Agustín Tapia, la máquina perfecta que amenaza a España en el Mundial
España no tiene claro todavía con quién formará en la final ante el principal peligro de Argentina, Agustín Tapia.
Como era de esperar, España y Argentina han llegado a la final del Mundial de Catar 2024 completando un camino perfecto. Sin titubeos. Sin sufrir en ningún momento de todos los partidos que han disputado. Los planteles de ambas selecciones ya están preparados para la batalla que discernirá el trono del deporte del 20x10 para los próximos dos años.
Ambos conjuntos han tenido tiempo hasta para dar descanso a sus principales jugadores, como en los cuartos de final, donde no jugaron Juan Lebrón para España y Agustín Tapia para Argentina. Alejandro Galán, por ejemplo, descansó ante Paraguay en la última ronda de la fase de grupos. Ambas selecciones llegan habiendo realizado una amplia rotación, sin desgaste, con solo una idea en su cabeza, ganar mañana.
Si nos centramos en Argentina, el jugador que más les acerca a la victoria es Agustín Tapia. El número 2º en el ranking de la Federación Internacional de Pádel y líder de la albiceleste. El catamarqueño quiere trasladar su dominio de Premier Padel al Mundial, donde ya manda claramente Argentina con 11 victorias por sólo 4 de España. El Mozart de Catamarca es la gran amenaza para nuestro país.
Una máquina perfecta que llega al Mundial en el mejor momento de su carrera; como número 1º del mundo destacado junto a Arturo Coello, y tras conquistar en el Major de París su décimo título del año. Está a las puertas, a dos, de sellar su temporada más laureada, la del año pasado se cerró con 11.
Una renuncia de más de 10.000 kilómetros
El camino hasta aquí ha sido abrupto. Sobre todo para un jugador de fuera de Europa. Ser jugador de pádel argentino y querer triunfar acarrea muchas renuncias. Desde afrontar todo lo que conlleva ser deportista profesional hasta alejarse de familia y amigos cuando todavía eres un niño. Una barrera de más de 10.000 kilómetros que ha edificado la mentalidad de hierro de Agustín Tapia. La misma que le ha conseguido mantener siempre enfocado en el objetivo que ahora ha alcanzado.
Su talento ha pasado por las manos de los mejores jugadores de la historia de este deporte. Como si todos hubiesen querido dejar su impronta en un árbol que desde bien pronto ya daba frutos. Agustín Tapia puede decir que ha jugado con jugadores como Fernando Belasteguín, Pablo Lima, Sanyo Gutiérrez y Marcello Jardim, entre otros. Leyendas que de una forma u otra han erigido al jugador que hoy conocemos.
La transformación mental ha sido la clave del éxito
De Belasteguín ha heredado la cabeza. La capacidad de mutar a ser un jugador inteligentísimo, capaz de parar y acelerar cuando conviene, de elegir el golpe adecuado en cada instante. De Lima tiene sus golpes, esas bolas que aparentemente son inofensivas, pero que en realidad están cargadas de efecto y peso. De Sanyo, poco hay que explicar, su magia, su habilidad para solventar pelotas imposibles y hacer del 20x10 un escenario digno del Mago Pop. De Marcello Jardim exhibe sacrificio, el trabajo hasta la extenuación por cada punto.
El conjunto hace a Agustín Tapia. Una máquina perfecta que a veces parece hecha más con inteligencia artificial que humana. Su capacidad de asimilación le hace cada día mejor y coloca su techo a una altura antes insospechada. Es un elegido y quiere demostrarlo en cada una de las ocasiones que pisa la pista. Y el Mundial no va a ser la excepción. Su sueño es convertirse como Bela en un coleccionista de este trofeo.
Una final que podría enfrentar a los cuatro mejores jugadores del mundo
La incógnita mejor conservada, casi al igual que la de Juan Lebrón en España, es la pareja de Agustín Tapia para la final. En un primer momento, todos los caminos conducían al mismo nombre: Federico Chingotto. Dos partidos en la fase de grupos juntos prácticamente lo confirmaban, pero en el tercero, Gabi Reca y Rodri Ovide, seleccionadores argentinos, probaron a unirle con Martín di Nenno. El resto de alternativas son el regreso del Tapia-Sanyo, o la unión con el jovencísimo Tino Libaak, aunque son menos probables que las anteriormente mencionadas.
Lo más seguro, por momento deportivo, por las pruebas que han realizado y por cómo jugaron la temporada pasada en el mismo torneo, es que Agustín Tapia forme junto a Chingotto en el primer partido de la final del Mundial ante España. Una dupla que podría tener que enfrentarse en un duelo para la historia a Galán y Coello, precisamente sus dos compañeros en Premier Padel y los que en estos momentos son los cuatro mejores jugadores del mundo.