Ian Thorpe, la leyenda de la natación y la pesadilla de un 'positivo': "No quiero que la gente sienta lástima por mí"
El australiano desvela cómo vivió la filtración de un positivo, que luego pudo recurrir, aunque terminó entrando en depresión.
Ian Thorpe es uno de los grandes nombres del olimpismo y una de las grandes figuras de la natación. De hecho, fue el gran nombre propio de la pileta hasta la irrupción de Michael Phelps. Nueve medallas olímpicas, con cinco oros entre ellas, y otras 13 preseas mundiales (11 de ellas de oro) dan buena cuenta de la jerarquía de un nadador que tocó la gloria en la piscina y rozó el infierno fuera de ella.
El australiano, que ya en su momento confesó que había sufrido una depresión, ha vuelto a desvelar aspectos de su carrera que hasta ahora permanecían en un rincón de sus recuerdos. Lo ha hecho en el libro Profiles in hope, escrito por el político australiano John Brogden, en el que se cuentan las historias desconocidas de algunos de los grandes nombres del deporte oceánico. Y entre ellos Thorpe tiene un lugar privilegiado.
Thorpe se ha abierto en las páginas del libro y ha contado el devastador impacto que tuvo la publicación por parte de L'Equipe de un positivo en el año 2006. Una noticia que, según el propio Thorpe, fue un golpe que llevó a Thorpe a no querer salir de su casa. Eso sí, el propio nadador ha asegurado que nunca pensó en quitarse la vida, como se ha publicado en alguna ocasión.
Thorpe se sorprendió al despertar una mañana cuando le dijeron que 'L'Equipe' había informado sobre un test al nadador australiano que había arrojado un nivel inusual de testosterona. Los resultados también mostraron una hormona llamada hormona leutenizante, otra sustancia natural. El resultado irregular de la prueba se filtró al medio de comunicación y rápidamente se convirtió en una noticia internacional que finalmente terminó con Thorpe iniciando una demanda contra el periódico galo.
"Una prueba irregular no es nada raro. Suelen pasar. Entonces, en primer lugar, nadie debería conocer esa información. Una prueba irregular no significa nada. Una prueba irregular se descarta", afirma Thorpe en el libro sobre una noticia que cambió por completo la trayectoria del australiano. Sobre todo por la forma de afrontarlo.
"En ese tipo de estado, eres completamente irracional. Solo cuando tu salud mental es buena puedes reflexionar sobre las cosas y decir: 'Bueno, podría haber hecho esto'. Me di cuenta de que lo que estaba haciendo no estaba funcionando y que necesitaba ayuda. Entonces recibí esa ayuda y, aunque todavía estaba en un estado depresivo prolongado, mejoré. No llegué al punto de pensar en suicidarme".
El Torpedo también habla sobre los problemas físicos que le llevaron a salir de la piscina. Una lesión en un hombro que terminó en el quirófano derivó en una depresión y en una infección que le llevó a la UCI. "No puedo nadar", asegura el australiano. "Me operaron un hombro. Ahora mecánicamente no puedo nadar. Normalmente no lo cuento porque la gente se pone triste. La gente siente pena por mí. Y no quiero que sientan lástima por mí".
Otro de los aspectos sobre los que Thorpe reflexiona en el libro es su sexualidad. Hace 10 años hacía pública su homosexualidad en una entrevista. Hoy, una década después, recuerda cómo intentó esconder su condición durante años, lo que hizo todavía más difícil hacer pública su sexualidad. "Cuanto más presionaban para hacerlo público, más me alejaba de ello. Aprender a aceptar mi sexualidad se volvió aún más difícil de lo que lo habría sido si todo hubiera ido de otra manera".