NATACIÓN

Los 30 récords del Mundial de Natación tienen una trampa: "Hacía seis años que no había un campeonato top..."

Tras el fiasco de las marcas de los Juegos de París, desde el Mundial de 2018 no se celebraba un gran campeonato de corta.

El relevo americano del 4x100 estilos que ganó el oro con un salvaje récord mundial. /GETTY
El relevo americano del 4x100 estilos que ganó el oro con un salvaje récord mundial. GETTY
Alberto Martínez
Guillermo Villar

Alberto Martínez y Guillermo Villar

El Mundial de Natación de piscina corta de Budapest que ha finalizado este domingo ha sido una catarata de éxitos, de récords mundiales (30), júniors (11) y hasta de España (16), con la estadounidense Gretchen Walsh (11) coronándose como la máxima exponente de una natación que está llegando a la excelencia en la pileta de 25 metros, cada vez "cuidando más los detalles", como resalta Sergi López, entrenador de Carles Coll y de la Universidad de Virginia Tech. Pero los 30 récords mundiales tienen una explicación más profunda, un análisis que abarca seis años, los que van de 2018 a este diciembre que ha puesto fin a una temporada de locos, nunca vista, con Mundiales de Doha en febrero, Juegos Olímpicos en julio y agosto y ahora un Mundial de piscina corta en el que solo ha faltado Australia... y algunos nadadores que han preferido descansar como Katie Ledecky, David Popovici o Pan Zhanle, entre otros.

Para los entrenadores que han estado en Budapest y los que lo han seguido en la distancia hay varios factores que explican este récord de récords -nunca se habían logrado tantos- que recordaron a aquel Mundial de piscina de 50 metros de Roma, en 2009, en el que los bañadores de poliuretano provocaron que se batieran en apenas una semana 43 récords mundiales. Algunos de ellos tardaron años en batirse. Pero no se espera lo mismo para los de ahora. Ni tampoco ha habido bañadores mágicos, sino más bien circunstancias mágicas.

El primer punto, y más importante, lo introduce Sergi López, técnico que reside en Estados Unidos y considera que hay un buen número de nadadores que se han tomado en serio la piscina corta y que han mejorado el entrenamiento en los últimos años. Y también les ha motivado los premios de World Aquatics, donde cada victoria eran 10.000 dólares y cada récord 25.000... Walsh se ha llevado casi 300.000. "Walsh, Ponti, Douglass, especialmente los americanos, están trabajando mucho los subacuáticos -el 60% del tiempo de carrera se pasa debajo del agua en esta especialidad-, y eso les ha ayudado a rebajar el tiempo. Y, luego, hay muchos nadadores que no estuvieron bien en París y ahora han querido resarcirse. Pero Walsh, Douglass... son buenas y diferentes, y se centran en los detalles", insiste.

Más que la lenta piscina de París, los seis años sin un Mundial claro

Sergi López no habla de la piscina lenta de París, aunque ya lo hizo en su momento. Pero eso es harina de otro costal, porque para la natación internacional aquel Centro Acuático no sacaba lo mejor del nadador por la profundidad de 2,15m y la resistencia que se generaba en los virajes especialmente. Todo lo contrario a la piscina de Budapest, que es "rápida", "mágica", "la mejor del mundo" para Jordi Jou, técnico del CN Sant Andreu. Jou, que no ha viajado a Hungría pero que tiene una tabla con todos los resultados en mundiales de corta desde hace una década, constata que "mejoran los top, pero no la media". Y en su tabla hay algunos ejemplos, especialmente de cómo la natación ha dado un salto en los dos últimos años... tras la pandemia y sus consecuencias.

VARIACIÓN ENTRE LOS MUNDIALES DE 2018, 2022 Y 2024

En la misma línea señalan otros entrenadores, como José Antonio del Castillo. La causa es la pandemia y todo lo que provocó: la falta de preparación, los calendarios cargados de competiciones y ese Mundial de 2022 en Australia que impidió, por las distancias y viajes, que muchos nadadores compitieran en sus máximas condiciones. "Para mí es un cúmulo de factores aunque es difícil precisar. Pero ha habido una buena piscina. Y el año pasado no hubo temporada de corta con el Mundial en febrero. Y hace dos años el campeonato no se prepara en Australia, donde se necesita un viaje largo. ¿Y el anterior buen campeonato de corta? De antes de la pandemia porque el de 2021...", explica y da en el clavo, sentenciado: "Las marcas se han actualizado".

De las 11 pruebas seleccionadas en categoría femenina, como se aprecia en la tabla, en siete de ellas ha habido más mejora en este periodo de 2022 a 2024 que de 2018 a 2022, lo que provocaba que muchos de los récords mundiales estuvieran desactualizados, o muy por detrás de una generación que ya ha superado la pandemia y que ha mejorado la puesta a punto en piscina corta. Hay pruebas donde la mejora ha sido notoria, como los 400 libre: se ha rebajado el tiempo un 4,79% respecto a 2022. O los 100 estilos con Walsh, con un 2,42% menos, o los 400 estilos con McIntosh, con un 11,03% menos. Curiosamente la estadounidense y la canadiense representan ese perfil de nadadoras, junto con el suizo Noe Ponti, que lleva a la "excelencia" la piscina corta, que son versátiles para nadar estilos y otras pruebas como la mariposa, y que destacan por su eficiencia en el agua y su subacuático, el llamado quinto estilo convertido ahora en trascendental.

Y, seguramente, ocurrirá algo parecido en el Mundial de Singapur, de piscina de 50 metros, después de los años de la pandemia y de tener en los Juegos de París una piscina que no agradó a los nadadores, donde solamente se batieron dos récords mundiales... En julio se saldrá de dudas.