montes llega con la moral por las nubes. Saben que son muy superiores al conjunto argentino, pero son igual de conscientes de que deben demostrarlo dentro de la pista y no caer en la borrachera del favoritismo. La suerte está echada. Nuestra armada ha hecho los deberes y ahora tienen que demostrar las ganas que tienen de traerse este preciado título para España.