La carrera de Mireia Belmonte continúa: apunta a 2025 con un cambio de piscina y un milagro en Singapur
La badalonesa abandona su estancia en el CAR de Sant Cugat después de dos décadas y se entrenará en el CN Barcelona.
Mireia Belmonte seguirá al menos un año más con su carrera deportiva. La badalonesa, que no acudió a los Juegos Olímpicos de París al no conseguir la mínima después de un ciclo marcado por las lesiones y en el que apenas pudo competir en el Europeo de Roma en 2022, dejará el CAR de Sant Cugat tras dos décadas con una residencia permanente (una beca que le daba derecho a una habitación y a todos los servicios) y se entrenará a partir de ahora en las instalaciones del CN Barcelona, su club actual desde la pasada temporada.
La nadadora de 33 años (34 el próximo octubre) no ha pensado en la retirada, ni mucho menos, y su objetivo es el de poder conseguir las marcas necesarias para competir en los Mundiales de Natación de Singapur de julio. Un objetivo que se calcula complicado, incluso milagroso, teniendo en cuenta sus últimos registros y los problemas que ha ido arrastrando en sus hombros la campeona olímpica en Río 2016.
La nadadora ha finalizado oficialmente su condición de deportista de alto rendimiento al quedarse fuera del equipo olímpico y no clasificarse para los últimos Mundiales. Pero pese a finalizar su etapa en el CAR de Sant Cugat, las instituciones y el CN Barcelona han apoyado a la nadadora para poder continuar en su club con sus entrenamientos. Incluso, se baraja la opción de que la nadadora pueda seguir acudiendo al CAR de Sant Cugat frecuentemente para poder disfrutar de todos los privilegios en materia de fisioterapia, medicina y aprovechar al resto de profesionales indispensables para poder mantener su cuerpo en las mejores condiciones.
Mireia, que se quedó en los Nacionales de Palma de Mallorca el pasado junio muy lejos de las marcas olímpicas, intentará dejar atrás sus molestias y poder acercarse poco a poco durante una temporada en la que aspirará a las competiciones domésticas, como los campeonatos de España o la Copa de Clubes, pero las grandes competiciones se antojan ya una quimera también por edad y por el tipo de pruebas que nada.
Los tres años de bajada con problemas de la campeona olímpica
Después de los Juegos de Tokio de 2021, cuando logró una meritoria cuarta posición en los 400 estilos y se quedó muy cerca del podio, la nadadora abandonó a su entrenador, Fred Vergnoux, y se puso en las manos primero de Olaf Wildeboer y después de Ben Titley en el CAR de Sant Cugat, aunque en este ciclo de tres años y pese a mantener las becas no ha conseguido entrar en los grandes campeonatos. Mireia seguirá ahora fuera del foco en su nuevo club, con el que firmó no solo un contrato para tener una licencia y poder competir, sino que reunía más ventajas a largo plazo para la badalonesa.
Mireia, sin duda la mejor nadadora española de la historia, ha disfrutado de las vacaciones y también se centra en el Open Promesas Mireia Belmonte By Hyundai, un torneo itinerante para niños y niñas patrocinado por uno de sus spónsors y por la propia badalonesa, que seguirá apareciendo por las piscinas en esta nueva temporada.