NATACIÓN

El click de Carles Coll llegó con los oros de Marchand en la tristeza de París: "Lo vi, es de mi edad, y dije, si puede, ¿por qué nosotros no?"

El campeón del mundo de 200 braza en piscina de 25 metros se lo tomó "más en serio" tras los Juegos y ahora quiere seguir en la ola.

Carles Coll, con el oro al cuello en el aeropuerto de El Prat de Barcelona tras proclamarse campeón del mundo. /RFEN
Carles Coll, con el oro al cuello en el aeropuerto de El Prat de Barcelona tras proclamarse campeón del mundo. RFEN
Alberto Martínez

Alberto Martínez

Carles Coll llega por la terminal 2 del aeropuerto de El Prat procedente de Budapest. Le acompañan cuatro nadadores, entre ellos la también finalista Emma Carrasco, y algunos miembros del staff como José Antonio del Castillo, que nadó con su padre Adolf, y lo conoce bien. Sonriente, tranquilo, pero cansado por el tute que se ha pegado en los Mundiales de piscina corta, en los que ha batido nueve récords de España y se ha proclamado campeón de 200 braza -el primer español en lograrlo, diez años después de Mireia Belmonte-, atiende a Relevo junto a dos medios más explicando sus primeras sensaciones.

Coll, de 23 años, espera que este click le lleve a trasladar estos éxitos en la piscina olímpica. Se pone como retos el Mundial de Singapur de julio y, especialmente, esos Juegos Olímpicos de Los Ángeles, cuando llegará en su plenitud. Tiene por delante retos ambiciosos después de dejar atrás un pasado de altibajos y de aprendizajes que vivió su punto culminante en los Juegos de París mientras observaba los éxitos de Léon Marchand, a quien conoce bien de Estados Unidos.

El viernes gana el oro, pero le quedaban aún dos días de competición. ¿Cómo puede uno concentrarse después de un éxito así?

Me quedaban dos días de competición e intenté estar alejado de las redes. Me centré en lo que me quedaba. Ahora lo he digerido más, pero es bastante difícil de asimilar. Lo primero que pensé cuando toqué la pared es que no me lo puedo creer, que ese niño de diez años que empezó a nadar y era delgadísimo esté ahora aquí subido a una corchera ganando un Mundial. Se me pusieron los pelos de punta.

¿Qué mensaje le hizo más ilusión?

No quiero darle importancia a ningún mensaje en concreto por la fama de la persona. Me emocionó el amor y el aprecio de toda la gente.

¿Qué le ha llevado a este éxito después de años de altibajos?

La clave fue la constancia, aunque las cosas no salieran bien durante muchos años. Repito movimientos y entrenamientos y eso es importante y te da la confianza.

¿Solo eso?

El cambio llegó después de los Juegos, cuando no me salieron bien las cosas. Quedé noveno y m descalificaron. Fue un punto de inflexión. Me di cuenta dónde quiero llegar, vi a Marchand, de mi edad, que ganó cuatro oros y dije, si él puede por qué nosotros no. En agosto me lo tomé todo en serio.

Su historia comienza con sus padres, que eran nadadores. Decía que con diez años no podía imaginar esto. ¿En qué le ayudaron?

Mis padres me han ayudado a nivel mental. Ellos ya han vivido todo esto. Intentaron que no fuera rápido con las cosas, que no me quemara yendo a centros de alto rendimiento y me han ayudado mucho en este camino.

¿Por eso se fue a Estados Unidos con Sergi López?

Sergi es como mi segundo padre. Es un referente, me da consejos a nivel mental. De natación y técnica no hablamos mucho, pero me da los consejos claves para no tener demasiados cosas en la cabeza. Que esté motivado y relajado siempre. Ir a Estados Unidos me ayudó a eso también. Me he abierto al mundo, en las NCAA están los mejores jóvenes del mundo y en los últimos cuatro años he competido con nadadores que ya habían ganado medallas mundiales y olímpicas.

"Sergi López es como mi segundo padre, me da los consejos clave para no tener cosas en la cabeza"

En este Mundial se ha estrenado Santi Veiga como director técnico. ¿Notó más unión o algo diferente?

Desde los últimos tres o cuatro años el equipo se ha ido animando, hemos cogido más experiencia, cogimos confianza y en este campeonato hemos estado todos bien, con buena energía y en un estado de ánimo propicio.

¿Por qué apostar por los relevos fue tan importante en su momento?

Son importantes. A través de relevos, los nadadores empiezan a competir internacionalmente, se acostumbran a hacerlo en una gran piscina, con las luces, las cámaras... Cuando les toque estar solos, estarán más preparados.

¿Y ahora piensa en grande?

Ahora mis objetivos son el Mundial de piscina larga y los Juegos de 2028. Llegaré en la edad perfecta, con 26 años, y tengo ganas de ver qué puedo conseguir ahí. Creo que la confianza de ser el campeón del mundo de piscina corta me ayudará en larga, para poder dar lo mejor de mí y nadar sin miedo.